viernes, 4 de julio de 2025

El Regalo de la Voluntad de Dios, julio 2025

 Imprimir Archivo pdf: El Regalo de la Voluntad de Dios

ALLOCUTIO por el FR. BEDE McGREGOR O.P. (Q.E. D.)

Director Espiritual del Concilium

 (Mayo 2015)

El Regalo de la Voluntad de Dios 

El Papa Francisco, dijo recientemente que como católicos nos preparamos para celebrar el extraordinario Año Santo de la Misericordia y recoge la obra de Dante y nos sirve como una guía espiritual. Tal vez, algunos legionarios en muchas partes de este mundo extenso de nuestra Legión, no puedan tener acceso a este gran poeta italiano, pero déjenme tomar sólo una cita famosa que me va a dar el tema de este Allocutio: 'La Voluntad de Dios, es nuestra paz.

 

Por supuesto, este tema no sólo es fundamental para la poesía de Dante; es el centro dinámico de la vida de Jesús y de María. Y si uno lee y ora el Manual, verá que el tema es abrumador y en  última instancia, siempre buscamos y hacemos la voluntad de Dios. La Legión, tiene que ver con el plan de Dios, para la creación, Su plan de Redención y cooperación con la providencia es amoroso por la salvación de todas las almas. Debe ser obvio que la Legión y cada legionario individualmente no quieran hacer otra cosa que la voluntad de Dios. ¿Por qué eso? Pues bueno, Dios es infinitamente bondadoso  y amoroso y Él, no puede disponer otra cosa sino lo que es lo mejor para nosotros. A veces, debido a nuestras limitaciones humanas, no podemos ver la voluntad de Dios, en las circunstancias y eventos que parecen ser incomprensible totalmente negativos, dolorosos e irracionales, sin embargo lo que Dios, quiere o permite sólo puede estar finalmente para nuestro máximo beneficio. Esta es nuestra fe, esta es nuestra verdad, que Dios, no puede hacer otra cosa más que amar. Que Dios, no sólo tiene amor, Dios es el amor.

 

Jesús, explica que Él, vino a la tierra sólo para hacer la voluntad del Padre, y en su agonía en el Huerto Él, clama: 'Hágase tu voluntad' a pesar del terrible sufrimiento que esto implicaría. Fue precisamente a través de esta obediencia a la voluntad de Dios, hasta el final en la cruz, que se logró la salvación de la humanidad y por lo tanto el mejor bien posible que se le puede ofrece ahora a la humanidad. Y cuando el Señor nos enseña a orar, el corazón de su oración es, hágase tu voluntad. Nunca puede haber oración más sublime que esas cuatro pequeñas palabras. No siempre será fácil decir esta oración. Puede haber momentos en los que se puede requerir una gran cantidad de gracia y de heroísmo. En esos momentos, donde la comprensión deja de ser operativa, cuando estamos en la oscuridad total, esta oración, se vuelve sublime y los beneficios para nosotros mismos, para la Iglesia y para el más allá, serán incalculables. Tal vez debemos aprender a rezar esta oración en los momentos menos dramáticos de nuestra vida, para que cuando surjan las situaciones más difíciles, ese profundo hábito de la devoción a la Voluntad de Dios, nos sea de gran ayuda.

 

Pero pasemos ahora a María. Como era de esperar, la oración más decidida de María, es también, hágase tu voluntad. Su gran "Sí" a la invitación de Dios, para ser la Madre de Dios, también incluyó  un "Sí" para el plan total de Dios, para Ella, y también para todos nosotros. Ella, también nos enseña la misma verdad de Caná: "Haced lo que Él, os diga que hagan." Por supuesto también  destacamos que con la Cruz de Jesús, consintió y cooperó por su gran deseo de la salvación del mundo. No fue fácil para Ella, ni tampoco era fácil para su hijo, el orar, hágase tu voluntad... Nos dirigimos a María, para que nos ayude a compartir su dedicación total a la voluntad de Dios, en todas las circunstancias posibles.

 

En el mes de mayo, pensamos mucho en la gran legionaria, la Venerable Edel Quinn. Recientemente hemos estado re-leyendo las Notas Espirituales de Edel, y me encuentro que ella, pone todo más simple de lo que les he estado tratando de decir en este Allocutio. Ella, escribe: "Todo lo que Él, permite es bueno. En todas las circunstancias debemos saber que Dios, quiere que hagamos su voluntad " Una y otra vez.

 

Si, Nuestro Señor, pasó treinta años en la obediencia y en la dependencia de María, sabiendo que era la voluntad de su Padre, ¿qué mejor ejemplo tenemos? Unidos a Él, le pedimos a María, que nos enseñe amar y a cumplir la Voluntad de Dios, todos los días, y en todas las circunstancias de nuestra vida. "Para decirlo suavemente, no siempre fue fácil para  Edel, decir esa oración debido a su mala salud y las constantes dificultades de una laica misionera en África, en ese momento. En su oración ella, no trató de cambiar la voluntad de Dios, a su propia voluntad y deseo, sino más bien doblegó su voluntad, a su voluntad y deseo. Fue sin duda la tenacidad de su fe, en la pura bondad de la voluntad de Dios, el secreto de su  conocida alegría y la serenidad habitual que siempre conservó ella. Le damos gracias a Dios, por darnos legionarios que son un gran ejemplo para las filas de la propia Legión y principio fundamental de su vida interior.

 

Permítanme concluir con una cita de la oración del Beato Charles de Foucault,  que nos podría ayudar en nuestros esfuerzos para apreciar el regalo de la Voluntad de Dios, cada vez más profundamente:

Padre, me pongo en tus manos.

Haz de mí lo que quieras,

Sea lo que sea, te doy gracias

estoy dispuesto a todo,

lo acepto todo, con tal que

tu voluntad se cumpla en mí

y en todas tus criaturas.

No deseo más, Padre.

Te confío mi alma,

te la doy con todo mi amor.

Porque te amo

y necesito darme a Ti,

ponerme en tus manos,

sin limitación, sin medida,

con una confianza infinita,

porque Tú, eres mi Padre.

 


No hay comentarios: