lunes, 8 de abril de 2013

2 FINALIDAD

La Legión de María tiene como fin la gloria de Dios por medio de la santificación personal de sus propios miembros mediante la oración y la colaboración activa bajo la dirección de la jerarquía- a la obra de la Iglesia y de María: aplastar la cabeza de la serpiente infernal y ensanchar las fronteras del reinado de Cristo.
 
Después de contar con la aprobación del Concilium, y dentro de los límites prescritos por el Manual Oficial de la legión, ésta se pone al servicio del obispo diocesano y del cura párroco, para cualquier obra social o de acción católica que, a juicio de dichas autoridades, pueda contribuir al bien de la Iglesia, y esté al alcance de los legionarios. Sin el consentimiento del párroco o del Ordinario, jamás emprenderán los legionarios ninguna de esas obras en una parroquia.
 
Por “ordinario” se entiende en estas páginas “el ordinario del lugar”: el obispo de la diócesis u otra autoridad eclesiástica competente.
 
a) El fin inmediato de la colaboración de los seglares en el apostolado de la Jerarquía coincide con el fin apostólico de la Iglesia, es decir: evangelizar y santificar a los hombres y formar cristianamente su conciencia, de suerte que puedan imbuir de espíritu evangélico las diversas comunidades y los diversos ambientes.
 
b) Los seglares al cooperar según su condición específica con la Jerarquía, ofrecen su experiencia y asumen su responsabilidad en la dirección de estas organizaciones, en el examen cuidadoso de las condiciones en que ha de ejercerse la acción pastoral de la Iglesia, y en la elaboración y desarrollo de los programas de trabajo.
 
c) Los seglares trabajan unidos a la manera de un cuerpo orgánico, de forma que se manifieste mejor la comunidad de la Iglesia y resulte más eficaz el apostolado.
 
d) Los seglares ya  -se ofrezcan espontáneamente, ya sean invitados a la acción y a la directa cooperación con el apostolado jerárquico-, obran bajo la dirección superior de la misma Jerarquía, la cual puede sancionar esta cooperación incluso por un mandato explícito” (AA, 20).

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