FUE LA VIRGEN LA QUE ME LLEVO
Tomado del Boletín del Senatus de Madrid dic 2021
Soy ya muy mayor, pero sigo siendo de
Legión de María Auxiliar, si pero legionaria al cien por cien. Os cuento como
empezó todo. Tenía dos hermanos trabajando en Ginebra y con otra hermana fuimos
a visitarlos, iban a ser unos días, pero como uno de ellos quería casarse en
Navidad, pues nos pidió que nos quedásemos hasta esas fechas y volver con él
para casarse. Y así lo hicimos.
Fueron cuatro meses, buscamos
trabajo, algo que era muy fácil conseguir entonces. En la ciudad había un centro
para españoles con dos sacerdotes y unas monjas seglares. Cada día uno de los
sacerdotes o dos religiosas se acercaban a la estación de tren con una bandera
española y recibían a los de nuestro país, porque algunos llegaban un poco
despistados. Los llevaban al centro y les ayudaban a encontrar trabajo y donde
vivir.
Uno de los sacerdotes llevaba un
grupo de la Legión de María, mis hermanos iban a la capilla a misa pero no eran
de Legión. A nosotras nos dijeron lo que hacían allí y nos integramos en el
grupo. Hicimos muchas cosas, el trabajo lo hacíamos cuando salíamos de
trabajar, ya de noche. ¿Y qué hacíamos? Pues visitábamos a los españoles que
llegaban para informarles de lo que había en ese centro, que podían acudir y se
les ayudaba en muchas cosas. También los animábamos a que fuesen a la capilla y
a misa.
Recuerdo que un día nos fuimos a
buscar a un joven de Madrid, nos habían dado la dirección y venga andar por
unos caminos a oscuras, sin miedo alguno ¡pero como haríamos eso dos chicas solas!;
veíamos un caserío allí lejos y preguntábamos: no pues aquí no pero sigan que
más adelante hay otro caserío. Hasta que le encontramos y le invitamos a que
viniera a la comunidad católica, a la misa y a todo lo que había. Y vino, si,
vino y luego trajo a otros.
Así fue como conocí y me integré
plenamente en la Legión de María.
Volví a mi ciudad y ni en la parroquia, ni en las iglesias de alrededor,
conocían la Legión. Pero un día, cosa muy rara, fui a los dominicos que estaban
muy alejados de mi zona. Yo no se por qué fui allí, bueno yo digo que la Virgen
me llevó. El caso es que me confesé y al terminar se me ocurrió preguntarle:
padre ¿no conocerá usted la Legión de María? y para mi sorpresa me respondió
que como no, que el era el director espiritual del único grupo que había en la
ciudad.
Fíjate si no fue la Virgen la me que
trajo. Me dijo el día de la reunión, fui y me presentó a los demás hermanos y
así es como lo retomé aquí. Luego, como decían que lo conocía muy bien, donde
se hacía difusión me mandaban a mi para que lo explicase y animase. Se fundaron
varios praesidia, luego Curia, Curia juvenil, una Legión muy floreciente.
Yo he tenido varios cargos en Curia,
he trabajado todo lo que he podido.
A mi Legión me ayudó mucho, claro que
me ayudó y también ves que muchas veces te quejas de cosas y luego te
encuentras con unos problemas que dices “pero de qué me quejo yo”. Primero
haciamos una visita al Santísimo y después si, a hacer el trabajo y piensas
¡qué cosas hacíamos!, y no nos daba miedo nada, arremetías con lo que saliera.
Ojalá que los sacerdotes, los párrocos, supiesen lo que puede hacer un grupo de
Legión.
A lo mejor no sé expresar lo que he
vivido, pero yo me he sentido muy bien con la Legión y prueba de ello es que la
conocí fuera de España y al regresar, la volví a encontrar y ya no la he dejado
nunca. Creo que fue un favor de la Virgen, Ella me llevó, fue como una llamada,
y dentro de las limitaciones que como persona pueda tener, creo que he
respondido y he hecho lo que he podido.
Animaría a conocer y formar parte de
Legión de María, a mi me cambió la vida.
Ma Jesús Rodríguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario