lunes, 1 de abril de 2024

La Legión a los corresponsales (Tomado de la revista Maria Legionis)

Corresponsales presentación
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 (folleto)

La Legión a sus corresponsales

Prácticamente desde su fundación, la Legión ha necesitado de corresponsales. Una vez que se extendió fuera de su ciudad natal, los fundadores no podían estar en contacto directo y personal con cada grupo. Sin embargo era siempre su deseo el mantener su unidad y el contacto con una autoridad central. Cada Praesidium entrega a la Curia, por lo menos una vez al año, un informe sobre su actividad, el espíritu de los miembros, ele. La Curia " a su vez envía a su Consejo Superior, cada mes, co­pia del Acta de su última reunión y copias de todos los informes presentados en dicha reunión. Correspondía al Secretario del Consejo Superior recibir toda esa correspondencia, revisarla y después comunicar por escrito sus impresiones, cualquier crítica constructiva, sugerencias y recomendaciones, ideas nuevas, etc. Está claro que este trabajo era demasiado para una sola persona. El Concilium Legionis en Dublín, tiene por ejemplo entre Senatus, Comitia y Curiae, más de cuatrocientos "consejos afiliados. El Senatus de Caracas tiene entre Curiae y Comitia, más de cuarenta consejos afiliados, todos fuera de la ciudad de Caracas.

Para mantener la unión y el contacto íntimo entre el Consejo Superior y sus consejos afiliados, la Legión, tiene un cuerpo de corresponsales. Son miembros activos de Praesidia preferible- mente con experiencia como Oficial, por lo menos de un Praesidium que se comprometen voluntariamente a atender todos los pedidos, la correspondencia, y en general ser el representante de un consejo ante el Consejo Superior.

El Manual, en el Cap. 20 N. 1 punto 15 dice lo siguiente: Un consejo que se ve precisado a confiar a un no oficial una porción considerable del trabajo requerido para el desempeño de sus funciones de superintendencia y correspondencia podrá autorizar a dichas personas para que asistan a las juntas del Consejo y tomen parte en las deliberaciones, pero sin el derecho a votar”. Queda claro entonces que el corresponsal no es Oficia de un consejo, ni tiene derecho a votar en la asambleas (Si él a su vez es Oficial de algún praesidium a dicho consejo, tiene el derecho a votar como Oficial,  pero no  corno  corresponsal). El buen corresponsal debe velar por todas las necesi­dades y dificultades de su consejo y a la vez ser sincero y fiel al presentar su informe ante el Consejo Superior, él es nombrado por el Consejo Superior y a él, le debe lealtad y obediencia. (Para nombrar un corresponsal no es necesaria una votación. Los Oficiales de un consejo al ver la necesidad de conseguir un corresponsal para atender a un consejo afiliado, escoge a un Legionario responsable y de confianza. Ellos tienen perfecto "derecho a cambiarlo cuando hallen motivos justificables.

Ser corresponsal dentro de la Legión de María es una responsabilidad grave. Se debe escoger para este trabajo a los legionarios rnás responsables y mejor formados. Deben ser personas que gozan de la confianza de los Oficiales del Consejo. Es deber del Secretario del Consejo, reunir mensualmente a los corresponsales, con la finalidad de formarles y capacitarles para su trabajo, tanto en su conocimiento del espíritu y las normas del movimiento legionario, como en tener una debida formación cristiana. Además es importante despertar en el Hno. Corresponsal un sentido de compromiso. No basta recibir las Actas cada mes y luego enviar una carta. Hay que lograr una entrega mucho más consciente. Que el corresponsal viva las dificultades y realidades de su consejo. El, a través de sus visitas y su correspondencia, tratará, de promover su consejo y darles lo mejor que tenga.. Es fundamental que su relación con el consejo llegue al plano humano, el corresponsal debe co­nocer su consejo y sobre todo a sus Oficiales y tratar de lograr una sincera amistad con ellos. Por otra parte no cebe pretender nunca, ser un gran sabio —su actitud debe ser otra— el quiere aprender, quiere comprender la situación del consejo, la realidad tan diferente que es trabajar en una ciu­dad capital y trabajar en un pueblo del interior del país. Debe siempre reconocer los esfuerzos de los demás y tratar de animarles. Una palabra de aliento, vale más que cincuenta regaños. Elevar siempre los pensamientos de los legionarios, su trabajo, su sacrificio su entrega no es solamente para los hombres. "Por eso nos fatigamos y luchamos pues tenemos puesta la esperanza en el Dios viviente. (1 Timoteo 4-10).

El Corresponsal ve y sirve en cada Oficial a su Señor Jesucristo. "Todo cuanto hicierais al más pequeño de mis hermanos, a Mi lo hicierais" (Mateo, 25-31). Siempre tendrá en cuenta que no va a visitar a un inferior, ni siquiera a un igual, sino a un superior. La falta de este espíritu de humildad es la que engendra ese aire de superioridad destructor de todo bien natural y sobrenatural. Es fácil que un corresponsal crea que sabe todo, que su consejo no trabaja, que hay que imponer tal o cual solución, a veces en una actitud muy poco Evangélica. Uno que actúe así, no logrará nada. El secreto de toda influencia es el amor. Cuando veamos en todos los que tratamos la Persona de Cristo, saltará la chispa del amor en nosotros. La Santísima Virgen desea ver prodigado al Cuerpo Místico, el mismo amor que Ella tuvo por su Hijo aquí en la tierra. El corresponsal puede estar seguro que Ella, transformará como en un fuego abrasador, su amor y entrega a su consejo.

Cuando llegue el momento en que el corresponsal tenga que actuar con firmeza, él tendrá el respaldo de la gracia.

El debe velar por la escrupulosa observancia del reglamento legionario. Debe llamarles la atención, cuando no lo están cumpliendo a cabalidad. La Legión es una organización con su espíritu y disciplina, no se pueden tolerar desviaciones indebidas. El Corresponsal tratará de orientar con caridad y firmeza, y si ve que en esta forma no obtiene ningún buen resultado por la actitud indiferente de los Oficiales, el debe proceder a exigirles su renuncia. Si algo nos ha enseñado la experiencia de los años trabajados aquí en Venezuela, es que la Legión no fracasará en ninguno de sus cuerpos si se le hace funcionar según el reglamento, pero es un sistema que puede perder su equilibrio si se suprime o se cambia cualquiera de sus partes. El Corresponsal será un fiel guardián del espíritu legionario.

ACTIVIDADES Y DEBERES DE UN

CORRESPONSAL 

1.  Asistir a la reunión mensual del Consejo Superior.

2.  Asistir a la reunión mensual del Grupo de Corresponsales.

3.  Atender cada mes su correspondencia. Visitar su Consejo.

1. —   ASISTIR A LA REUNION MENSUAL DEL CONSEJO SUPERIOR.

Cada corresponsal debe estar presente en la reunión mensual de su consejo (Senatus, Comitium, Curia). Muchas veces él asistirá de hecho corno Oficial de un Praesidium. Como corresponsal tiene perfecto derecho a participar en la reunión, con sus ideas, sugerencias, etc. Tornará nota sobre asuntos que puedan ser útiles y aprovechables en su consejo, trabajos nuevos, orientaciones concretas, etc. 

Cada tres meses presentará un informe sobre la actividad y la marcha de su consejo. Lo fundamental en este informe no es la actividad apostólica de los 'Praesidia, sino el espíritu que existe en el Consejo. Cada Consejo, es un miembro más de la gran familia legionaria' 'El Consejo Superior quiere saber sobre la buena, marcha de su consejo afiliado, el espíritu legionario existente entre ellos, el cumplimiento del reglamento, La regularidad y normalidad de sus reuniones, la unión entre todos los legionarios, programa de Extensión y cultivo, programa de formación espiritual y doctrinal, relaciones con las autoridades eclesiásticas, colaboración con otras organizaciones, actividad apostólica de los Praesidia, cultivo y formación de grupos juveniles, actividades «especiales para Peregrinado Pro-Christo, interés y participación en la vida del Consejo Superior, colaboración económica, la visita semestral a todos los Praesidia, reclutamiento y cuidado de los Socios Auxiliares, etc. Por último el Corresponsal aportará su experiencia y conocimiento por medio de su palabra en todas las reuniones del Consejo Superior.

2.—   ASISTIR A LA REUNION MENSUAL DEL GRUPO DE CORRESPONSALES,

Un deber importantísimo es éste. Todo grupo de corresponsales debe tener cada mes una reunión. La finalidad, es la formación de los mismos corresponsales y no tanto resolver problemas. Lo experiencia que tenemos hasta hoy, no es Favorable a este punto. Muchas veces los corresponsales no asisten, otras veces asisten pero pierden su tiempo en "puro formalismo". Aunque no quiero sistematizar la reunión con una Agenda invariable, sin embargo creo proponer algo corno lo siguiente:

Oraciones Preliminares.

informe de cada corresponsal sobre lo siguiente:

— Última carta enviada y archivada.

— Última  Acta recibida y archivada.

Algún problema especial.

La Catena.

Lectura y estudio de un Acta de un Consejo.

Lectura y estudio de una de las cartas enviadas.

Tema para las cartas del mes.

Puntos importantes de la última reunión del Consejo Superior.

Oraciones Finales.

Lo importante de todas maneras es aprovechar el tiempo. Las Actas recibidas o las cartas enviadas tienen normalmente muchos puntos que se pueden estudiar y resolver. El tema para las cartas del mes también es material para estudio. Si con el tiempo se quiere incluir otro tema, se puede hacer, pero la duración de la reunión normalmente no debe pasar de una hora. Lo importante de la reunión es formar a los corresponsales, ayudarles a "leer entre líneas" muchas veces lo esencial no está en lo escrito si no en lo que debiera estar escrito y no está.

Sobre todo para corresponsales nuevos es importante ayudarles con sus cartas. La carta mensual es de mucha importancia -debe ser un documento de impacto debe tener un mensaje claro y comprensible, No debe ser demasiado largo; máximo dos páginas El primer párrafo un saludo cordial y acusar recibo de las Actas. Después en el párrafo siguiente comentar las Actas, sugerencias prácticas, crítica constructiva, reclamo sobre los informes. En el párrafo tercero: debe ser para darles algunas noticias interesantes sobre la última reunión del Consejo Superior, sobre todo algún punto que debe ser comentado.

En el Boletín que luego será enviado a todos los Consejos y por último el cuarto párrafo será para dialogar sobre un tema importante. Normalmente debe ser el mismo tema que hubiere sido tratado en la reunión de equipo de los corresponsales. Se puede tratar sobre el mismo tema en varias cartas sucesivas si así lo amerita el caso.

La carta del corresponsal debe estar bien presentada, escrita en papel Oficial y con una copia para el Archivo. Igual se puede aprovechar el día de la reunión mensual del grupo para poner al día el archivo de cada consejo. No se debe permitir a ningún corresponsal llevar a su casa la carpeta de su consejo. Deben estar guardadas todas en un Archivo en las oficinas del Consejo Superior.

3. — ATENDER CADA MES SU CORRESPONDENCIA

Mensualmente el corresponsal debe recibir de su consejo, copia del Acta de su última reunión y copia de los informes de Praesidia. El revisa todo lo recibido con gran cuidado, después redacta su carta más o menos siguiendo las normas dadas en el punto anterior.

Por lo general los consejos no son muy puntuales con su correspondencia. El corresponsal debe darles el buen ejemplo en primer lugar y después exigirles un cumplimiento más formal. Sobre todo cuando el corresponsal es conocido personalmente en su consejo, será más fácil lograr la colaboración del Secretario. Cuando su consejo le haga preguntas o pida orientaciones sobre ciertos puntos, el corresponsal debe pensar bien su contestación y si no está muy versado en el punto, debe buscar la orientación de los Oficiales del Consejo Superior o del Jefe del grupo de los Corresponsales. Nunca debe olvidar lo siguiente, como corresponsal de un consejo, tiene en sus manos hasta cierto punto, la suerte de dicho Consejo. Si usted se interesa por ellos y trata de orientarles y formarles en el verdadero espíritu legionario, usted hará un bien notable. Seis años de experiencia me han enseñado que los buenos corresponsales tienen buenos consejos. ¡Por algo será!

Normalmente es el Secretario quien envía toda la correspondencia, y el corresponsal debe dirigirse al Secretario por lo general. Si hay un asunto especial, o la correspondencia está atrasada, se puede escribir al Hno. Presidente. A veces una carta al Director Espiritual es conveniente. Finalmente cuando usted como corresponsal reciba del Consejo Superior su 'boletín de comunicación mensual, planillas para Peregrinado, circulares noticias especiales, debe cuanto antes comunicarlas a su consejo y orientarles sobre la manera de atenderlas.

VISITAR A SU CONSEJO

Aquí no voy a entrar en detalles, en otro trabajo hecho a parte, he preparado unas orientaciones sobre la manera de aprovechar su tiempo en la visita a su Consejo. Esta visita es fundamental y debe hacerse cada seis meses. Hay sin embargo dos puntos que quisiera indicar aquí: Un corresponsal al visitar su Consejo no debe olvidar que el Consejo es un cuerpo autónomo, con vida propia. Sus Oficiales han sido electos por la mayoría de sus integrantes. La actitud de un buen corresponsal es de diálogo y mucha discreción. No debe tomar decisiones apresuradas. Sí encuentra cien problemas más vale tratar de corregir diez y dejar noventa que corregir los cien y no quedar bien con nadie. Las

palabras de optimismo y de estímulo deben estar siempre en sus labios. La corrección fraterna cuando hay que hacerla, se hará con gran caridad, y cuando se trate de alguno de los Oficiales, es mejor hacerla en privado y no ante toda la Asamblea. El corresponsal no debe imponerse nunca, ni pretender todas las respuestas. A veces crea buena impresión cuando el corresponsal dice que va a consultar con el Consejo Superior y después darles una orientación.

El segundo punto que quisiera nombrar es lo siguiente: el corresponsal cuando visita a su Consejo va como representante del Consejo Superior, los Hnos. legionarios van a estar pendientes de muchos puntos, la forma de comportarse, y de tratar a las personas, su unión con Cristo y su espíritu mariano, su espíritu de trabajo y su disposición a sacrificarse, su conocimiento del Manual y su habilidad para escuchar a los demás. El corresponsal debe dejar muy en alto el buen nombre del Consejo Superior, su actitud debe ser abierta hacia los demás, capaces de apreciar sus puntos de vista, y aceptar lo bueno y dialogar sobre lo negativo. Sobre todo en su trato con los Sacerdotes, debe co­municarles en palabras sencillas el espíritu de la Legión y su actualidad en el mundo moderno.

ALGUNAS CUALIDADES DE UN BUEN CORRESPONSAL

Ser hombre de fe -hombre cristiano- "creo ayudar a rni incredulidad" (Marcos 9-24). Tomar su responsabilidad con corrección pero con alegría. Tratar de comunicarse a los demás, en primer lugar saber adoptar una actitud de atención, saber "sintonizar" con el otro y después hablar y escribir según el nivel de sus oyentes. No buscar resultados rápidos, la impaciencia y el querer obtener resultados inmediatos son malos consejeros en ma­teria de formación. Estar siempre disponible, cuando venga un hermano de su Curia a la ciudad capital, dedicarle un rato, invitarle a su casa, a comer con su familia. Respetar a los demás, no debe imponerse nunca. La libertad de los hombres es un don de Dios y hay que respetarla. El corresponsal no puede tampoco adoptar una actitud de triunfalismo o procedimientos emocionales para conseguir sus fines. El primer paso y el más grande es ofrecer al otro su amistad, una actitud de apertura, buscando la voluntad de Dios a través de la luz del Espíritu Santo.

Es necesario pedir opiniones, hacer preguntas y plantear problemas," pero no dar soluciones anticipadas, es preferible dejar a los demás resolver sus propios problemas. Tratar siempre de promover a los demás, alabar la generosidad y entrega de ellos, alegrarse por sus éxitos, y animarles a que aspiren a una mayor rectitud de intención. Confiar en los demás, aceptar a veces sus iniciativas aunque sepamos que son ineficaces, saber repartir responsabilidad de un corresponsal para poner en marcha la Legión.

Finalmente el desinterés, no querer para uno los éxitos apostólicos. Ese desinterés del corresponsal, tiene su modelo "en Cristo, supone un pasar hambre (Mateo 12-1). Un no tener donde reclinar la cabeza (Lucas, 9-58). Es una actitud de ir siempre, detrás o en busca de la oveja perdida, sin pensar nunca que ya ha hecho bastantes esfuerzos; es buscarla hasta que la encuentre. (Lucas 15-4).

Por último, el Corresponsal tiene un modelo perfecto en la Virgen María, "se puso en camino con presteza fue a la montaña a una ciudad de Judá, y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel". (Lucas, 1-39).

"Hágase en mi según tu palabra". (Lucas, 1-35). El Corresponsal se orienta y se forma participando en la vida del Consejo Superior, luego pone al servicio de otro Consejo, su sabiduría y su amor al prójimo.

 

 


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