viernes, 3 de julio de 2009

Retiro Espiritual 10 de agosto de 2009

Retiro Espiritual

Senatus Inmaculada de Medellín



Con una asistencia de 130 legionarios se llevó a cabo el Retiro Anual, dirigido por nuestro Director Espiritual, Padre Carlos Alberto Vanegas Bonet.


Los temas tratados fueron: La Santa Misa y el Año Sacerdotal.


Este año nuesro Papa Benedicto XVI, lo consagró como el "Año sacerdotal", Nuestra actitud durante este año y siempre debe ser la de orar, orar, orar, por la santidad de nuestros sacerdotes, guardarles un gran respeto y afecto, ofrecerles nuestro apoyo y siempre salir en su defensa.


El Sacrificio del Calvario se perpetúa en el mundo por el Sacrificio de la Misa. Al Iniciar la Santa Misa, nosotros al igual que el sacerdote, debemos ofrecer la Eucaristía por nuestras intenciones paticulares, pues por el Bautismo somos sacerdotes, profetas y reyes. Pedir perdón por nuestras culpas, y perdonar a los que nos han ofendido, para poder participar dignamente en la Santa Misa y así poder ser coherentes al orar el "Padre Nuestro" .



El Pan de la Palabra de Dios nos va formando y transformando.

En el Ofertorio debemos ofrecernos a Nuestro Señor Jesucristo, como oblación a Dios.

En la Oración de los fieles, debemos tener muy presente nuevamente nuestras peticiones.
Durante La Consagración, debemos adorar, alabar, bendecir y dar gracias a Dios y pedir por la santidad de los sacerdotes.

La Comunión, tambien es un momento propicio para orar por los sacerdotes para que sean buenos y santos.

Y cuando Oramos a la Virgen volvemos hacer nuestras peticiones particulares.

Al terminar la Santa Misa, llevemos en nuestro corazón el Pan de la Palabra y el Pan Eucarístico, para poder continuar nuestra Misa, es decir nuestra misión de ser Cristos vivos en medio del mundo.


Recordemos en el capítulo 8 EL LEGIONARIO Y LA EUCARISTÍA

1. LA MISA

Hemos advertido ya con insistencia que el primer fin de la Legión de María es la santificación personal de sus miembros. También hemos dicho que esta santificación es a la vez, para la Legión, su medio fundamental de actuar: sólo en la medida en que el legionario posea la santidad, podrá servir de instrumento para comunicarla a los demás. Por eso el legionario al empezar a servir en la Legión, pide encarecidamente, mediante María, del Espíritu Santo y ser tomado por este Espíritu como instrumento de su poder, del poder que ha de renovar la faz de la tierra.

Todas estas gracias fluyen, sin una sola excepción, del Sacrificio de Jesucristo sobre el Calvario. Y el Sacrificio del Calvario se perpetúa en el mundo por el Sacrificio de la Misa. La Misa no es mera representación simbólica del Calvario, sino que pone real y verdaderamente en medio de nosotros aquella acción suprema, que tuvo como recompensa nuestra Redención.
La Cruz no valió más que lo que vale La Misa, porque ambas son un mismo sacrificio: por la mano del Todopoderoso, desaparece la distancia del tiempo y espacio entre las dos, el sacerdote y la víctima son los mismos; sólo difiere el modo de ofrecer el sacrificio. La Misa contiene todo cuanto Cristo ofreció a su Padre, y todo lo que consiguió para los hombres; y las ofrendas de los que asisten a la Misa se unen a la suprema oblación del Salvador.

Registro fotográfico del Evento
























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