martes, 23 de abril de 2024

lunes, 8 de abril de 2024

martes, 2 de abril de 2024

Frank Duff


Oración para la Beatificación
del Siervo de Dios
Frank Duff

Dios Padre nuestro, tu que inspiraste a tu Siervo Frank Duff, con un profundo entendimiento en el misterio de tu Iglesia, el Cuerpo de Cristo, y el lugar de María la Madre de Jesús en este misterio.

Queriendo compartir esta comprensión con los demás y en filial dependencia con María el formó la Legión, para ser un signo de su amor maternal por el mundo y un medio de enlistar a todos su hijos en la obra evangelizadora de la Iglesia.

Nosotros te agradecemos Padre, por las gracias concedidas por él y por los beneficios recibidos a la Iglesia desde su valiente y ardiente fe.

Con plena confianza te pedimos que a través de su intercesión nos conceda la petición que ahora ponemos ante Tí...

También te pedimos Padre que si es en conformidad con tu voluntad, la santidad de su vida sea reconocida por la Iglesia para la gloria de tu Nombre. Por Jesucristo Nuestro Señor
Amén


Con aprobación eclesiástica

Agradecemos nos envíen la información de algún favor recibido por la intercesión de Frank Duff


mailto:Concilium@legion-of-mary.ie
El Concilium, Legión of Mary,
Morning Star Avenue,
Brunswick Street,
Dublin 7 Ireland

Frank Duff


Frank Duff, es el Fundador de la Legión de María, nació en Dublín, Irlanda, el 7 de junio de 1889. Fueron sus padres John Duff y Susan Freehill. Fue el primer hijo de la pareja.

Tuvo dos hermanos y cuatro hermanas. La familia fue profundamente cristiana y unida, consolidada en una tradición arraigada de fidelidad a la Iglesia y a su tierra natal que todavía estaba bajo el dominio extranjero. El frecuentó el Colegio Belvedere de los Jesuitas y después la Escuela de Blackrock, de los padres del Espíritu Santo dónde terminó brillantemente su formación intelectual. El padre se retira por enfermedad y Frank se encarga de sostener a la familia. Gana el primer lugar en un concurso nacional para el Ministerio de las Finanzas.


En octubre de 1913 (con 24 años) entra en La Conferencia de San Vicente de Paúl, acompañando al trabajo apostólico con una intensa vida oración: La Misa , el rezo del Rosario completo, la meditación, y el Oficio Divino completo (1917), la lectura espiritual. Llega a tres horas diarias de oración.

El descubre el Tratado de la Verdadera Devoción a María de Griñon de montfort no lo entiende ni está de acuerdo. En una visita casual al Monasterio Cisterciense de Monte Melleray, descubre los fundamentos teológicos de la Mariología. El vuelve a leer a Luis María Griñon de Montfort, debate su doctrina con el Consejo de Auxiliares de los Vicentinos que él había fundado en la Casa de Myra House. Todos se entusiasman. En agosto se consagra una tarde al estudio y reflexión de la doctrina mariana. Ellas oyen maravilladas el informe de la visita de un vicentino a un hospital pobre y le piden a Frank que organice también para ellas visitas similares.

Acuerdan la primera reunión el 7 septiembre de 1921. Inconscientemente, fundaron la Legión de María. Frank intenta mejorarla y le da el rasgo actual. No consigue la aprobación diocesana. Cuando la Legión se abre a todos los hombres en el mundo, la oposición diocesana es absoluta. La acusan de ser anticlerical. Frank intenta hablar con Pío XI. Pero ellos no le dejan.


Entonces con una recomendación del jefe de Gobierno y del Nuncio Apostólico consigue hablar con Pío XI, que bendice la nueva asociación y Su Santidad hace votos por su extensión en el mundo. La diócesis no cede. Cuando en 1940 Frank empieza a publicar en la revista de la Legión el trabajo de las muchachas de la calle y su rehabilitación callejera, el obispado prohíbe la revista. - Sin embargo, la Legión se difunde por el mundo, Irlanda, Escocia, Inglaterra, Australia, India, Estados Unidos de América, etc.


- Hoy el Concejo Internacional maneja muchos Consejos Superiores en el mundo entero; el Manual se traduce en varios idiomas. Los Miembros Activos son muchísimos y los Auxiliares más – Interrogado sobre la continuación de la Legión después de su muerte, Frank contestó: “Yo no sé. Una cosa puedo decir: si se desvía su espiritualidad en un mínimo la Legión se derrumbará como un castillo de naipes". - Murió el 7 de noviembre de 1980. - El 4 de junio de 1996 la causa de su canonización fue introducida por el Arzobispo de Dublín.

Edel Quinn


ORACIÓN
Jesús, modelo y autor de toda santidad. Tú que infundiste en el alma de tu sierva, Edel Mary Quinn, el espíritu de mortificación y amor  de tu cruz, y olvido de sí misma  y el total  abandono en tus adorables manos, e inflamaste su corazón en el celo ardiente por la  salvación   de  las  almas; dígnate, si es de Tu  adorable beneplácito, hacer brillar a los ojos de los cristianos estas virtudes practicadas  en grado heróico por tu  sierva, para que  señalen   el verdadero y  único camino  de sal­vación a  cuantos te   reconocen por Maestro, y alienten y estimulen en el apostolado a cuantos como  ella  militen  a  la  sombra  de  la  enseñanza glo­riosa de la  Inmaculada en la Legión de María. Así sea.

Oración compuesta por el  Eminentísimo Cardenal Carlos María de la Torre Arzobispo de Quito. 

LEGIONARIA DE MARÍA

Edel Quinn, nació en Irlanda el 14 de septiem­bre de 1907. Por equivocación se le dio el nombre de Edel. El deseo de sus padres fue que se llama­ra Adela, pero el sacerdote que la bautizó enten­dió “Edel”/ alusión abreviada a la preciosa flor de los Alpes que los alemanes llaman Edelweiss.
En realidad, todo había de ser fantástico en la vida de esta muchacha irlandesa, natural del con­dado de Cork. En el colegio fue capitana de criket, se distinguía como excelente jugadora de golf y de tenis y por su habilidad en el baile.

El propósito de Edel, de hacerse religiosa clarisa tropezó con el serio obstáculo de una enfermedad por la cual el médico ordenó dieciocho meses de descanso, que los cumplió en un sanatorio. Cum­plido el término de su curación, reanudó su vida normal y poco después, en una peregrinación a Lourdes, organizada por la naciente Legión de Ma­ría, conoció las excelencias de esta organización.

A su regreso a Irlanda entró como miembro activo de la Legión de María; más tarde la nombraron Presidente de un Praesidium o centro de ese movimiento mi­sionero. El alma generosa de Edel quería darse de lleno a María al servicio del Cuerpo Místico de la Iglesia, sus deseos fueron realizados cuando el Concilium Mariae Legionis (Consejo Supremo de la Legión ) la nombró enviada de la Legión al África Central.

En Mombasa desembarcó el 13 de noviembre de 1936, y a despecho de su enfermedad y de diver­sos obstáculos, logró establecer la primera Curia o Consejo de la Legión en Nairobi en el mes de abril de 1937. De Vicariato en Vicariato llevó su mensaje legionario hasta llegar a !as islas Zanzí­bar y Mauricio en el Océano Indico.

El Vicario Apostólico de Zanzíbar escribía:
Edel es una muchacha extraordinaria, valiente, decidida, llena de celo y muy optimista. Ha reco­rrido grandes extensiones del territorio del África. De entre los misioneros que conozco Edel Quinn, es ella quien posee más experiencia que ninguno, constituyendo la gloria de su país.

Después de ocho años de apostolado admirable, que en realidad parece una novela, Edel Quinn, cayó herida de muerte, como el soldado heróico en el frente de batalla. Exhaló su último suspiro el 12 de mayo de 1944 a los 37 años de edad. A pesar de la extremada debilidad de su cuerpo, y desahuciada por los médicos, por la tuberculosis, hizo ver hasta que grado de heroísmo debe llegar todo legionario y en breve se convirtió en una figura legendaria.

El Cardenal Secretario de Estado de Su Santidad envió un cable del Vaticano a Dublín, centro de la Legión, comunicando la noticia de su sensible fa­llecimiento.

Mons. Leen, Arzobispo de la Isla Mauricio escri­be de ella: “Estoy convencido de que no tardará en introducirse su causa de beatificación y canoni­zación”. La vida espiritual de Edel Quinn, llegó sin duda alturas heroicas.

El triunfo alcanzado por sus esfuerzos fue sencillamente maravilloso y aún me atrevería casi a calificarlo de milagroso, frente a las dificultades con que se encontró y cuya su­peración exigió de ella, un valor verdaderamente heróico.

El proceso canónico se encuentra ya en Roma, con óptimas perspectivas. Las gracias que se atri­buyan a su intercesión pueden enviarse a:

El Concilium, Legión of Mary,
Morning Star Avenue,
Brunswick Street,
Dublin 7 Ireland

Alfonso Lambe

Oh Dios que por tu infinita misericordia inflamaste el corazón de tu Siervo, Alfonso Lambe con un amor ardiente por ti y por Maria, Nuestra Madre; un amor que se reveló en una fe expresada en trabajo, oración y sacrificio intenso por la salvación de las almas, concédenos, si es tu voluntad, que podamos obtener, por su intercesión, lo que no podemos obtener por nuestros propios méritos.
Te lo pedimos por los méritos de Jesús Cristo, Nuestro Señor. Amen
(con aprobación eclesiástica)

Agradecemos envíen la información de algún favor recibido por la intercesión de:
Alfonso Lambe
mailto:Concilium@legion-of-mary.ie
El Concilium, Legión of Mary,
Morning Star Avenue,
Brunswick Street,
Dublin 7 Ireland
Tel: +353 1 872 3153       Fax  +353 1 872 6386
Alfonso Lambe

El Siervo del Dios, Alfonso Lambe, (conocido como Alfie) nació en Tullamore, Irlanda en las fiestas de San Juan Bautista, el viernes, 24 de junio de 1932, durante el Congreso Eucarístico Internacional en Dublín. Como San Juan él fue un precursor - el precursor de la Legión de Maria, que el Papa Paulo VI describió como "el movimiento más grande que se ha establecido para el bien de las almas desde la era de las grandes órdenes religiosas". Después de pasar un período de su juventud en el noviciado de los hermanos cristianos irlandeses, él tuvo que dejarlo debido a su delicada salud, él encontró su vocación en la Legión de Maria, y fue designado Enviado en 1953. Con su aprobación, él se fue para Bogotá, Colombia en las fiestas de Nuestra Señora del Monte Carmelo (el 16 de julio). Por casi seis años trabajó en promover la Legión de Maria en Colombia, Argentina, Ecuador, Uruguay y el Brasil. Después de una enfermedad corta pero grave, murió en Buenos Aires en las fiestas de Santa Inés el 21 de enero de 1959.

Dios le había concedido grandes dotes naturales, una personalidad que atrajo almas al servicio y al amor del Dios, un entusiasmo contagioso, y una facilidad para aprender los idiomas, que le permitieron lograr rápidamente fluidez en español y en portugués.

Durante su estadía en América del sur él fundó una gran cantidad de ramas de la Legión de Maria, y entrenó a una gran cantidad de apóstoles en la Legión. Su devoción a Maria fue excepcional, y en sus contactos con los legionarios les explicaba e impulsaba la práctica de
la Verdadera Devoción a Nuestra Señora.

Lo enterraron en el mausoleo de los hermanos cristianos irlandeses, en el cementerio de la Recoleta, en Buenos Aires.

lunes, 1 de abril de 2024

Allocutio Concilium Legion de María marzo 2024

 Allocutio Concilium Legión de María
La Encarnación, el Ángelus, El Acies

P. Paul Churchill, Director Espiritual de Concilium

No podemos pasar nunca por alto la importancia de la Encarnación. Es el gran momento de la historia en el que Dios, se unió a su Creación y habitó entre los hombres, incluso entre los animales, viviendo con un cuerpo hecho del barro de la tierra. El Te Deum de la Iglesia lo expresa así: "Cuando tomaste nuestra naturaleza para salvar a los hombres, no rehusaste nacer en el seno de la Virgen".

Esa palabra "anonadarse" evoca en mí el siguiente pensamiento. No nos resulta fácil comprender lo que este paso supuso para Dios. Puedo sugerir como posible imagen actual que podría arañar la superficie de lo que esto significó para Dios: si alguien que vive un cómodo estilo de vida de clase media en el 1er Mundo optara por vivir en Haití o Gaza o Sudán. ¿Veo alguna mano levantada en esas comunidades para dar ese paso? Lo que hizo nuestro Señor, al venir entre nosotros para ser tratado tan vergonzosamente como lo hizo, fue realizar un acto aún más humilde que el que podría hacer una persona acomodada al trasladarse a uno de los países más pobres. Pero, para demostrar su compromiso, eligió nacer en un establo y morir en una cruz. Como comentaba santa Catalina de Siena, sólo un gran amor puede explicar que alguien dé un paso así.

La Segunda Persona de la Santísima Trinidad, al hacer la voluntad de su Padre, contó también con la ayuda de la Tercera Persona de la Trinidad, el Espíritu Santo de amor. Ese Espíritu creó un lugar para que la Segunda Persona se posara y se conectara. La conocemos como María. Como señaló Frank Duff, ella está tan cerca del Espíritu Santo de amor que, sin dejar de ser pura criatura, es la expresión perfecta del Espíritu Santo. De este modo, el Espíritu Santo preparó en María, el lugar adecuado para que el Dios que llegaba pudiera aterrizar suavemente y hacer su morada entre los hombres. Ella, con su acogida y su amor, hizo que se sintiera como en su casa, ayudada naturalmente por San José.

Celebramos este gran acontecimiento en la oración que llamamos el Ángelus. Es la oración que conmemora el gran acontecimiento de la historia, el momento en que Dios, afirmó su Creación y a nosotros mismos. En cierto modo, eso es lo que celebramos en Navidad, a Dios entre nosotros. Pero el momento de mayor genialidad es la Encarnación, la mayor obra de ingeniería, el momento de la unión hipostática, cuando Dios, se conectó con nosotros y comenzó a compartir nuestro camino.

Para nosotros, ovejas descarriadas, tiene que ser nuestro momento redentor. Nos da el ancla firme de la fe y la esperanza de que Dios, amó tanto al mundo que nos envió a Jesús. Y el Ángelus nos brinda cada día la oportunidad de reflexionar sobre ello y dar gracias a Dios, por el don que nos ha ofrecido. No estoy pasando por alto la muerte y la Resurrección de Cristo, sino que son la continuación de ese primer paso de Cristo entrando en nuestro mundo. Ese "Heme aquí Señor, vengo a hacer tu voluntad" de Hebreos (10,5-10) comienza radicalmente en ese descenso del Cielo de la segunda Persona de la Trinidad y continúa a lo largo de toda su misión. Y con Él, en esa misión, la Creación adopta una disposición semejante por medio de Aquella que representa la Creación y la Humanidad: "Hágase en mí según tu palabra".

Por eso es muy apropiado que nosotros, en la Legión, hagamos también nuestro gran acto de compromiso en ese día, es decir, la fiesta de la Encarnación, o tan cerca de ella como sea posible. El Acies, la gran ceremonia anual de todos los legionarios, nos brinda la oportunidad de unirnos a María en su acto de cooperación total con el Dios entrante. Uniéndonos a ella e identificándonos lo mejor posible con su fiat, también nosotros nos abrimos al Dios entrante para que pueda encarnarse en nosotros. Como diría San Patricio, a quien celebramos hoy: "¡Cristo en todos los ojos que me ven, en todos los oídos que me oyen, en todos los corazones que piensan en mí!". Cuanto más ofrezcamos a María nosotros mismos, mejor se hará realidad en nuestro mundo todo lo que Cristo significa.

"Soy toda tuya mi Reina y Madre, y todo lo que tengo es tuyo". Esa es la disposición de todos en la Legión de María. Permitimos que Ella, entre nosotros, que sabe mejor cómo responder a Dios, tome nuestra ofrenda y la utilice para la gloria de Dios. Acudimos a ella porque, en cierto modo, somos indignos de acudir a Dios. Queremos imitar lo mejor posible la humildad de María. Sabemos que tenemos muy poco. Pero también es justo que nosotros, que somos miembros pecadores de la Creación, nos alineemos con Ella, la sin pecado de la humanidad, que, en nombre de todos nosotros, dijo "Sí" a Dios. Ella, que organizó a los sirvientes en Caná, puede tomar nuestra ofrenda de agua y hacer que su hijo la convierta en el mejor vino.

Por eso, os pido a todos que celebréis el Acies con la mejor disposición e intenciones. E incluso si sois conscientes de que vuestros corazones no son perfectos, ofreced vuestro servicio a Ella, refugio de los pecadores, porque, al fin y al cabo, Ella es la que hizo posible que Dios viniera entre los hombres e hizo que Nuestro Señor convirtiera el agua en vino. Ella puede hacerlo por todos nosotros. Amén.

Elogios del Rosario por Santos e Insignes Varones 22 enero 2024

Imprimir  archivo pdf:  Elogios del Rosario



Texto tomado del libro:
OBSEQUIO A MARÍA
EL SANTO ROSARIO
Revdo. P. ANSELMO DEL ALAMO Sch. P.
Editorial O F F O Madrid



 

Los Siete Dolores de la Virgen marzo 2024



 

San Luis María de Ligorio, Ejemplo que narra, en su libro Las Glorias de María

Extracto del libro: Rodrigo Correa Ángel OFS









 

Para Reflexionar, marzo 2024

 Archivo para implrimir: Para Reflexionar




Cita del Dia

María, y su gran himno de alegría de María

El Magnificat, que está inspirado en numerosos pasajes del Antiguo Testamento, especialmente en el cántico de Ana (1 Sam 2,1-10), celebra la bondad y la misericordia de Dios hacia los individuos y hacia Israel, en su conjunto, enfatizando que Dios, viene en ayuda de los pobres y sencillos, más que de los orgullosos y autosuficientes.

Cuando rezamos el Magnificat, especialmente en las Vísperas de la Iglesia, también nosotros, como María, recordamos las grandes obras que Dios, ha realizado en la historia y en nuestra propia vida. Al atesorar estas cosas en nuestros corazones, que nosotros, como María, seamos inspirados una vez más para hablar a todos de la esperanza y la alegría que tenemos.

 Monseñor Joseph Murphy, Secretaría de Estado, Vaticano


El Santo Rosario ilustrado


El Santo Rosario

Es una plegaria Cristocéntrica porque se contempla la vida de Jesús mientras se oran las Aves Marías. Al iniciar se hace la Señal de la Cruz, se reza el Credo, luego se entona la lectura de cada Misterio y entre cada uno de ellos se ora 1 Padre Nuestro, 10 Aves María y 1 Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Al concluir se reza La Salve, las 3 Aves Marías intercalando la jaculatoria: Oh María Concebida sin pecado Rogad por nosotros que recurrimos a vos y un Padre Nuestro por las intenciones del Papa Francisco
Misterios Gozosos
Lunes y sábados

1er: LA ENCARNACIÓN

El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". (Lc. 1,28)




2do: VISITACIÓN

Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, 1:42 exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! (Lc. 1,41-42)



3°ro: EL NACIMIENTO DE JESÚS

y María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en
pañales y
lo acostó en un pesebre, porque no había lugar
para ellos en el
albergue. (Jn. 2, 7)


4°to: LA PRESENTACIÓN EN EL TEMPLO

Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor.(Lc.2, 22)





5°to: EL NIÑO PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO
Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. (Lc. 2,46)

Misterios Luminosos
Jueves

1°ro: BAUTISMO DE JESÚS
Y se oyó una voz del cielo que decía: "Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección". (Mt. 3,17)


2°do: REVELACIÓN DE JESÚS
EN LAS BODAS DE CANÁ

2:11 Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él. (Jn.2,11)

3°ro: EL ANUNCIO DEL REINO DE DIOS
"El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia". (Mc.1, 15)

4°to: LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

Desde la nube se oyó entonces una voz que decía: "Este es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo". (Lc. 9, 35)





5°to: LA INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA

Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin. (Jn 13,1)


Misterios Dolorosos
Martes y Viernes

1°ro: LA ORACIÓN EN EL HUERTO


En medio de la angustia, él oraba más intensamente, y su sudor era como gotas de sangre que corrían hasta el suelo. (Lc.22, 44)



2°do: LA FLAGELACIÓN


Pilatos mandó entonces azotar a Jesús.
(Jn.19, 1)

3°ro: CORONACIÓN DE ESPINAS
Luego tejieron una corona de espinas y la colocaron
sobre su cabeza, pusieron una caña en su mano derecha y,
doblando la rodilla delante de él, se burlaban, diciendo:
"Salud, rey de los judíos".
(Mt. 27,29)


4°to: JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS
Jesús, cargando sobre sí la cruz, salió
de la ciudad para dirigirse al lugar llamado "del Cráneo",
en hebreo, "Gólgota". (Jn.19, 17)


5°to: LA CRUCIFIXIÓN Y MUERTE
Jesús, con un grito, exclamó: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu".
Y diciendo esto, expiró. (Lc. 23, 46)




Misterios Gloriosos MIERCOLES Y DOMINGO
1°ro: LA RESURRECCIÓN
Pero él les dijo: "No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el
Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían puesto. (Mc. 16, 19)


2°do: LA ASCENSIÓN
Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios.

3°ro: LA VENIDA DEL ESPIRITU SANTO
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía expresarse. (Hch. de los Ap. 2, 4)


4°to: LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. (Ap. 12,1)


5°to: LA CORONACIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA
 
Al verla, todos a una, la elogiaron y le dijeron: "¡Tú eres la gloria de Jerusalén, tú el gran orgullo de Israel, tú el insigne honor de nuestra raza! (Judith 15, 9)

Apareció en el cielo una gran señal: una mujer envuelta en el sol como en un vestido, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza. (Ap 12,1)

ALEGORÍAS del ROSARIO

¿QUE ES EL ROSARIO?


 I.—Una CADENA misteriosa, formada con es­labones de confianza, que nos une indisolu­blemente al Corazón de la Madre de Dios y de los hombres.


II.—GUIRNALDA de fragantes rosas, obsequio de nuestro afecto sincero a la doncella siempre Virgen.


III.—COLLAR de perlas valiosísimas, engastadas por el cariño de los hijos en el pecho de su MADRE, como prenda de amor
reco­nocido.


IV.—MANOJO de pétalos olorosos, desprendi­dos del Corazón purísimo de MARÍA para desinfectar las morbideces del «fango he­cho hombre».



V.—ANZUELO providente para sacar a las al­mas pecadoras de las profundidades del abismo de la culpa.


VI.—ACUEDUCTO de salvación, por donde nos vienen las gracias del cielo que fluyen del Corazón de nuestra Madre y Señora para refrigerar los incentivos del pecado.


VII.—FLAGELO de la justicia de Dios, para hu­millar al enemigo de las almas y arrebatar de sus garras a las víctimas de la desespe­ración.


VIII.—LLAVE de oro que infaliblemente nos abre las puertas del Corazón de MARÍA, san­tuario donde moró la DIVINIDAD.


IX.—IMÁN poderosísimo que atrae a las almas desorientadas por los halagos del mundo y las pasiones hacia el Corazón Inmacu­lado de MARÍA.


XI.—ARCHIPIÉLAGO de islas de paz y ventura donde reposa y descansa el hombre pere­grino de la vida y de sus miserias, porque ha encontrado allí
«las primicias de la ale­gría».


XI.—ARCHIPIÉLAGO de la VIDA, que produ­ce frutos sazonados y abundantes de sal­vación en cosecha ininterrumpida.


XII.—ARPA salterial de MARÍA, donde resuenan los cánticos y alabanzas a LA MADRE de parte de sus hijos en sucesión perenne de melodías dulcísimas.


XIII.—TERMÓMETRO fidelísimo que señala el ar­dor y celo de nuestro amor y veneración a la MADRE y VIRGEN siempre fiel.


XIV.—VÍA LÁCTEA de rutilantes estrellas que ilu­mina el camino de la santidad e indica la ruta luminosa que conduce a la PATRIA.


XV.—MAROMA potentísima que amarra la frá­gil barquilla de nuestra existencia a los brazos seguros y amorosos de nuestra MADRE.



XVI.—RIENDAS suavísimas de MARÍA, que con­ducen con dulzura y eficacia a los hijos fieles para que no los extravíen las pa­siones desbocadas de nuestras
vidas locas.


XVII.—CREMALLERA de santificación, para unir apretadamente las almas al seno inmacula­do de la MADRE del Amor Hermoso y de la Santa Esperanza.


XVIII.—TORRE ALMENADA de paz y de defensa, refugio seguro de las almas fieles contra las asechanzas del demonio, del mundo y de la carne.


XIX.—VOLANTE de dirección, para conducir con seguridad y sin tropiezo hasta las mansio­nes de la Patria eterna.


XX.—ALJABA de innumerables flechas, temibles para el enemigo, que proporciona al que las lleva la seguridad de su invencibilidad en la batalla.


XXI.—RED de finísimas mallas, donde quedan prendidos para su salvación los pobres pe­cadores, víctimas de todas las tormentas y resacas de la vida.


XXII.—ROSAL florido y hermoso, cuyos pétalos embalsaman la atmósfera de este destierro hasta convertirlo en antesala del paraíso.


XXIII.—GIRASOL esplendoroso y benéfico, que marca y señala la dirección del Sol de la GRACIA, CRISTO JESÚS, para disfrutar de sus rayos protectores y santificantes.


XXIV.—GRÚA de eficacia poderosa para trasladar las misericordias de DIOS hasta las nece­sidades e indigencias del corazón humano.

 

XXV.—ANILLO de múltiples irisaciones, que anuda nuestro desposorio con la verdadera devo­ción a la Madre de toda MISERICORDIA.


XXVI.—PULSERA inmaculada, que señala y cuenta las pulsaciones de nuestro fervoroso reco­nocimiento y gratitud a la Virgen sin man­cilla.


XXVII.—SARTAL de cuentas para valorar los latidos de nuestro amor agradecido a la REINA que roba los corazones.


XXVIII.—ESCALERA de múltiples peldaños, formada por los brazos de MARÍA, que nos eleva pronto y rápidamente hasta el PARAÍSO de DIOS.


XXIX.—SALVAVIDAS segurísimo de la salud eter­na, por el que flotan y hallan la salvación tantos náufragos del proceloso mar de la existencia humana.


XXX.—ANCORA dé salvación para el pecador an­gustiado que nos sujeta en las horas amargas al Corazón fidelísimo de la Madre Buena.


XXXI.—ESTRIBO de la misericordia de MARÍA, en el que se apoyan hasta saltar a la Vida bienaventurada los pobres pecadores des­esperados.


XXXII.—POLEA potentísima con que suben hasta la máxima perfección las almas tibias, débiles y enfermas.


XXXIII.—LAMPARA votiva que en la presencia de Dios ofrece continuamente sus destellos de alabanza y gloria en nombre de todas las criaturas.


XXXIV.—SURTIDOR maravilloso que derrama en llu­via benéfica todas las gracias que se esca­pan de las manos benditas de la TESORE­RA de los tesoros de Dios.


XXXV.—LÁTIGO torturador para Satanás y sus se­cuaces, en manos de los siervos fieles y humildes de la ESCLAVA.


XXXVI.—ASCENSOR continuo y seguro de nuestras aspiraciones a la Patria y al TRONO de la Santísima Trinidad.


XXXVII.—ARCO IRIS de prometedoras esperanzas, que anuncia nuestra reconciliación con el Padre, y está formado por los dones del ESPÍRITU SANTO, su Esposo.


XXXVIII.—NORIA de innumerables arcaduces, para sacar el agua de las gracias y bendiciones del piélago de la Inmensidad de Dios.


XXXIX.—RODAMIENTO de bolas saludables en mo­vimiento continuo, para conseguir la feli­cidad de los hijos del dolor y del destierro.

XL.—PALMERA airosa del desierto de la vida, que cobija bajo la sombra bienhechora a los pobres peregrinos desorientados.



XLI.—CINGULO de pureza y santidad, que nos une indisolublemente a la Madre del AMOR : HERMOSO y CASTO.



V XLII.—LIBRO misterioso donde DIOS tiene escritos a los predestinados a su Gloria y a la má­xima santidad.


XLIII.—REFLECTOR para irradiar y calentar a las almas tibias, en especial a las que se ol­vidan de sus deberes de consagración a DIOS.


XLIV.—HONDA eficacísima en manos de MARÍA para derribar a los GOLIAT del pecado y perseguidores más sutiles de la Iglesia.


XLV.—RULETA de sorpresas infinitas para alegrar el corazón de los humanos con toda suer­te de obsequios y regalos de su corazón maternal.


V XLVI.—DIADEMA de gemas preciosas para coro­nar a MARÍA como Omnipotencia suplican­te y dispensadora de todas las gracias.


XLVI I.—HALO de santidad que refulge y destella la BENIGNIDAD de MARÍA y nos hace agradables a Dios con sus resplandores.


XLVIII.—TALISMÁN que conjura las asechanzas y sortilegios del enemigo infernal en su lucha por la perdición de las almas.


XLIX.—BROCHE de gratitud y fidelidad que en­garza incesantemente nuestros dedos en la segura confianza que nos da nuestra MA­DRE en la hora postrera.


L.—CORONA de GLORIA que colocamos agradecidos y confiados en las sienes de nues­tra bendita MADRE, como REINA del UNI­VERSO y EMPERATRIZ de cielos y tierra


Obsequio a María
EL SANTO ROSARIO 
Anselmo del Álamo SCH.P.
(Pags. 17 -21)

BREVE HISTORIA DEL ROSARIO

 
Infestando la herejía albigense el Sur de Francia con gran daño de las almas y peligro para la per­manencia en las conciencias de las verdades más fun­damentales de la FE CATÓLICA, es  piadosa creencia que Santo Domingo de Guzmán, viendo los escasos frutos de conversión que producía con sus predica­ciones, impetró de la Santísima Virgen María un mé­todo o medio de obtener resultados más positivos y duraderos
 La misma Madre de Dios inspiró al santo esta devoción, que tan maravillosamente conjuga la medita­ción de las verdades más fundamentales de la Vida de Nuestro Señor y los misterios más
 trascendentes de su Santísima Madre, con la sencilla recitación del Padrenuestro y el Avemaria.

Solía el santo reunir al pueblo en las plazas y en los templos, y después de una instrucción doctrinal pertinente sobre las verdades de la FE les invitaba a recitar un número determinado de veces la salutación angélica, y de esta forma encomendar a la gracia y eficacia del amor y compasión de María el fruto de la predicación. Los resultados fueron maravillosos. Y muy pronto se hizo popular esta devoción y la adoptaron los compañeros del santo y después los más insignes devotos de María.


En la mente del glorioso Santo Domingo quería que el rezo del santo Rosario fuera para los seglares lo que el rezo del Oficio Divino para los sacerdotes y religiosos obligados a coro, o sea el DEBER principal de alabanza y glorificación a Dios por medio de su Santísima Madre; por eso él le denominó el «salterio mariano».


El Beato Raimundo de Capua, que fue confesor y director espiritual de Santa Catalina de Sena y nos dejó de ella su admirable y devota biografía, impuso pocos años después a su famosa «MILICIA DE CRIS­TO», una especie de Asociación Católica de aquellos tiempos, fundada por él, la obligación de la meditación de los misterios principales de nuestra RELIGIÓN y la recitación de los Padrenuestros y Avemarias, que poco a poco se fueron concretando en 150. Para re­citarlo completo se valían de coronas o cuentas en­garzadas, que ya se usaban desde muy antiguo, con finalidad similar, entre los anacoretas de Egipto.



Posteriormente, el Beato Alano de Roche fijó defi­nitivamente la forma de rezarlo, como hoy lo hace­mos. A él confió la Santísima Virgen unos favores para los que todos los días ofrezcan este obsequio delicadísimo al Corazón de la Madre de todos los creyentes.



Los Sumos Pontífices han enriquecido esta devoción con las gracias y privilegios más extraordinarios y la han enaltecido con las alabanzas más elogiosas. Ur­bano IV le llama el «incremento de los cristianos»; San Pío V, «la disipación de toda herejía»; Clemente VIII, «la salud de todos los fieles»; Sixto V dijo que había sido «inspirado por el ESPÍRITU SANTO para utilidad de la Religión Católica»; Paulo V, «la caja de cauda­les de todas las gracias»; Pío IX, que era «el Evange­lio compendiado y que es la devoción más hermosa, más rica en gracias y más agradable al Corazón de MARÍA». Al Papa León XIII se le llamó, por antono­masia, el PAPA DEL ROSARIO, y le dedicó, junto con la festividad, todo el mes de octubre, y decía que era «el conjuro más eficaz para disipar todos los peligros que amenazan al mundo», y el Papa actual, en su última Carta Apostólica sobre la devoción del Rosa­rio, nos recuerda que «es como un emblema y ban­dera augural de paz en los corazones para todas las gentes humanas» (Carta Apost. 29 sept. 1961).



¿Y qué alabanzas y elogios no le han prodigado todos los santos? Son pléyade los que lo han estima­do, extendido y enseñado como la devoción más hermosa y delicada que podemos ofrecer a Nuestra Madre. Además de Santo Domingo de Guzmán, su fundador y propagador principal, San Vicente Ferrer, San Alfonso María de Ligorio, que afirmaba «que entre los obsequios que se tributan a María, ninguno le es tan agradable como el Santísimo Rosario; San José de Calasanz lo legó a todos sus hijos como tes­tamento y última voluntad; San Luis Grignon de Montfor le prodigó tales alabanzas que rayan en lo in­creíble; San Antonio María Claret, según sus piadosas manifestaciones, fue escogido por la misma Reina del Cielo para restaurar y propagar en nuestra Patria esta devoción, decaída en el siglo anterior, lo mismo que en Francia lo fue para el siglo XV el Beato Alano de la Roche, a quien la Virgen María le señaló como principal adalid para propagarla y extenderla por todas partes, diciendo de ella que «era un arma po­derosísima para extirpar las herejías, un instrumento el más apto para arrancar los vicios y plantar las virtudes y un medio seguro para alcanzar la miseri­cordia de Dios», según se lo había revelado igual­mente al mismo FUNDADOR. Y a él en especial le prometía que aquellos que fueran fieles y constantes en rezar su Santo Rosario «obtendrían alguna gracia especial —disfrutarían en el cielo de una gloria su­perior a los demás elegidos—, no morirían sin recibir los Santos Sacramentos y los sacaría pronto del Pur­gatorio». Pero para obtener y disfrutar estos privile­gios y hacernos dignos de las demás magníficas pro­mesas que la misma MADRE DE DIOS prometió al Beato para los devotos del Santo Rosario, «es me­nester, añadió, que el que me sirva no se canse, que el que me ame no se enfríe en mi amor y persevere en ofrecerme este obsequio hasta que venga a unirse conmigo en el Paraíso». (Tomado de «Le T. S. Rosaire de la Mere de Dieu», del V. G. Ma. Sarnelli, capítu­los V y VI.)




LAS QUINCE MAGNIFICAS PROMESAS DE LA VIRGEN

 A LOS DEVOTOS DEL ROSARIO


I.El que me sirva, rezando diariamente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.

II.Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.


III.El Rosario será un fortísimo escudo de de­fensa contra el infierno, destruirá los vi­cios, librará de los pecados y exterminará las herejías.


IV.El Rosario hará germinar las virtudes y también hará que sus devotos obtengan la misericordia divina, sustituirá en el cora­zón de los hombres el amor de Dios al amor del mundo y los elevará a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este medio se santificarán!


V.El alma que se me encomiende por el Ro­sario no perecerá.


VI.El que con devoción rezare mi Rosario, con­siderando sus misterios, no se verá oprimido por la desgracia ni morirá de muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador; perseverará en la gracia, si es justo, y en todo caso será admitido a la vida eterna.


VII.Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los auxilios de la Iglesia.


VIII.Quiero que todos los devotos de mi Rosa­rio tengan en la vida y en la muerte la luz y la plenitud de la gracia y sean partícipes de los méritos de los bienaventurados.


IX.Libraré pronto del purgatorio a las almas devotas del Rosario.


X.Los hijos verdaderos de mi Rosario goza­rán en el cielo de una gloria singular. XI.Todo lo que se pidiere por medio del Rosa­rio se alcanzará prontamente. XII.Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.


XIII.Todos los cofrades del Rosario tendrán por hermanos en vida y en la muerte a los bienaventurados del cielo.


XIV.Los que rezan mi Rosario son todos Hijos míos muy amados y hermanos de mi uni­génito Jesús.


XV.La devoción al Santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.




INDULGENCIAS GENERALES QUE PUEDEN LUCRAR TODOS LOS QUE LO RECEN





La Sagrada Penitenciaría Apostólica, con fecha 2-1-53, ha publicado el Sumario completo de todas las Indulgencias del Rosario. Las concedidas a todos los fieles son:




1.         Indulgencia plenaria, cuantas veces recen el Santo Rosario ante el Santísimo Sacramento, expuesto o reservado.




2.         Indulgencia plenaria dos veces al mes en la forma acostumbrada, a los que recen en fami­lia diariamente, durante un mes, una parte del Rosario.




3.         Indulgencia plenaria  el  último  domingo  de cada mes, siempre que en compañía de otros hayan rezado una parte del Rosario, al menos
tres veces por semana en las precedentes.




4.         Indulgencia plenaria una vez al año, el día que se prefiera, para todos los que rezándole todos los días lo hagan con un rosario bendecido por un Padre Dominico u otro facultado para ello:




5.         Indulgencia plenaria a todos los que en pú­blico o en privado lo recen en la fiesta del Santísimo Rosario (7 de octubre) y en toda la octava.




6.         Indulgencia plenaria si, pasada la octava de la fiesta, lo rezan durante el mes al menos diez días.




7.         Indulgencia de cinco años cada vez que se rece una parte del Rosario.




8.         Indulgencia de diez años una vez al día a los que en compañía de otros, en público o priva­do, recen una parte del Santo Rosario.




9.         Indulgencia de siete años en cualquier día del mes de octubre a todos los que lo recen fer­vorosamente, en público o privado.






Nota: Las indulgencias concedidas se refieren a una parte del Rosario, y se pueden sepa­rar las decenas con tal que se rece el Ro­sario durante el día natural. Todas las in­dulgencias son aplicables a los difuntos. Las indulgencias plenarias son concedidas con las condiciones acostumbradas, esto es, confesión dentro de la semana anterior o posterior, comunión sacramental, visita de una iglesia u oratorio público y rogar por la intención del Sumo Pontífice, bastando para cumplir esta última condición un Padre nuestro, Ave y Gloria.





ELOGIOS TRIBUTADOS AL SANTO ROSARIO POR LOS SANTOS Y

MAS INSIGNES VARONES




I.Ningún obsequio es más agradable a la Santísima Virgen, entre todos los que se le tributan, que el Santísimo Rosario.


San Alfonso María de Ligorio.


II.Dichosas las familias que todos los días rezan el Santo Rosario; la Santísima Vir­gen les obtendrá gracias en vida, gracias en la hora de la muerte y gloria extraordinaria en la Patria celestial.
San Antonio María Claret.
III.El Rosario es una espada llameante y una armadura impenetrable que nos pondrán a cubierto de los más temibles asaltos del mundo, del demonio y de la carne, y nos harán vencedores de todos los enemigos.
Beato Alano de Roche.
IV.Son verdaderamente devotos míos y están predestinados a la gloria todos los que rezan con afecto y devoción el Santo Rosario. Hasta ahora no se ha condenado nin­guno, ni se condenará en adelante si ha sido verdaderamente devoto de mi Rosario.
La Santísima Virgen al V. P. Hoyos.
V.Mientras viva rezaré el Rosario, y a falta de labios lo haré con el corazón.
San Pablo de la Cruz

VI.El Rosario es la mejor devoción para el pueblo cristiano.
San Francisco de Sales.

VII.El Rosario es un breviario completo del Evangelio, dividido en quince decenas, que recuerdan otros tantos misterios y expresan las grandes fases de la Redención: el gozo, el dolor y la gloria.
V. Williajn Faber.
VIII.El Rosario es la oración más divina.
San Carlos Borromeo.
 
IX.—Si queremos socorrer eficazmente a las almas del Purgatorio, encomendémoslas a María ofreciéndole el Rosario: porque después de la Misa no hay oración más poderosa para aliviarlas.
San Alfonso  María de Ligorio.
X.Cada misterio es una preciosísima joya, es una obra maravillosa de inestimable valor e incomparable belleza, como obra del Es­píritu Santo y de la Divina Sabiduría.
 
Padre Meschler.
XI.Guardaos de mirar como vulgar y, según algunos sabios orgullosos, pequeña y de poca importancia la práctica del Santo Ro­sario; es verdaderamente grande, sublime y divina.
 
San  Luis  Grignon  de  Montfort.
XII.El Rosario es un compendio de teología impregnado de dulce devoción. Una práctica eficaz de la presencia de Dios. Un medio poderoso para realizar la Comunión de los Santos.
Padre Faber
Tomado del "OBSEQUIO A MARÍA EL SANTO ROSARIO"
por el Rvdo. P. ANSELMO DEL ALAMO SCH. P
(Pgs:117 a 124)