sábado, 26 de septiembre de 2009

Tema del Congreso del Comitium Anunciación




El padre Ignacio Beltrán, sacerdote Monfortiano, nos dirigió el 26 de septiembre del presente año, el Congreso realizado por el Comitium Anunciación y la temática la compartimos con todos ustedes:
FUNDAMENTOS TEOLÒGICOS DEL CULTO A MARÍA

El mundo sufre una grave enfermedad, que se llama la superficialidad. Este fenómeno se da a todo nivel.
Por consiguiente desafortunadamente también toca la esfera espiritual y ronda en la entraña misma de la fe, la devoción a María.
Qué importante es trazar algunos lineamientos que nos ayuden a descubrir las bases sobre las cuales descansa la auténtica devoción a la madre de Dios.

La doctrina mariana de S. Luis M. de Monfort ofrece pistas seguras para encontrar la solidez teológica de la devoción a María.
No faltan quienes sin embargo afirman, que la mariología de Monfort adolece de graves exageraciones. Nada más equivocado. La mariología monfortiana es una doctrina auténticamente Cristo-céntrica, como la que más.

Hoy me permito ir como a la médula de la doctrina de Monfort y poner sobre el tapete los conceptos teológicos que animan toda su doctrina.
No quiero hacer comentarios sobre su doctrina, sino extraer de sus obras y concretamente del Tratado de la Verdadera Devoción, los principios, sobre los cuales descansa toda su espiritualidad.

Escuchemos a Monfort que expone la:
Primera verdad: Jesucristo fin último de la Devoción a María.

“Jesucristo es el alfa y la omega; el principio y el fin de todas las cosas…pues solo en Cristo permanece toda la plenitud de Dios. S. Pablo en (col 2;9) dice: “solo en Cristo hemos sido Beneficiados con toda clase de bendiciones espirituales” (ef.1.3)
Basado en la s. Biblia, dice Monfort textualmente, (v.d. 61)
Jesús es el único maestro que debe enseñarnos,
el único Señor de quien debemos depender,
la única cabeza a la que debemos estar unidos,
el único modelo al que debemos ASEMEJARNOS,
el único médico que puede curarnos,
el único pastor que debe apacentarnos,
el único camino que debe conducirnos,
la única verdad que debemos creer,
la única vida que debe vivificarnos,
el único todo que puede bastarnos.

Dios no nos ha dado otro fundamento de salvación fuera de Jesucristo.
Todo edificio que no está construido sobre esta roca firme, Cristo, y se apoya en tierra movediza se derrumba infaliblemente tarde o temprano.
Dicen los hechos de lo apóstoles en 4,12: ”fuera de él, no hay salvación. pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres ningún otro nombre por el que podamos ser salvos”
Quien no está unido a Jesucristo como el sarmiento a la vid, caerá, se secará y lo arrojarán al fuego. (Jn. 15, 6 )
En cambio, si permanecemos en Jesucristo y Jesucristo en nosotros, no pesa sobre nosotros condenación alguna.
Por tanto si establecemos la sólida devoción a la Santísima Virgen, es solo para establecer más perfectamente la de Jesucristo y ofrecer un medio fácil y seguro. Si, la devoción a la Virgen apartara de Jesucristo habría que rechazarla como devoción diabólica.

En una oración personal que Monfort hace a Jesús dice: ”Tu Señor estás siempre con María y María esta siempre contigo y no puede existir sin ti. María está tan íntimamente transformada en ti por la gracia, que ella ya no vive, ni es nada., solo tú lo eres todo.”

Corresponde a nosotros en este momento, contemplar a Cristo nuestro principio y fin; será que en mi vida ¿él, es mi único todo? ¿no hay otras cosas que me esclavizan? ¿Cuál es mi actitud frente a las cosas terrenas?

Monfort se retrata en esta oración, que decía diariamente: "Oh Jesús que vives en María, ven a vivir en nosotros tus siervos con tu espíritu de santidad, con la plenitud de tus dones, con la perfección de tus caminos, con la realidad de tus virtudes, con la comunión de tus misterios. Domina en nosotros sobre todo poder enemigo por tu Espíritu Santo por la gloria de Dios Padre Amèn.


Segunda verdad: debemos revestirnos de Jesucristo.

De lo que Jesucristo es para nosotros, debemos concluir, con Pablo: (1 Cor. 3,23; 6,19,20) que ya no nos pertenecemos a nosotros mismos sino que somos totalmente suyos como sus miembros y esclavos , comprados con el precio infinito de toda su sangre (1 pedro1,18 y 19).
Antes del bautismo pertenecíamos al demonio como esclavos. Ahora por el bautismo el Espíritu Santo nos compara: a:
1. Árboles plantados junto a la corriente de las aguas de la gracia, en el campo de la Iglesia que debe dar fruto en el tiempo oportuno (sal 1,3).
2. Los sarmientos de una vid cuyo tronco es Cristo y que deben producir sabrosas uvas. (Jn. 15,5)
3. Un rebaño, cuyo pastor es Jesucristo y que debe multiplicarse y producir leche (Jn. 10,1 ss)
4. Una tierra fértil cuyo agricultor es dios y el la cual se multiplica la semilla y produce el 30, 60 y el 100 por uno. (Mt. 3,8)
Nada hay entre los hombres que le haga pertenecer más a otros que la esclavitud. nada hay tampoco entre los cristianos que nos haga pertenecer más completa-mente a Jesucristo y su santísima madre, que la esclavitud aceptada voluntad- mente a ejemplo de Jesucristo que por nuestro amor tomó forma de esclavos (Fip 2,7) de la Santísima Virgen que se proclamó Servidora y Esclava del Señor.
Podemos pues conforme al parecer de los santos y de mucho varones insignes, llamarnos y hacernos esclavos de amor de la Santísima Virgen María, a fin de serlo más perfectamente de Jesucristo.
La Virgen Santísima es el medio del cual se sirvió el señor para venir a nosotros.
Es también el medio del cual debemos servirnos para ir a el. Pues María no es, como las demás criaturas que si nos apegamos a ellas pueden separarnos de dios en lugar de acercarnos a el.
La tendencia más fuerte de María es la de unirnos a Jesucristo su hijo; y la más viva tendencia del hijo es que vayamos a el por medio de su santa madre.
No veamos en esto ninguna imperfección, de parte de Cristo.

Tercera verdad: debemos revestirnos del hombre nuevo Jesucristo.

Nuestras mejores acciones quedan de ordinario manchadas e infectadas a causa de las malas inclinaciones que hay en nosotros.

Cuando se vierte agua limpia y clara en una vasija que huele mal, o vino en una garrafa maleada por otro vino, el agua clara y el buen vino se dañan y toman fácilmente el mal olor.
Del mismo modo cuando dios vierte en nuestra alma infectada por el pecado original y actual, sus gracias y rocíos celestiales, o el vino delicioso de su amor… sus bienes se deterioran y dañan ordinariamente a causa de la levadura de malas inclinaciones que el pecado ha dejado en nosotros y nuestras acciones aún inspiradas por las virtudes más sublimes se resienten de ello.
Es por tanto de suma importancia para alcanzar la perfección, liberarnos de lo malo que haya en nosotros. de lo contrario nuestro señor que es verdaderamente santo y detesta la menor mancha en el alma, rechazará de su presencia y no querrá estar unido a nosotros.

Nuestras acciones aún las más inspiradas por la virtudes mas sublimas se resienten de ello.
Para vaciarnos de nosotros mismos, debemos, en primer lugar, conocer bien con la luz del Espíritu Santo nuestras malas inclinaciones, nuestra incapacidad, nuestra debilidad y nuestra inconstancia. el pecado de nuestros primeros padres nos perjudicó a todos totalmente. nos dejó agriados, e engreídos e infectados como la levadura, agria, levanta e infecta toda la masa en que se pone.

Tenemos por única herencia el orgullo, el endurecimiento del corazón, la concupiscencia y las enfermedades del cuerpo.
Somos por naturaleza más soberbios que los pavos reales, más apegados a la tierra que los sapos, más envidiosos que las serpientes, más glotones que los cerdos, más coléricos que los tigres, más perezosos que las tortugas, más frágiles que las cañas y más inconstantes que las veletas.
Siendo ello así, porqué maravillarnos de que nuestro señor haya dicho, que quien quiera seguirlo debe renunciase a sí mismo y odiar su propia vida? Mt. 16,24; mr. 8,34 y 35. y que el que ama su alma la perderá y quien la odia la salvará?
Si no morimos a nosotros mismos y si nuestras devociones a la Sma. Virgen no nos llevan a esta muerte necesaria y fecunda, no produciremos frutos que valgan la pena y nuestras devociones serán inútiles.

Todas nuestras obras de virtud, quedarán manchadas por el egoísmo y la voluntad propia.
De ahí la necesidad de escoger entre las devociones a la Santísima Virgen la que nos lleva más perfectamente a morir al egoísmo.

Porque no hay que creer que es oro todo lo que brilla, ni miel todo lo dulce, ni el camino más fácil y lo que practica la mayoría, es lo más eficaz para la salvación.
Así como hay secretos naturales, para hacer en poco tiempo, con pocos gastos y gran facilidad, ciertas operaciones naturales, también hay secretos en el orden de la gracia, para realizar en poco tiempo, con dulzura y facilidad, operaciones sobrenaturales: para liberarte del egoísmo, llenarte de dios y hacerte perfecto.

Cuarta verdad: María facilita el encuentro personal con Cristo.

Es más perfecto porque es más humilde, no acercarnos a dios por nosotros mismos, sino acudir a un mediador.

Estando tan corrompida nuestra naturaleza, como se acaba de demostrar, si nos apoyamos en nuestros propios esfuerzos, habilidad y preparación, para llegar hasta dios y agradarle, ciertamente nuestras obras de justificación, quedarán manchadas o pesarán muy poco delante de dios para comprometerlo a unirse a nosotros y escucharnos.
Pero no necesitamos acaso, un mediador, ante el mismo mediador? Bastará nuestra pureza para unirnos a él directamente y por nosotros mismos?
No es él, acaso igual en todo a su padre y por consiguiente el santo de los santos, digno de respeto como su padre?

Si por amor infinito se hizo nuestro fiador y mediador ante el padre, para aplacarlo y pagarle nuestra deuda, será esto razón para que tengamos menos respeto para con su majestad y santidad?
Digamos abiertamente con San Bernardo, que necesitamos un mediador ante el mediador mismo y que la excelsa María es la más capaz de cumplir este oficio caritativo. Por Ella vino Jesucristo a nosotros y por ella nosotros debemos ir a Él.
Si tememos ir directamente a Jesucristo-Dios a causa de su infinita grandeza y de nuestra pequeñez o pecado, imploremos con filial osadía la ayuda e intersección de María, Nuestra Madre, ella es tierna y bondadosa.
Quinta verdad: llevamos el tesoro de gracia en vasijas de barro

Es muy difícil dada nuestra pequeñez y fragilidad, conservar las gracias y tesoros de Dios… porque:
1. Levamos este tesoro, más valioso que el cielo y la tierra, en vasijas de arcilla ( 2 Cor. 4,7) en un cuerpo corruptible, en un alma débil e inconstante, que por nada se turba y abate.

2. Los demonios ladrones muy astutos, quieren sorprendernos de improviso para robarnos y desvalijarnos. Espían día y noche el momento más favorable para ello, nos rodean incesantemente para devorarnos (1pe. 5, 81) y arrebatarnos en un momento- por un solo pecado- todas las gracias y méritos logrados en muchos años.
Su malicia, su pericia, su astucia y número deben hacernos temer infinitamente esta desgracia ya que personas más llenas de gracia, más ricas en virtudes, más experimentadas y elevadas en santidad que nosotros, han sido sorprendidas robadas y saqueadas lastimosamente.
Cuantos cedros del Líbano y estrellas del firmamento cayeron miserablemente y perdieron en poco tiempo su elevación y claridad.

Y ¿cuál es la causa? No fue falta de gracia, que dios a nadie la niega. Es la falta de humildad. Se consideraron capaces de conservar sus tesoros. Se fiaron de sí mismos y se apoyaron en sus propias fuerzas. Creyeron bastante segura su casa, lo suficientemente fuertes sus cofres para guardar el precioso tesoro de la gracia; pero por faltar la humildad, se presentó un saqueo lamentable.

3. Es difícil perseverar en la gracia, a causa de la increíble corrupción del mundo. Corrupción tal que es prácticamente imposible que los corazones no se manchen. hasta el punto de que es una especie de milagro, que una persona se conserve en medio de este torrente impetuoso… sin ser arrastrada por él, en medio de este torrente impetuoso, sin anegarse o ser saqueada por los piratas y corsarios, en medio de esta atmósfera viciada.
Esa corrupción causa estragos tan grandes que más de uno se deja llevar por esa avalancha desenfrenada y hostil.
Solo la Virgen contra quien nada pudo la serpiente, hace este milagro en favor de aquellos que sirven lo mejor que pueden.

LA VERDADERA DEVOCIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN

LAMENTABLEMENNTE HAY ENTRE NOSOTROS, NO POCAS DESVIACIONES CON RESPECTO A LA DEVOCIÓN A LA S. Virgen. HAY QUE RECONOCER QUE HAY FALSAS DEVOCIONES MARÍA.
ENTONCES CONVIENE ANOTAR CLARAMENTE LAS CONDICIONNES QUE DEBEN REALIZARSE, PARA QUE NUESTRA DEVOCIÓN A MARÍA SEA VERDADERA.
SON CINCO LAS CONDCIONES, QUE DEBE REALIZAR NUESTRA DEVOCIÓN A MARÍA PARA QUE SEA VERDADERA:

1. INTERIOR.

PARA QUE SEA UNA DEVOCIÓN INTERIOR, DEBE PROCEDER DEL ESPÍRITU Y DEL CORAZÓN.
NO ES VERDADERA LA DEVOCIÓN QUE SOLO VIENE DE PRÁCTICAS EXTERIORES.
ALGUNOS CREEN SER DEVOTOS DE MARIA, POR EL –SOLO- HECHO DE PRENDER VELAS, LLEVAR ESCAPULARIOS, MEDALLAS O CUADROS.
NI SIQUIERA EL HECHO DE CELEBRAR CON POMPA EXTERIOR SUS FIESTAS, SIGNIFICA QUE SE TENGA UNA VERDADERA DEVOCIÓN MARIANA. SOLO ES VERDADERA LA DEVOCIÓN QUE SALE DEL CORAZÓN.

2. TIERNA.

ES DECIR, LLENA DE CONFIANZA EN LA S. VIRGEN, COMO LA CONFIANZA DE UN NIÑO CON SU QUERIDA MADRE.
COMO EL NIÑO PEQUEÑO CONFÍA PLENAMENTE EN SU MADRE Y DEPENDE EN TODO DE ELLA, ASÍ DEBEMOS SER NOSOTROS CON NUESTRA QUERIDA MADRE DEL CIELO.
CONFIANZA, SENCILLEZ Y DEPENDENCIA, SON LAS CUALIDADES QUE REBELAN VERDADERA TERNURA PARA CON MARÍA Y QUE POR LOMISMO DENOTAN DEVOCIÓN VERDADERA.
EN LAS DUDAS, INSEGURIDADES, CAÍDAS… AHÍ DEBEMOS HACER PRESENTE A MARÍA. ELLA NO PUEDE FALTAR EN TODAS LAS NECESIDADES DE TODO TIPO, TIEMPO Y LUGAR. ELLA ES EL RECURSO NECESARIO, EN TODAS LAS EVENTUALIIDADES DE LAV IDA.

3. SANTA

DEBES LLEVAR A EVITAR EL PECADO E IMITAR EN TODO A ESA BUENA MADRE.
DEVOCIÓN QUE NO PRETENDA EVITAR EL PECADO, PRACTICAR LA VIRTUD E IMITAR A MARÍA, ES FALSA.
LA MEJOR SEÑAL DE QUE SE ES VERDADERO DEVOTO DE MARÍA, SE TIENE CUANDO NOS ESFORZAMOS SINCERAMENTE POR SER SENCILLOS, HUMILDES, VERACES, PUROS, CARITATIVOS, PACIENTES Y PIADOSOS.
SI MARÍA PRACTICÓ ESAS VIRTUDES, EL VERDADERO DEVOTO SUYO, DEBE PRETENDER IMITARLA EN ESA PRÁCTICA SAGRADA.

4. CONSTANTE

LA CONSTANCIA TE CONSOLIDA EN EL BIEN Y HACE QUE NO ABANDONES FÁCILMEENTE LAS PRÁCTICAS DE DEVOCIÓN. TE ANIMA PARA QUE PUEDAS OPONERTE A LO MUNDANO, CON SUS MÁXIMAS Y COSTUMBRES.
QUIEN ES CONSTANTE DESECHARÁ LA VELEIDAD, LA MELANCOLÍA, LOS ESCRÚPULOS Y LA COBARDÍA. ES NECESARIO EL RECURSO A MARÍA PARA EVITAR LAS CAÍDAS O DESALIENTOS. LA PÉRDIDA DEL GUSTO Y LA DEVOCIÓN SENSIBLE, EN NADA TIENEN QUE IMPEDIR LA PERSEVERANCIA EN LA VIRTUD. PORQUE EL BUEN DEVOTO DE MARÍA VIVE DE LA FE Y NO DE SENTIMIENTOS PASAJEROS.

5. DESINTERESADA

EL VERDADERO DEVOTO DE MARÍA, NO SE BUSCARÁ A SÍ MISMO, SINO SOLO A DIOS EN SU SANTA MADRE.
EN SU SERVICIO NO BUSCARÁ EL INTERÉS PERSONAL, EL LUCRO O BIENESTAR MATERIAL.
TODO LO HARÁ POR QUE, ELLA MERECE SER BIEN SERVIDA. EL AMOR A MARÍA NO SE HACE POR LOS FAVORES RECIBIDOS O QUE ESPERA RECIBIR, SINO PORQUE ELLA ES AMABLE Y DIGNA DE TODO VENERACIÓN.
EL AMOR A ELLA DEBE SER TAN FIRME QUE NO SUFRA MENOSCABO EN LOS SINSABORES Y SEQUEDADES. HAY QUE AMARLA LO MISMO EN EL CALLVARIO QUE EN LAS BODAS DE CANÁ.

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