sábado, 27 de septiembre de 2025

Allocutio Concilium Legión de María, septiembre 2025

 Imprimir Archivo pdf: La Salvación de las Almas

Allocutio Concilium Legión de María

P. Paul Churchill, Director Espiritual de Concilium

La salvación de las almas

En el centro de los objetivos de la Legión de María, se encuentra la salvación de las almas. La atención se centra precisamente en las almas, ese núcleo interior de la persona que es la fuente de todas nuestras actividades. En su última encíclica, el difunto Papa Francisco, nos habló del corazón, el «núcleo que se esconde bajo todas las apariencias externas» (Dilexit Nos, n. 4), «Es la parte de nosotros que no es ni apariencia ni ilusión, sino que es... «quienes somos» (ibíd., n. 5). Es otra forma de expresar cuál es nuestro objetivo. Otros grupos dentro y fuera de la Iglesia, pueden trabajar por objetivos loables, pero Frank Duff, vio que el corazón interior de la persona, tenía que ser la principal preocupación. Porque Jesús, dijo: «Es el espíritu lo que importa, la carne no sirve para nada» (Jn 6, 63). Y también dijo que es del corazón, de donde surgen todo tipo de malas intenciones (Mc 7, 21).

Antes de pretender ayudar a otras almas, debemos primero examinar la nuestra, comprenderla y llevarla a un lugar más saludable. Jesús dijo una vez: «No trates de sacar la paja del ojo de tu hermano, cuando hay una viga en el tuyo; saca primero la viga de tu ojo y entonces verás mejor cómo sacar la paja del ojo de tu hermano» (Mt 7, 3-5).

Debemos llevar nuestro corazón a Jesús, con nuestros deseos, amores, odios, esperanzas, buenas y malas intenciones y, sobre todo, nuestras tendencias al pecado, a veces evidentes y otras veces ocultas. «¡Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón!» (Mateo 11:29). No es un camino fácil, sino que requiere un esfuerzo paciente a lo largo de toda la vida, o ensayo, error, caídas y seguir a Jesús, llevando nuestra cruz.

Pero antes de pretender ayudar a otras almas, primero debemos examinar la nuestra, comprenderla y llevarla a un lugar más saludable. Jesús, dijo una vez: «No trates de sacar la paja del ojo de tu hermano, cuando en el tuyo hay una viga; saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás mejor para sacar la paja del ojo de tu hermano» (Mateo 7:3-5).

Frank Duff, escribió lo siguiente en 1975: «Si nos comprometemos con campañas para oponernos y atacar estas cosas (el aborto, la pornografía, la anticoncepción), solemos olvidarnos del terreno subyacente. Aunque en algún lugar logremos arrancar las malas hierbas con un esfuerzo tremendo, lo cierto es que volverán a crecer» La Legión, quiere que sus miembros se dediquen a purificar el terreno, para que no produzca esas malas hierbas». Y comenta que alinearnos con campañas de cualquier tipo puede suponer una barrera para ciertas almas que, de otro modo, estarían abiertas a un acercamiento. Lo bueno de Dios y lo bueno de la Legión, es ser políticamente neutrales.

San Juan Pablo II, se refirió a los seres humanos como «espíritus encarnados». Somos espíritus que vivimos y actuamos a través de cuerpos. El peligro es que nos centremos demasiado en las necesidades de estos últimos e ignoremos que el espíritu profundo que hay en nosotros es la fuente de todo lo que sucede o no sucede en el mundo. El espíritu interior, de cada persona fue creado para ser una fuente de amor, alegría, ánimo y afirmación para los demás. Fuimos creados a imagen de Dios, para llevar su presencia. El alma fue creada, para ser noble y buena. Pero también puede ser tan frágil y vulnerable, tan herida, que el miedo y la inacción se apoderan de ella. Y a menudo se convierte en un centro de odio, indiferencia, interés propio, sospecha u otras formas de negatividad. De ahí surgen todo tipo de males

Permítanme terminar resumiendo lo que quería decir: lo que nos preocupa es el alma individual. Solo la gracia de Dios, puede alcanzar el centro más profundo de cada uno de nosotros. La tarea de los legionarios, es buscar almas. Pero primero debemos preparar nuestras propias almas, para convertirnos en portadores de Dios, para los demás. Solo con la ayuda del Espíritu Santo, podremos tocar tantas almas heridas por la falta de amor en el mundo. El objetivo de la Legión, es la gloria de Dios, a través de la santidad de sus miembros, que así pueden tocar las almas y derrotar a los espíritus del mal que amenazan al mundo.

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