EL MÁS HERMOSO Y VALIOSO DE LOS REGALOS

“Dios, infinitamente Perfecto y Bienaventurado
en sí mismo, en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para
que tenga parte en su vida bienaventurada. Por eso, en todo tiempo y en todo
lugar, está cerca del hombre. Le llama y le ayuda a buscarlo, a conocerle y a
amarle con todas sus fuerzas. Convoca a todos los hombres, que el pecado
dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia. Lo hace mediante su Hijo que
envió como Redentor y Salvador al llegar la plenitud de los tiempos. En él y
por él, llama a los hombres a ser, en el Espíritu Santo, sus hijos de adopción,
y por tanto los herederos de su vida bienaventurada.” (Catecismo de la Iglesia Católica, Prólogo-punto 1)
En la historia de la humanidad
hay grandes momentos, al igual que en nuestra propia vida, pero ninguno puede
compararse con el regalo que Dios ha dado al mundo: su propio Hijo, Jesús. Es
un acto de amor gratuito, que parte de Él, no hay mérito nuestro que reclame
ese don. Brota de su Amor, de su Misericordia. Y ese regalo sigue dándosenos,
ofrece esperanza y redención a toda la humanidad, ofrece la posibilidad de
reconciliación con Dios y la promesa de vida eterna.
El regalo de Jesús nos ofrece la vida eterna, un don que supera cualquier riqueza o posesión terrenal. Es un regalo que nos conecta con Dios, nuestro Creador y Padre. Al aceptar este regalo, nos abrimos a una relación profunda y duradera con Dios, una relación llena de amor, paz y esperanza. Un Regalo que Transforma la Vida. Aceptar este regalo que es Jesús, es un acto de fe que nos transforma totalmente, que cambia nuestra vida. Al agradecer su sacrificio, encontramos perdón, esperanza y otra manera de ver la vida. El amor de Jesús nos libera de la culpa, el miedo, el desánimo, la cobardía.., al darnos la certeza de que somos amados y valorados por Dios. Jesús, el regalo de Dios para el mundo, es un tesoro que debemos apreciar profundamente. Y descubrir esto, es descubrir el Misterio de Navidad. Jesús nació en la humildad de un establo, de una familia pobre (Lc 2, 6-7); unos sencillos pastores son los primeros testigos del acontecimiento. En esta pobreza se manifiesta la gloria del cielo ( Lc 2, 8-20). (punto 525 del Catecismo de la Iglesia Católica). "Hacerse niño" con relación a Dios es la condición para entrar en el Reino (Mt 18, 3-4); para eso es necesario abajarse (Mt 23, 12), hacerse pequeño; más todavía: es necesario "nacer de lo alto" (Jn 3,7), "nacer de Dios" (Jn 1, 13) para "hacerse hijos de Dios" (Jn 1, 12). El Misterio de Navidad se realiza en nosotros cuando Cristo "toma forma" en nosotros (Ga 4, 19). Navidad es el Misterio de este "admirable intercambio" (punto 526 del Catecismo de la Iglesia Católica).
Equipo del Boletín
Legión de María – DICIEMBRE - 2025


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