¿Podemos ser Santos?
Reseña de la vida de Frank Duff
Frank Duff, fundó la Legión de María el 7 de septiembre de 1921, y murió el 7 de noviembre de 1.980. A la edad de noventa y uno y de cinco meses, incrementó el trabajo de muchos hombres durante toda su vida, pero el más especial fue la fundación de la Legión de María, hasta su muerte, él trabajó con una intensidad que poco pueden superar.
Fue un hombre de fe más que teórico, también hombre de valor, quien conoció los más bajos estratos y los más sórdidos rincones donde ayudó al cambio de vida.
Su Legión se extendió en poco tiempo por todos los continentes y prácticamente llegó a todos los lugares de la tierra aún los más apartados, mediante el extraordinario sistema del contacto y de la correspondencia de la Legión, establecía una profunda amistad con las personas de todos las clases en cualquier lugar del mundo.
Su compromiso relevante con el catolicismo y su absoluta unión con Maria eran un baluarte en una época de agitación doctrinal. Atendió la invitación del Papa Pablo VI como observador laico al Concilio Vaticano segundo.
Durante su larga vida recibió bendiciones de cinco Papas - incluyendo la de su Santidad Juan Pablo II - todos ellos expresaron su profundo aprecio por el trabajo hecho en favor de la Iglesia por la organización fundada por él, en septiembre 7 de 1921.
La causa para la Beatificación del Siervo del Dios, Frank Duff, fue introducida en Junio de 1996.
Los favores atribuidos a la intercesión de Frank Duff enviarlos a:
Fue un hombre de fe más que teórico, también hombre de valor, quien conoció los más bajos estratos y los más sórdidos rincones donde ayudó al cambio de vida.
Su Legión se extendió en poco tiempo por todos los continentes y prácticamente llegó a todos los lugares de la tierra aún los más apartados, mediante el extraordinario sistema del contacto y de la correspondencia de la Legión, establecía una profunda amistad con las personas de todos las clases en cualquier lugar del mundo.
Su compromiso relevante con el catolicismo y su absoluta unión con Maria eran un baluarte en una época de agitación doctrinal. Atendió la invitación del Papa Pablo VI como observador laico al Concilio Vaticano segundo.
Durante su larga vida recibió bendiciones de cinco Papas - incluyendo la de su Santidad Juan Pablo II - todos ellos expresaron su profundo aprecio por el trabajo hecho en favor de la Iglesia por la organización fundada por él, en septiembre 7 de 1921.
La causa para la Beatificación del Siervo del Dios, Frank Duff, fue introducida en Junio de 1996.
Los favores atribuidos a la intercesión de Frank Duff enviarlos a:
Concilium, Legión of Mary, Morning Star Avenue, Brunswick Street, Dublin 7 Irelandmailto:concilium@legion-of-mary.ie
¿Podemos ser Santos?
Por Frank Duff
Por Frank Duff
¿Qué es un Santo?En el corazón de cada católico, Dios ha implantado el deseo de llegar a ser Santos. Todavía pocos han hecho un esfuerzo serio por entender esta aspiración. La causa de esto es el desaliento ocasionado por el concepto erróneo de lo que realmente es un Santo.
¿Qué es un Santo? La respuesta habitual a esta pregunta es: alguien que hace penitencias extraordinarias y milagros. Pero, ésta es una descripción incorrecta, ya que no son esenciales ni milagros ni grandes penitencias. El hombre que hace un milagro no se engrandece ante los ojos de Dios por eso; y, mientras la penitencia en alguna forma es necesaria, la doctrina de los Santos en esta difícil cuestión es alentadora.
Lo qué ellos hacen no son penitencias corporales de un tipo espantoso, sino la anulación estricta de las delicadezas, consuelos, y comodidades. Nos dicen que tengamos cuidado de no dañar nuestra salud, y alimentarnos en forma suficiente, para permitirnos trabajar y orar sin dificultad. Hay una amplia oportunidad para la mortificación más severa en la moderación de los ojos y la lengua, y en la guerra contra los siete Pecados Capitales.
Sin embargo, hay otra definición de lo qué es un Santo. Esta es: Alguien que, con el objeto de agradar a Dios, hace sus deberes ordinarios, extraordinariamente bien. Tal vida puede realizarse sin una sola cosa excepcional en ella, sin despertar la atención de los demás, preocupados por los pequeños detalles, y esta es la vida de uno de los mejores amigos de Dios.
Es obviamente un estímulo para crecer en la santidad. Cuando vemos esas cosas que nos aterran en la vida de los Santos, es porque nos sentimos incapaces de hacerlas, no es la parte importante de la santidad, debemos sentirnos alentados para empezar cada día y hacer un esfuerzo serio por una gran santidad. Estos son los primeros pasos dados en el plan que realmente se propone. Quizás las palabras siguientes del Cardenal Newman nos animen a dar un paso adelante en este camino:
"Si me pregunta que debe hacer para ser perfecto, yo le digo, primero no permanezca en la cama más del tiempo debido; dé sus primeros pensamientos a Dios; haga una visita al Santísimo Sacramento; diga el Ángelus devotamente; coma y beba para la gloria de Dios; rece bien el Santo Rosario; recójase; aleje los malos pensamientos; haga bien su meditación; examínese diariamente; acuéstese a tiempo, y será perfecto."
¿Quiénes están Llamados a ser Santos?
Cada persona que nace es llamada a ser Santo. Es cierto -no importa que usted se sienta incapaz usted puede ser santo – esta recibiendo las gracias suficientes, si corresponde a ellas, puede llegar a la santidad. Ya hemos visto que no se nos pide nada más allá de nuestras fuerzas; la santidad no es propiedad exclusiva de cierta clase o manera de vivir. Entre los Santos canonizados por la Iglesia hay reyes y mendigos, representantes de todo tipo de actividad mercantil, esclavos, ermitaños, personas de la ciudad, madres de familia, inválidos, soldados, y personas de toda raza y color.
Como un Santo canonizado es un modelo propuesto por Dios, es evidente que la invitación para ser Santos se extiende a todos hombres y mujeres de todo tipo. Es igualmente un hecho que a aquéllos que intentan seriamente responder a su invitación, Dios les da la ayuda suficiente hasta llevarlos a la meta .
Los Dos Éxitos
Observemos cómo el anhelo de fama o de riqueza mueve a los hombres. Qué sufrimientos soportarían por obtener una ganancia terrenal. Y al fin, al fin aunque defraudados, transmiten a sus hijos los mismos anhelos de éxito mundano, y así cada generación sentirá - el mismo golpe cansado del péndulo -la juventud ambiciosa y amargada ¿Realmente vale la pena el esfuerzo? Tantos impedidos por la falta de salud o de conocimiento o de inteligencia piensan, que no se justifica tanta lucha. Excepto para unos pocos, esforzarse es pérdida de tiempo.
Qué diferente trata Dios a cualquiera que esté esforzándose para alcanzar la santidad. Eso es verdad. Cualquier esfuerzo recibe su recompensa. Todo es en nuestro favor; pero igualmente fuera de la salud y la enfermedad, la pobreza y la riqueza, lo que parece bueno y lo que parece malo – puede el hombre de buena voluntad asegurarse una ganancia espiritual. A toda petición razonable concedida, desaparecen los obstáculos; con solo saber que ningún esfuerzo es permitido más allá de nuestras fuerzas . A los ojos del mundo, esto parecería un cuento de hadas, pero esta es la verdad sobre la forma como Dios trata a quien busca seriamente las riquezas Celestiales.
Ciertamente, como tantas personas buenas, ellas no tienen ninguna ambición de ser Santos, es lo que piensa una persona poco generosa. Cuando Dios tiene puesto su corazón en nosotros, permite que nos resolvamos agradarlo y a cambio nos da generosidad por generosidad.
Soy un montón de Debilidades
“Me espanta pensar en una vida de esfuerzo constante para dominar mi naturaleza en una nueva forma. No tengo fuerza de voluntad para intentarlo y es una vida más allá de mis capacidades."
Con tales razonamientos, nos endurecemos ante la llamada que tan frecuentemente oímos. ¿Nos olvidamos que los mismos labios santos que dicen, "Ven y sígueme", también dicen a todos, "Mi yugo es suave y mi carga ligera", entonces, ¿Será que está equivocado con nosotros al llamarnos o que tememos el yugo de Cristo?
Es, nuestro punto de vista. Las ideas insignificantes ocupan las fuerzas de nuestras mentes y forman nuestros pensamientos; mientras Él, el dueño de la Eternidad , queda sólo como uno de tantos intereses en nuestras vidas, es sorprendente como el celo, el valor, el ardor que hacen cosas grandes, se gastan en ganancias o placeres que dan resultados visibles y rápidos. En una palabra, subvaloramos la santidad.
Una vez se cambie - poco hay que hacer - se acepta el hecho que la santidad es la cosa más importante en el mundo para nosotros. Allí está el secreto del esfuerzo. Haga la meta atractiva y razonable, y sígala a pesar de las penalidades y casi a pesar de nosotros mismos. La mente humana trabaja de esa forma.
Una nueva Perspectiva
El secreto para animarse a esto se contiene en pocas palabras; debemos enfrentar los hechos. De vez en cuando debemos darle una oportunidad a la mente para levantarse sobre las ideas en que se sumerge, poco importantes, y debemos enfrentar con serenidad las verdades austeras que se agrupan alrededor de los hechos centrales de la Muerte y la Eternidad. Piense en la inmortalidad del Alma; la locura de preferir lo temporal a lo eterno; la brevedad de nuestra estancia en la tierra; la proximidad de ese momento que decidirá todo; la importancia de cada minuto que se aprovecha debidamente nos pone en contacto con lo fugaz del tiempo, que da forma a nuestra vida eterna más allá de la tumba.
Ocuparse deliberadamente con estas consideraciones solemnes y permanecer todavía indiferente es imposible. Familiarizarse con estos pensamientos trae una nueva fuerza a nuestras vidas. Así se opera en nosotros un cambio maravilloso. Como si la aguja de la brújula fuera a volverse al Norte y el punto debido es el sur, la voluntad busca lo mundano y la razón nos lleva delante de Dios. Agregue un poco de amor y trabajará para ser un Santo.
Ya reflexionamos bastante. Aunque hemos estado dudando, "los días preciosos se han marchado, y nosotros nos encontramos en los rápidos sobre las grandes aguas de la tumba y oímos la caída de las aguas en el abismo inconmensurable, y sentimos la atracción de la eternidad."
¡La eternidad! !!que pensamiento!!
Así, en el Nombre de Dios, que nos permitió empezar, mientras todavía tenemos tiempo, y mientras la sed todavía está en nosotros de amarlo ardientemente.
Una Nueva Ambición
Temer posponer lo comenzado. Crece el frío de la indiferencia, y nuestro gran destino se olvida.
¡Oh, mi Dios! Concédeme que no tenga en mí indecisión, que permitas en este día verme a mi mismo. Yo confieso que tu trabajo nunca ha sido algo para mi por mis ocupaciones por mis momentos ociosos. Mi corazón ha estado fijo en las cosas que pasan. Pero de aquí en adelante me daré completamente a Ti. Devuélveme los años que el gusano y la langosta han devorado, que yo pueda un día restaurarlos para ti, y avanzar en lograrlo.
Y no pido cosas grandes - la vida del misionero o el monje, o aquéllos otros que veo a mi alrededor con tanto compromiso. No pido nada de esto; pero simplemente pon mi rostro firme e incansable para seguir la vida común que día a día está ante mí, satisfecho con esto yo te amo, e intento que seas amado. La naturaleza se rebela contra esta vida con su ronda interminable de tareas triviales y llena de tentaciones para tomar descanso en el entretenimiento o el cambio. Parece difícil ser grande en las cosas pequeñas, ser heroico haciendo lo trivial; pero esta vida es Tu Voluntad para mí. Debe haber un gran destino en ella. Y yo estoy satisfecho.
Estimado Jesús, te ruego que me des la fidelidad hasta el final, para estar en mi puesto cuando llegue la última llamada, y descansar por fin en tu abrazo. Una vida valiente, y fiel hasta el fin. Un deseo pequeño, muy apreciado por Jesús, y que abarca todo.
Hacerlo Realmente en Serio
La buena voluntad es la base de nuestro progreso. Por buena voluntad se entiende no un deseo vacío de alcanzar la meta, sino una prontitud por esforzarse a lo largo del camino que nos lleva a ella. Ahora, el símbolo de nuestra religión es una Cruz. Nuestro Señor nos ha dicho que nosotros debemos llevarla diariamente si deseamos ser perfectos. Por consiguiente, ¿qué excusa puede haber para estar inconformes, cuando el juicio caiga sobre nosotros? El descorazonamiento evidentemente llega sin pensarlo. Pero quien se rinde simplemente nunca lo hará en serio. De tales ha dicho Nuestro Señor: “Estos no tenían raíces”
La perseverancia
¿Qué es un Santo? La respuesta habitual a esta pregunta es: alguien que hace penitencias extraordinarias y milagros. Pero, ésta es una descripción incorrecta, ya que no son esenciales ni milagros ni grandes penitencias. El hombre que hace un milagro no se engrandece ante los ojos de Dios por eso; y, mientras la penitencia en alguna forma es necesaria, la doctrina de los Santos en esta difícil cuestión es alentadora.
Lo qué ellos hacen no son penitencias corporales de un tipo espantoso, sino la anulación estricta de las delicadezas, consuelos, y comodidades. Nos dicen que tengamos cuidado de no dañar nuestra salud, y alimentarnos en forma suficiente, para permitirnos trabajar y orar sin dificultad. Hay una amplia oportunidad para la mortificación más severa en la moderación de los ojos y la lengua, y en la guerra contra los siete Pecados Capitales.
Sin embargo, hay otra definición de lo qué es un Santo. Esta es: Alguien que, con el objeto de agradar a Dios, hace sus deberes ordinarios, extraordinariamente bien. Tal vida puede realizarse sin una sola cosa excepcional en ella, sin despertar la atención de los demás, preocupados por los pequeños detalles, y esta es la vida de uno de los mejores amigos de Dios.
Es obviamente un estímulo para crecer en la santidad. Cuando vemos esas cosas que nos aterran en la vida de los Santos, es porque nos sentimos incapaces de hacerlas, no es la parte importante de la santidad, debemos sentirnos alentados para empezar cada día y hacer un esfuerzo serio por una gran santidad. Estos son los primeros pasos dados en el plan que realmente se propone. Quizás las palabras siguientes del Cardenal Newman nos animen a dar un paso adelante en este camino:
"Si me pregunta que debe hacer para ser perfecto, yo le digo, primero no permanezca en la cama más del tiempo debido; dé sus primeros pensamientos a Dios; haga una visita al Santísimo Sacramento; diga el Ángelus devotamente; coma y beba para la gloria de Dios; rece bien el Santo Rosario; recójase; aleje los malos pensamientos; haga bien su meditación; examínese diariamente; acuéstese a tiempo, y será perfecto."
¿Quiénes están Llamados a ser Santos?
Cada persona que nace es llamada a ser Santo. Es cierto -no importa que usted se sienta incapaz usted puede ser santo – esta recibiendo las gracias suficientes, si corresponde a ellas, puede llegar a la santidad. Ya hemos visto que no se nos pide nada más allá de nuestras fuerzas; la santidad no es propiedad exclusiva de cierta clase o manera de vivir. Entre los Santos canonizados por la Iglesia hay reyes y mendigos, representantes de todo tipo de actividad mercantil, esclavos, ermitaños, personas de la ciudad, madres de familia, inválidos, soldados, y personas de toda raza y color.
Como un Santo canonizado es un modelo propuesto por Dios, es evidente que la invitación para ser Santos se extiende a todos hombres y mujeres de todo tipo. Es igualmente un hecho que a aquéllos que intentan seriamente responder a su invitación, Dios les da la ayuda suficiente hasta llevarlos a la meta .
Los Dos Éxitos
Observemos cómo el anhelo de fama o de riqueza mueve a los hombres. Qué sufrimientos soportarían por obtener una ganancia terrenal. Y al fin, al fin aunque defraudados, transmiten a sus hijos los mismos anhelos de éxito mundano, y así cada generación sentirá - el mismo golpe cansado del péndulo -la juventud ambiciosa y amargada ¿Realmente vale la pena el esfuerzo? Tantos impedidos por la falta de salud o de conocimiento o de inteligencia piensan, que no se justifica tanta lucha. Excepto para unos pocos, esforzarse es pérdida de tiempo.
Qué diferente trata Dios a cualquiera que esté esforzándose para alcanzar la santidad. Eso es verdad. Cualquier esfuerzo recibe su recompensa. Todo es en nuestro favor; pero igualmente fuera de la salud y la enfermedad, la pobreza y la riqueza, lo que parece bueno y lo que parece malo – puede el hombre de buena voluntad asegurarse una ganancia espiritual. A toda petición razonable concedida, desaparecen los obstáculos; con solo saber que ningún esfuerzo es permitido más allá de nuestras fuerzas . A los ojos del mundo, esto parecería un cuento de hadas, pero esta es la verdad sobre la forma como Dios trata a quien busca seriamente las riquezas Celestiales.
Ciertamente, como tantas personas buenas, ellas no tienen ninguna ambición de ser Santos, es lo que piensa una persona poco generosa. Cuando Dios tiene puesto su corazón en nosotros, permite que nos resolvamos agradarlo y a cambio nos da generosidad por generosidad.
Soy un montón de Debilidades
“Me espanta pensar en una vida de esfuerzo constante para dominar mi naturaleza en una nueva forma. No tengo fuerza de voluntad para intentarlo y es una vida más allá de mis capacidades."
Con tales razonamientos, nos endurecemos ante la llamada que tan frecuentemente oímos. ¿Nos olvidamos que los mismos labios santos que dicen, "Ven y sígueme", también dicen a todos, "Mi yugo es suave y mi carga ligera", entonces, ¿Será que está equivocado con nosotros al llamarnos o que tememos el yugo de Cristo?
Es, nuestro punto de vista. Las ideas insignificantes ocupan las fuerzas de nuestras mentes y forman nuestros pensamientos; mientras Él, el dueño de la Eternidad , queda sólo como uno de tantos intereses en nuestras vidas, es sorprendente como el celo, el valor, el ardor que hacen cosas grandes, se gastan en ganancias o placeres que dan resultados visibles y rápidos. En una palabra, subvaloramos la santidad.
Una vez se cambie - poco hay que hacer - se acepta el hecho que la santidad es la cosa más importante en el mundo para nosotros. Allí está el secreto del esfuerzo. Haga la meta atractiva y razonable, y sígala a pesar de las penalidades y casi a pesar de nosotros mismos. La mente humana trabaja de esa forma.
Una nueva Perspectiva
El secreto para animarse a esto se contiene en pocas palabras; debemos enfrentar los hechos. De vez en cuando debemos darle una oportunidad a la mente para levantarse sobre las ideas en que se sumerge, poco importantes, y debemos enfrentar con serenidad las verdades austeras que se agrupan alrededor de los hechos centrales de la Muerte y la Eternidad. Piense en la inmortalidad del Alma; la locura de preferir lo temporal a lo eterno; la brevedad de nuestra estancia en la tierra; la proximidad de ese momento que decidirá todo; la importancia de cada minuto que se aprovecha debidamente nos pone en contacto con lo fugaz del tiempo, que da forma a nuestra vida eterna más allá de la tumba.
Ocuparse deliberadamente con estas consideraciones solemnes y permanecer todavía indiferente es imposible. Familiarizarse con estos pensamientos trae una nueva fuerza a nuestras vidas. Así se opera en nosotros un cambio maravilloso. Como si la aguja de la brújula fuera a volverse al Norte y el punto debido es el sur, la voluntad busca lo mundano y la razón nos lleva delante de Dios. Agregue un poco de amor y trabajará para ser un Santo.
Ya reflexionamos bastante. Aunque hemos estado dudando, "los días preciosos se han marchado, y nosotros nos encontramos en los rápidos sobre las grandes aguas de la tumba y oímos la caída de las aguas en el abismo inconmensurable, y sentimos la atracción de la eternidad."
¡La eternidad! !!que pensamiento!!
Así, en el Nombre de Dios, que nos permitió empezar, mientras todavía tenemos tiempo, y mientras la sed todavía está en nosotros de amarlo ardientemente.
Una Nueva Ambición
Temer posponer lo comenzado. Crece el frío de la indiferencia, y nuestro gran destino se olvida.
¡Oh, mi Dios! Concédeme que no tenga en mí indecisión, que permitas en este día verme a mi mismo. Yo confieso que tu trabajo nunca ha sido algo para mi por mis ocupaciones por mis momentos ociosos. Mi corazón ha estado fijo en las cosas que pasan. Pero de aquí en adelante me daré completamente a Ti. Devuélveme los años que el gusano y la langosta han devorado, que yo pueda un día restaurarlos para ti, y avanzar en lograrlo.
Y no pido cosas grandes - la vida del misionero o el monje, o aquéllos otros que veo a mi alrededor con tanto compromiso. No pido nada de esto; pero simplemente pon mi rostro firme e incansable para seguir la vida común que día a día está ante mí, satisfecho con esto yo te amo, e intento que seas amado. La naturaleza se rebela contra esta vida con su ronda interminable de tareas triviales y llena de tentaciones para tomar descanso en el entretenimiento o el cambio. Parece difícil ser grande en las cosas pequeñas, ser heroico haciendo lo trivial; pero esta vida es Tu Voluntad para mí. Debe haber un gran destino en ella. Y yo estoy satisfecho.
Estimado Jesús, te ruego que me des la fidelidad hasta el final, para estar en mi puesto cuando llegue la última llamada, y descansar por fin en tu abrazo. Una vida valiente, y fiel hasta el fin. Un deseo pequeño, muy apreciado por Jesús, y que abarca todo.
Hacerlo Realmente en Serio
La buena voluntad es la base de nuestro progreso. Por buena voluntad se entiende no un deseo vacío de alcanzar la meta, sino una prontitud por esforzarse a lo largo del camino que nos lleva a ella. Ahora, el símbolo de nuestra religión es una Cruz. Nuestro Señor nos ha dicho que nosotros debemos llevarla diariamente si deseamos ser perfectos. Por consiguiente, ¿qué excusa puede haber para estar inconformes, cuando el juicio caiga sobre nosotros? El descorazonamiento evidentemente llega sin pensarlo. Pero quien se rinde simplemente nunca lo hará en serio. De tales ha dicho Nuestro Señor: “Estos no tenían raíces”
La perseverancia
Hay normalmente dulzura al comienzo. Dios da esta ayuda libremente para animarnos, así como se le da una mano a los niños que aprenden a caminar. No es bueno para nosotros que siempre nos ayuden, porque después de un rato la dulzura disminuye. Entonces llega el momento crítico cuando nuestra resolución se pone a prueba. Los ángeles guardianes lloran por ver a tantos que tenían esperanzas de alcanzar la santidad y pararon muy temprano en su curso.
Ahora, rendirse porque nuestro fervor se ha ido es admitir que nosotros nunca tuvimos en la mira agradar a Dios, sino nuestro propio placer. Si nuestro gusto en el trabajo se ha ido, no volvemos a trabajar. Al parecer poco nos importa el complacer a Dios en el trabajo siempre es lo mismo – mas aún, la ofrenda hecha de un corazón enfermo y un cerebro cansado siempre es lo más preciado.
La perseverancia es la última gracia que se nos da y lo más grande. Es la prueba de nuestra buena voluntad. La excitación, la novedad o una docena de otras cosas meramente humanas pueden empezar algo, pero no podrán continuarlo. ¿Qué les pasa a aquellos que empiezan tan espléndidamente y se detienen tan pronto? Llame voluntarios para realizar cualquier buen trabajo. Hay muchos - llenos de entusiasmo - pero difícilmente uno que permanece firme, apenas uno que deja sus manos en el arado hasta el fin.
¿Hay alguna razón definitiva del por qué todas estas personas carecen de calidad de perseverancia? Aquí esta la respuesta en las palabras del famoso Padre de Ravignan:
"Yo afirmo que todas las deserciones, todas las deficiencias espirituales, todas las miserias, todas las faltas, e incluso el pensamiento más serio sobre el camino correcto, proceden de esta sola fuente - la necesidad de constancia en la oración."
El Secreto de la Perseverancia es la Oración
Al leer las vidas de los Santos, uno concluye que ellos pertenecen, aproximadamente, a dos clases: aquéllos que se dieron a la contemplación, y aquéllos que gastaron sus vidas en los trabajos activos. En realidad, ellos eran todos iguales. Todos eran almas cuyas vidas necesitaban de la oración. La oración era su negocio. Sus buenas obras eran valiosas porque brotaban de la oración; y las buenas obras no pueden existir sin la oración. Como el tronco de un árbol lleva a las raíces.
El presente es un tiempo en que los católicos están mostrando con sus trabajos la Caridad y la Fe que hay en ellos.
El acto más ordinario puede ser santo cuando es inspirado por una santa intención, si se entienden bien las palabras el mismo Cristo, asegura: "Lo que hiciste por uno de estos mis pequeños hermanos, tu lo hiciste por mi", nos atrae poderosamente estar al servicio de nuestro prójimo.
Las posibilidades de santidad aquí son inmensas. Pero no se entiende bien el equilibrio apropiado entre la oración regular y las buenas obras y esto es esencial para la perseverancia hasta el final. Hay una tendencia a considerar que las buenas obras son piadosas por si solas. Su variedad las hace fáciles, mientras que la oración es difícil. Además, nos gusta ver los resultados y normalmente nosotros no vemos los resultados de la oración. Así que reducimos las oraciones a poco o nada y nos satisfacemos con las limosnas que damos como trabajo suficiente para nuestro prójimo.
Los lectores del Canónigo Sheehan recordarán cómo una manera similar de razonar acabó en el desastre como el caso de Luque Delmege con la pérdida completa de su espiritualidad.
Claro, éste es un caso extremo. Pero todos conocemos a muchos con nobles cualidades, santas intenciones y grandes promesas que sólo alcanzan un cierto punto y no llegan lejos, en cierto modo, estos proyectos de Santos que se dan por vencidos y no avanzan son la mayoría y es de lamentar.
Es más fácil sacar a un pecador del fango que inducir a tales personas a salir del estado de tibieza que nunca Dios quiso para ellos. La causa de todo este lastimoso fracaso es que no hay suficiente Oración.¡Ore! ¡Ore! ¡Ore!
Así es como Santa Teresa resumiría todas sus enseñanzas.
Las personas no entienden la importancia de la oración. Ellos dicen que es difícil. Qué maravilla, considerando que ellos no hacen ningún esfuerzo para aprender. El hombre que piensa que es bastante natural poner a su hijo de 6 años aprender comercio, pensaría que es absurdo gastarse 6 horas leyendo un libro que podría enseñarle a orar.
La oración debe ocupar un lugar prominente y definido en nuestras vidas. Esto no significa que tenemos que gastar muchas horas cada día hasta cansar nuestras rodillas. Pero ciertamente nosotros debemos rezar por lo menos dos veces al día, o incluso tres o cuatro veces por día. Ora poco el que solo ora con sus rodillas.
Así como una campana que puede permanecer todo el día en silencio con un solo golpecito ocasional suena, así el alma envía en constante oración, si de vez en cuando aplicamos la palmadita de una inspiración, de un pensamiento, de una jaculatoria. Nunca permita que su mente este demasiado alejada de Dios. La gran desilusión para orar que la gran mayoría siente es porque el tiempo que dejamos para la oración no obedece a un plan definido que nos lleve a permanecer en Él.
Ahora, rendirse porque nuestro fervor se ha ido es admitir que nosotros nunca tuvimos en la mira agradar a Dios, sino nuestro propio placer. Si nuestro gusto en el trabajo se ha ido, no volvemos a trabajar. Al parecer poco nos importa el complacer a Dios en el trabajo siempre es lo mismo – mas aún, la ofrenda hecha de un corazón enfermo y un cerebro cansado siempre es lo más preciado.
La perseverancia es la última gracia que se nos da y lo más grande. Es la prueba de nuestra buena voluntad. La excitación, la novedad o una docena de otras cosas meramente humanas pueden empezar algo, pero no podrán continuarlo. ¿Qué les pasa a aquellos que empiezan tan espléndidamente y se detienen tan pronto? Llame voluntarios para realizar cualquier buen trabajo. Hay muchos - llenos de entusiasmo - pero difícilmente uno que permanece firme, apenas uno que deja sus manos en el arado hasta el fin.
¿Hay alguna razón definitiva del por qué todas estas personas carecen de calidad de perseverancia? Aquí esta la respuesta en las palabras del famoso Padre de Ravignan:
"Yo afirmo que todas las deserciones, todas las deficiencias espirituales, todas las miserias, todas las faltas, e incluso el pensamiento más serio sobre el camino correcto, proceden de esta sola fuente - la necesidad de constancia en la oración."
El Secreto de la Perseverancia es la Oración
Al leer las vidas de los Santos, uno concluye que ellos pertenecen, aproximadamente, a dos clases: aquéllos que se dieron a la contemplación, y aquéllos que gastaron sus vidas en los trabajos activos. En realidad, ellos eran todos iguales. Todos eran almas cuyas vidas necesitaban de la oración. La oración era su negocio. Sus buenas obras eran valiosas porque brotaban de la oración; y las buenas obras no pueden existir sin la oración. Como el tronco de un árbol lleva a las raíces.
El presente es un tiempo en que los católicos están mostrando con sus trabajos la Caridad y la Fe que hay en ellos.
El acto más ordinario puede ser santo cuando es inspirado por una santa intención, si se entienden bien las palabras el mismo Cristo, asegura: "Lo que hiciste por uno de estos mis pequeños hermanos, tu lo hiciste por mi", nos atrae poderosamente estar al servicio de nuestro prójimo.
Las posibilidades de santidad aquí son inmensas. Pero no se entiende bien el equilibrio apropiado entre la oración regular y las buenas obras y esto es esencial para la perseverancia hasta el final. Hay una tendencia a considerar que las buenas obras son piadosas por si solas. Su variedad las hace fáciles, mientras que la oración es difícil. Además, nos gusta ver los resultados y normalmente nosotros no vemos los resultados de la oración. Así que reducimos las oraciones a poco o nada y nos satisfacemos con las limosnas que damos como trabajo suficiente para nuestro prójimo.
Los lectores del Canónigo Sheehan recordarán cómo una manera similar de razonar acabó en el desastre como el caso de Luque Delmege con la pérdida completa de su espiritualidad.
Claro, éste es un caso extremo. Pero todos conocemos a muchos con nobles cualidades, santas intenciones y grandes promesas que sólo alcanzan un cierto punto y no llegan lejos, en cierto modo, estos proyectos de Santos que se dan por vencidos y no avanzan son la mayoría y es de lamentar.
Es más fácil sacar a un pecador del fango que inducir a tales personas a salir del estado de tibieza que nunca Dios quiso para ellos. La causa de todo este lastimoso fracaso es que no hay suficiente Oración.¡Ore! ¡Ore! ¡Ore!
Así es como Santa Teresa resumiría todas sus enseñanzas.
Las personas no entienden la importancia de la oración. Ellos dicen que es difícil. Qué maravilla, considerando que ellos no hacen ningún esfuerzo para aprender. El hombre que piensa que es bastante natural poner a su hijo de 6 años aprender comercio, pensaría que es absurdo gastarse 6 horas leyendo un libro que podría enseñarle a orar.
La oración debe ocupar un lugar prominente y definido en nuestras vidas. Esto no significa que tenemos que gastar muchas horas cada día hasta cansar nuestras rodillas. Pero ciertamente nosotros debemos rezar por lo menos dos veces al día, o incluso tres o cuatro veces por día. Ora poco el que solo ora con sus rodillas.
Así como una campana que puede permanecer todo el día en silencio con un solo golpecito ocasional suena, así el alma envía en constante oración, si de vez en cuando aplicamos la palmadita de una inspiración, de un pensamiento, de una jaculatoria. Nunca permita que su mente este demasiado alejada de Dios. La gran desilusión para orar que la gran mayoría siente es porque el tiempo que dejamos para la oración no obedece a un plan definido que nos lleve a permanecer en Él.
EL DÍA EN DETALLE
La Piedra angular
Se debe tener en cuenta principalmente en la consideración de nuestro día - y en una consideración aparte, como la propia Cruz - debe existir la Misa diaria y la recepción de la Sagrada Eucaristía. Éstos son obviamente los más grandes medios de Gracia que se necesitan. La persona que puede fácilmente ir a la Misa de la mañana y no lo hace, sólo se engaña a si mismo si piensa que él le está apuntando a la gran santidad.
La Misa y la Comunión significan un día perfectamente empezado - y ésa es la mitad de la batalla. Pero fuera de este gran acto, dos obligaciones más pequeñas vienen: (a) A sus vecinos présteles un libro; dígales unas palabras sobre la asistencia a la Santa Misa para animarlos; hay muchos quienes faltan a la Misa Diaria. (b) Para sí mismo; lea un libro para aumentar el conocimiento y la perseverancia.
El Ofrecimiento de la Mañana
El día debe empezar en la mañana con el ofrecimiento de todos nuestros pensamientos, palabras, y acciones a Jesús a través de María. Este ofrecimiento debe ser la idea que guíe el día entero. No necesitamos repetir muchas palabras muchas veces, pero el pensamiento debe quedar en el corazón, y gobernar nuestra vida diaria de tal modo que sintamos estar trabajando para Dios y no para el mundo
.Nuestro Trabajo Diario
Primero, no permita que nadie se enorgullezca de tener lo que se considera una ocupación privilegiada. Despreciando al criado o al trabajador manual, al hacer esto rompe con el Cristianismo aliándose al paganismo que en todas las edades ha sido considerado como el más grande de todos los males.
Generalmente los seguidores de nuestro Señor fueron los más humildes jornaleros manuales, y la enseñanza entera del Cristianismo tradicional ha sido exaltar el trabajo manual, y enseñar a ser pobre, a esforzarse, éste es en realidad el camino al cielo.
“Trabajar es orar", era el viejo refrán de los Monjes que nunca se consideraron lejos de Dios ni siquiera cuando trabajaban o cuando estaban de rodillas. En algunos monasterios ellos cantaban himnos mientras trabajaban; en otros la meditación era ordenada. Leímos que San Bernardo se detenía de repente en la escritura de uno de sus sermones más maravillosos, porque le había llegado él el tiempo para a ir trabajar en los campos. Otros tendrían algún libro pío abierto ante ellos para reflexionar en los pensamientos santos, mientras sus manos estaban comprometidas en su tarea y más maravilloso todavía, otros nunca empezaron sus delicados trabajos de pintura sin purificar sus almas por la Confesión Sacramental. Era este espíritu de oración y trabajo combinado el qué produjo esas obras de arte exquisitas que las generaciones presentes se maravillan, pero no pueden igualar. Dios da Su aprobación al trabajo hecho con tal espíritu, y la belleza inspirada en él. Si usted quiere producir un trabajo semejante hágalo de una manera similar, hágalo como ellos.
La Importancia de una Idea Correcta de Trabajo
Como la mitad de nuestro día lo gastamos trabajando asiduamente, es evidente que tenemos la necesidad de entender la dignidad y la santidad de la labor. En relación con esto, nuestro trabajo, cualquiera que sea, como costurera, jornalero, maestro, doctor o granjero nos lo dio Dios como un medio de santificación y como una penitencia por nuestros pecados. Ese es el fundamento de nuestra vida espiritual. Quién descuida su trabajo y todavía piensa, que porque dice muchas oraciones, está llevando una vida santa, se engaña.
Una Idea Correcta del Deber
Nos dicen que hagamos lo que es nuestro deber - y en el momento correcto. El deber no es algo que este fuera de nosotros como la ropa de trabajo, como tantas personas lo imaginan. Un deber va antes que las "Devociones." Es su deber lavar los platos, no se escape a cambio de una Bendición.
Hay en el día muchos deberes que parecen menos importantes que otros, y por esta razón pensamos que son de muy poco monto al lado de otros satisfacerlos en el momento oportuno Tal conducta es equivocada, y no construye un carácter fuerte. El valor real de nuestro día está en el cumplimiento exacto de todas nuestras obligaciones. Los mayores deberes cuidan de ellos – su importancia los hace fácil. Esté atento particularmente a las cosas pequeñas.
Considere su día entero como un cuadro dónde cada línea tiene su lugar apropiado. Y donde los más pequeños pueden ser los más esenciales. Haga todo como se supone que debe hacerlo, y no denigre del detalle más diminuto - no porque alguien está dirigiéndolo, simplemente porque se supone que tú lo haces.
Hay un proverbio: "La muerte es ligera como una pluma. El deber es tan fuerte como el plomo", y una vida vivida en la devoción al deber es una vida dura. Pero es la vida de un Hombre.
Aquí está una lección del Lejano Oriente.
Un artesano japonés fue observado por estar gastando muchos días perfeccionando por dentro un artículo que estaba haciendo. Se le preguntó ¿Por qué gastaba todo ese tiempo? Nadie alguna vez vería su trabajo. Él contestó, "lo veo yo" A esta respuesta, podemos agregar los Cristianos, "Y Dios lo ve, también".
Orando en Nuestro Trabajo
Vemos que el trabajo y el deber son cosas santas cuando la idea de Dios está en ellos. Pero, por sí solos, no son lo bastante santos, pero sí para aquéllos que están intentando ser Santos. Debemos tener a Dios más cerca de nuestro trabajo no limitarnos únicamente al ofrecimiento de la mañana. Debemos insistir que esté con nosotros el pensamiento frecuente de Él.
Una Monja española que tenía a cargo el refectorio decía que en el orden nunca se distrajo porque imaginó que aquéllos a quienes servia eran Nuestro Señor, Su Madre y los Apóstoles. De esta manera su trabajo se volvió uno de sus grandes medios de oración, y las horas gastadas estaban entre las más devotas de todo el día.
Si lo anterior no puede estar al alcance de nuestras pobres mentes, distraídas en mil cosas, lo podemos buscar después seguramente en un momento de silencio en la Presencia de Dios. Esto no significa que tenemos que sentirlo cerca de nosotros realmente. De suyo está muy cerca. Si tenemos la práctica regular de la oración y el pensamiento frecuente en Él, que invade nuestra mente, tenemos tendencia a mirar atrás cuando se nos dio generosamente, estamos haciéndolo bien. Esto no significa que aunque nos distraigamos en nuestras ocupaciones, el alma esté prestándole una callada atención todo el tiempo. Hemos alcanzado la etapa de orar siempre.
El Mecanismo de la Oración Frecuente
En el esfuerzo por construir un espíritu de oración como éste, hay que contar con pequeñas vagas resoluciones -hechas en los momentos de fervor - para orar frecuentemente. Las resoluciones vagas no tienen influencia sobre la personas que se han alejado de la oración. Debemos preparar ciertas actividades cada día, como llamadas regulares, una palabra o pensamiento de oración.
Algunos de estos recordatorios que ya tenemos: el Ángelus, el agradecimiento por las comidas, el pasar por delante de una Iglesia, y otros. Este número de acciones pueden ser aumentadas, para que realmente varios elementos de nuestra vida diaria nos lleven al fin a una fácil y natural elevación de nuestra mente a Dios.
El paso de un entierro, la reunión con un amigo, una muerte, el péndulo del reloj, el sonido de la campanilla, escribir una fecha, afilar el lápiz, el enhebrar de una aguja - podría seguir siempre con las sugerencias para tal lista. Pero las ocupaciones de cada uno determinarán lo que es mejor. No importa cómo parezca de tonto sus asuntos, puede haber mucho amor en ellos. En cualquier caso nada es tonto si lleva a Dios.
Es mejor que estos actos no sean demasiado frecuentes. Ellos podrían cansar aunque las intenciones sean buenas podrían interferir la atención en el trabajo. Pero todos los actos anteriores, deben, contribuir para que el principiante, esté definido. Es decir, la resolución debe tomar esta forma: "Siempre que mire mi reloj (o cualquier cosa a mi alrededor), diré una jaculatoria." No detenga esta práctica porque puede parecer mecánica al principio y menos piadosa y aburridora. El hábito vendrá pronto en su ayuda y lo hará menos difícil. Pero siempre se necesitará la determinación, cuando el Tentador haga esfuerzos para impedir tan excelente práctica.
Mientras se progresa en adquirir el espíritu de oración, esas cosas que son estorbo deben salir. Hasta que no logremos hacer silencio interior, no construiremos una verdadera vida espiritual real.
Se debe tener en cuenta principalmente en la consideración de nuestro día - y en una consideración aparte, como la propia Cruz - debe existir la Misa diaria y la recepción de la Sagrada Eucaristía. Éstos son obviamente los más grandes medios de Gracia que se necesitan. La persona que puede fácilmente ir a la Misa de la mañana y no lo hace, sólo se engaña a si mismo si piensa que él le está apuntando a la gran santidad.
La Misa y la Comunión significan un día perfectamente empezado - y ésa es la mitad de la batalla. Pero fuera de este gran acto, dos obligaciones más pequeñas vienen: (a) A sus vecinos présteles un libro; dígales unas palabras sobre la asistencia a la Santa Misa para animarlos; hay muchos quienes faltan a la Misa Diaria. (b) Para sí mismo; lea un libro para aumentar el conocimiento y la perseverancia.
El Ofrecimiento de la Mañana
El día debe empezar en la mañana con el ofrecimiento de todos nuestros pensamientos, palabras, y acciones a Jesús a través de María. Este ofrecimiento debe ser la idea que guíe el día entero. No necesitamos repetir muchas palabras muchas veces, pero el pensamiento debe quedar en el corazón, y gobernar nuestra vida diaria de tal modo que sintamos estar trabajando para Dios y no para el mundo
.Nuestro Trabajo Diario
Primero, no permita que nadie se enorgullezca de tener lo que se considera una ocupación privilegiada. Despreciando al criado o al trabajador manual, al hacer esto rompe con el Cristianismo aliándose al paganismo que en todas las edades ha sido considerado como el más grande de todos los males.
Generalmente los seguidores de nuestro Señor fueron los más humildes jornaleros manuales, y la enseñanza entera del Cristianismo tradicional ha sido exaltar el trabajo manual, y enseñar a ser pobre, a esforzarse, éste es en realidad el camino al cielo.
“Trabajar es orar", era el viejo refrán de los Monjes que nunca se consideraron lejos de Dios ni siquiera cuando trabajaban o cuando estaban de rodillas. En algunos monasterios ellos cantaban himnos mientras trabajaban; en otros la meditación era ordenada. Leímos que San Bernardo se detenía de repente en la escritura de uno de sus sermones más maravillosos, porque le había llegado él el tiempo para a ir trabajar en los campos. Otros tendrían algún libro pío abierto ante ellos para reflexionar en los pensamientos santos, mientras sus manos estaban comprometidas en su tarea y más maravilloso todavía, otros nunca empezaron sus delicados trabajos de pintura sin purificar sus almas por la Confesión Sacramental. Era este espíritu de oración y trabajo combinado el qué produjo esas obras de arte exquisitas que las generaciones presentes se maravillan, pero no pueden igualar. Dios da Su aprobación al trabajo hecho con tal espíritu, y la belleza inspirada en él. Si usted quiere producir un trabajo semejante hágalo de una manera similar, hágalo como ellos.
La Importancia de una Idea Correcta de Trabajo
Como la mitad de nuestro día lo gastamos trabajando asiduamente, es evidente que tenemos la necesidad de entender la dignidad y la santidad de la labor. En relación con esto, nuestro trabajo, cualquiera que sea, como costurera, jornalero, maestro, doctor o granjero nos lo dio Dios como un medio de santificación y como una penitencia por nuestros pecados. Ese es el fundamento de nuestra vida espiritual. Quién descuida su trabajo y todavía piensa, que porque dice muchas oraciones, está llevando una vida santa, se engaña.
Una Idea Correcta del Deber
Nos dicen que hagamos lo que es nuestro deber - y en el momento correcto. El deber no es algo que este fuera de nosotros como la ropa de trabajo, como tantas personas lo imaginan. Un deber va antes que las "Devociones." Es su deber lavar los platos, no se escape a cambio de una Bendición.
Hay en el día muchos deberes que parecen menos importantes que otros, y por esta razón pensamos que son de muy poco monto al lado de otros satisfacerlos en el momento oportuno Tal conducta es equivocada, y no construye un carácter fuerte. El valor real de nuestro día está en el cumplimiento exacto de todas nuestras obligaciones. Los mayores deberes cuidan de ellos – su importancia los hace fácil. Esté atento particularmente a las cosas pequeñas.
Considere su día entero como un cuadro dónde cada línea tiene su lugar apropiado. Y donde los más pequeños pueden ser los más esenciales. Haga todo como se supone que debe hacerlo, y no denigre del detalle más diminuto - no porque alguien está dirigiéndolo, simplemente porque se supone que tú lo haces.
Hay un proverbio: "La muerte es ligera como una pluma. El deber es tan fuerte como el plomo", y una vida vivida en la devoción al deber es una vida dura. Pero es la vida de un Hombre.
Aquí está una lección del Lejano Oriente.
Un artesano japonés fue observado por estar gastando muchos días perfeccionando por dentro un artículo que estaba haciendo. Se le preguntó ¿Por qué gastaba todo ese tiempo? Nadie alguna vez vería su trabajo. Él contestó, "lo veo yo" A esta respuesta, podemos agregar los Cristianos, "Y Dios lo ve, también".
Orando en Nuestro Trabajo
Vemos que el trabajo y el deber son cosas santas cuando la idea de Dios está en ellos. Pero, por sí solos, no son lo bastante santos, pero sí para aquéllos que están intentando ser Santos. Debemos tener a Dios más cerca de nuestro trabajo no limitarnos únicamente al ofrecimiento de la mañana. Debemos insistir que esté con nosotros el pensamiento frecuente de Él.
Una Monja española que tenía a cargo el refectorio decía que en el orden nunca se distrajo porque imaginó que aquéllos a quienes servia eran Nuestro Señor, Su Madre y los Apóstoles. De esta manera su trabajo se volvió uno de sus grandes medios de oración, y las horas gastadas estaban entre las más devotas de todo el día.
Si lo anterior no puede estar al alcance de nuestras pobres mentes, distraídas en mil cosas, lo podemos buscar después seguramente en un momento de silencio en la Presencia de Dios. Esto no significa que tenemos que sentirlo cerca de nosotros realmente. De suyo está muy cerca. Si tenemos la práctica regular de la oración y el pensamiento frecuente en Él, que invade nuestra mente, tenemos tendencia a mirar atrás cuando se nos dio generosamente, estamos haciéndolo bien. Esto no significa que aunque nos distraigamos en nuestras ocupaciones, el alma esté prestándole una callada atención todo el tiempo. Hemos alcanzado la etapa de orar siempre.
El Mecanismo de la Oración Frecuente
En el esfuerzo por construir un espíritu de oración como éste, hay que contar con pequeñas vagas resoluciones -hechas en los momentos de fervor - para orar frecuentemente. Las resoluciones vagas no tienen influencia sobre la personas que se han alejado de la oración. Debemos preparar ciertas actividades cada día, como llamadas regulares, una palabra o pensamiento de oración.
Algunos de estos recordatorios que ya tenemos: el Ángelus, el agradecimiento por las comidas, el pasar por delante de una Iglesia, y otros. Este número de acciones pueden ser aumentadas, para que realmente varios elementos de nuestra vida diaria nos lleven al fin a una fácil y natural elevación de nuestra mente a Dios.
El paso de un entierro, la reunión con un amigo, una muerte, el péndulo del reloj, el sonido de la campanilla, escribir una fecha, afilar el lápiz, el enhebrar de una aguja - podría seguir siempre con las sugerencias para tal lista. Pero las ocupaciones de cada uno determinarán lo que es mejor. No importa cómo parezca de tonto sus asuntos, puede haber mucho amor en ellos. En cualquier caso nada es tonto si lleva a Dios.
Es mejor que estos actos no sean demasiado frecuentes. Ellos podrían cansar aunque las intenciones sean buenas podrían interferir la atención en el trabajo. Pero todos los actos anteriores, deben, contribuir para que el principiante, esté definido. Es decir, la resolución debe tomar esta forma: "Siempre que mire mi reloj (o cualquier cosa a mi alrededor), diré una jaculatoria." No detenga esta práctica porque puede parecer mecánica al principio y menos piadosa y aburridora. El hábito vendrá pronto en su ayuda y lo hará menos difícil. Pero siempre se necesitará la determinación, cuando el Tentador haga esfuerzos para impedir tan excelente práctica.
Mientras se progresa en adquirir el espíritu de oración, esas cosas que son estorbo deben salir. Hasta que no logremos hacer silencio interior, no construiremos una verdadera vida espiritual real.
LOS OBSTÁCULOS Y LAS TRAMPAS EN EL CAMINO
El pecado
El pecado en sus diversas formas es, claro, la mayor barrera. Cosas tan serias como la deshonestidad, hacer el mal al patrón o a aquéllos que trabajan para uno, jugar apuestas, la intemperancia, maldecir, son el peor camino. Pero seguramente esto es innecesario. Estamos considerando una persona que está haciendo un esfuerzo serio por la santidad; quién es totalmente consciente de la gravedad de tales males, y quién probablemente ya las ha sacado de su vida.
También están las faltas comunes como: el amor propio, la mentira, la maledicencia, la vanidad, la envidia, el orgullo y de ahí en adelante, agresiones personales, de tal suerte que una vida podría gastarse con pobres resultados. Un éxito más seguro podría obtenerse calladamente si se desarrolla mucha oración y amor. Ésto inducirá a una mente que repudie el mal. Tales fallas no vuelven a ser tentaciones, simplemente se desechan de la vida.
Todo lo anterior simplemente es la clasificación del pecado. Cuando somos culpables de cualquiera de ellos, sabemos que es una ocasión para el arrepentimiento y la enmienda. Pero hay otros enemigos de la santidad que están más escondidos, y qué constantemente incluso engañan a las personas bien intencionadas asumiendo una inocente y loable apariencia. Entre éstos el respeto humano, el disgusto, una lengua desenfrenada, el temperamento enfermo, el desaliento, la presunción, pueden mencionarse. La gravedad de ellos es que son cometidos por personas buenas, cuando el pecado se comete, por ignorancia no es pecado .
El descontento
Ésta es la gran falta de los buenos.”No hay ningún daño en estar descontento", ellos lo llaman ambición, y hacen virtud del desorden que hay en sus mentes. Hay alguna ventaja en el descontento si nos incitan a las cosas buenas. Pero infelizmente, el descontento sólo tiende a hacernos despreciar lo que tenemos. Así que lo torcido está en nosotros por que envidiamos hoy en alguien lo que ayer desdeñamos en nosotros.
Este espíritu de descontento nos involucra probablemente ahora cuando el engaño en nuestra forma de vida es impropio de la santidad. Muy a menudo pensamos que somos santos. Nos sentimos seguros de que podemos ser Santos si Dios nos hiciera Sacerdotes, Monjas, o nada más, lo que pensamos podemos ser.
Que tal el engaño, ningún obstáculo mayor existe para progresar. Las condiciones de la vida de cada hombre, como él es, es la materia prima con la que él tiene que formar su futuro. El escepticismo en las posibilidades de hacer cualquier acto bueno con lo que tiene es improbable llevarlo a cabo. Como un hombre que posiblemente empieza a excavar en su jardín buscando diamantes, y otras joyas de santidad dónde él cree que no existen.
Puede ser que nuestra manera actual de vida realmente sea desventajosa a las cosas más altas. si Dios quiere abrirnos en el futuro otra puerta, es decir, con tal que nosotros estamos cumpliendo nuestro deber mejor de lo que lo que hacemos ahora. Lo más probable, lejos de ser desventajoso, nuestra vida presente es sin duda, la única que nos acercará a la santidad. Dios que ve todas las cosas no lo escogió para nosotros sin justa razón. Por el descontento actuamos como jueces sin justa razón sobre sus acciones. Es hora de pensar profundamente por encima de esto, y con una fuerte resolución cambiar tal pensamiento alterado. Su lugar se llenará por la gracia. La calma crecerá firmemente en nosotros. Nos preocuparemos cada vez menos por los cuidados de la vida cotidiana. Nosotros estamos avanzando.
Cuando el Descontento se Destierra
Aquéllos que siempre han estado en la amistad íntima con Dios no pueden valorar totalmente la grandeza de este tesoro, la paz de la mente, que ellos siempre han poseído. Para aquéllos que han experimentado lo contrario, este sentimiento de calma, lleva un mensaje pleno de la presencia del Espíritu Santo en el alma. Está en camino de esa tranquilidad que era un rasgo notable en las vidas de los Santos. Por ejemplo, en los escritos de San Vicente Ferrer:
"Si en las calles, en el coro, en su propia celda, predicando, en una jornada, o en cualquier cosa que hiciera, siempre estaba tranquilo porque él hacia un oratorio en su corazón, y allí conversaba continuamente con Dios sin que cosa alguna exterior lo perturbara”.
Otro Obstáculo Grande, el Respeto Humano
El peligro del Respeto Humano no se reconoce suficientemente. En casi cada Católico existe un poco. En el caso de algunos, está fuera del asunto un defecto tan grave para la santidad real. El Respeto humano puede definirse como tener en cuenta la opinión de otros en lugar de nuestra conciencia. La mayoría considera ridículo e impopular evitar el ir en contra de la verdad y de los principios de los demás. Se empieza por las cosas pequeñas, si constantemente uno se rinde al Respeto Humano se provoca una baja general de principios. Se alcanza un estado de mente diferente de la santidad, como la tiza lo es del queso.
Usted siempre tiene el hábito de bendecir sus comidas. Cuando no esta en casa por vergüenza usted no lo hace. Éste es el Respeto humano.
¿Usted siempre se quita el sombrero cuando pasa por una Iglesia, excepto cuándo va con protestantes? Usted no tiene un imagen religiosa en su cuarto. Es tímido para hacer el vía crucis. Se mortificaría si su Camándula se cayera de su bolsillo cuando va en compañía de un protestante o en el autobús. Todas éstas son las señales de la enfermedad que estamos discutiendo.
En otras palabras, se conforma con hacer su conducta aceptable a otros y no piensa que podría agradar a Dios con estas pequeñas profesiones de Fe. Usted lo ha tratado como el rico se supone trata las relaciones con los pobres, reconociéndolos en privado, ignorándolos en público.
En la vida de San Felipe Neri, leemos cómo el Santo tenía la costumbre de imponer penitencias muy humillantes a sus discípulos en su ansiedad de destruir en ellos cualquier rastro de ese espíritu tan común. Tales prácticas en nuestros días serían terribles extremos. Aquí está una sugerencia que no es extrema. Ayudará a cualquiera que quiera la destrucción de este defecto. Lleve algo abiertamente Católico; alguna insignia devota o un pequeño emblema que lo identifiquen como Católico que no se avergüenza de ser reconocido como tal. El sentimiento de aversión para hacer esto que tendrán muchos, es la prueba mejor de su valor; es que el espíritu que usted busca matar está protestando.
Las objeciones como: "Yo no creo en insignias-desgastadas", y "Ni creo en las manifestaciones públicas de mi religión", generalmente no son sinceras. Aquéllos que hablan de esta manera rara vez tienen objeciones para llevar insignias políticas o comerciales. Sea honrado. El problema es que no está muy orgulloso de ser Católico. Es natural que usted haga público lo que es.
El sacerdote y la monja anuncian al mundo lo que son. También permita a los laicos, en alguna forma, confesar a Cristo ante los hombres para que él pueda un día confesarlo ante Su Padre Celestial. Pero con una sana moderación. No haga nada que gane el nombre de excéntrico, esto puede destruir mucho su influencia. Cubrir su ego con emblemas religiosos o hacer muestras innecesarias de devoción en la Iglesia son errores.
El desaliento y el Orgullo
El valor espiritual de cualquier trabajo no lo juzgue por los pequeños o grandes resultados que ve, sino por la pureza de intención y el esfuerzo que ha puesto en él. El sermón elocuente o el libro que convierte a muchos, podría tener menos mérito para su autor que el más pequeño acto de sacrificio. Es tontería descorazonarse por falta de resultados visibles como vanagloriarse por el éxito aparente. Muchas personas calculan ver cosas maravillosas provenir de sus trabajos, mientras los Santos se enfrentan a menudo con el fracaso constante.
Cualquier cosa que emprenda, hágala bien. Permita que esto sea su única preocupación. No esté ansioso por resultados, le puede traer la presunción, y destruir la belleza de cualquier trabajo a la ojos de Dios.
Evite algunos remordimientos a causa del éxito por la presunción; el sentido común le dice cuan pequeño es usted cómo pequeña es su entrega; y cuánto más podría hacer fácilmente si le gustara. Y entonces contrasta con esa multitud de personas buenas que hay en el mundo que han dejado todo por causa del Maestro, y todavía se cuentan como los ociosos en su presencia.
Su oración frecuente debe ser: "Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al vuestro”. Si usted es absolutamente humilde, Dios lo destinará ciertamente para algún gran trabajo.
O Jesús, yo deseo ser un santo, no que pueda ser grande, pero que Tú me ames inmensamente.
El pecado en sus diversas formas es, claro, la mayor barrera. Cosas tan serias como la deshonestidad, hacer el mal al patrón o a aquéllos que trabajan para uno, jugar apuestas, la intemperancia, maldecir, son el peor camino. Pero seguramente esto es innecesario. Estamos considerando una persona que está haciendo un esfuerzo serio por la santidad; quién es totalmente consciente de la gravedad de tales males, y quién probablemente ya las ha sacado de su vida.
También están las faltas comunes como: el amor propio, la mentira, la maledicencia, la vanidad, la envidia, el orgullo y de ahí en adelante, agresiones personales, de tal suerte que una vida podría gastarse con pobres resultados. Un éxito más seguro podría obtenerse calladamente si se desarrolla mucha oración y amor. Ésto inducirá a una mente que repudie el mal. Tales fallas no vuelven a ser tentaciones, simplemente se desechan de la vida.
Todo lo anterior simplemente es la clasificación del pecado. Cuando somos culpables de cualquiera de ellos, sabemos que es una ocasión para el arrepentimiento y la enmienda. Pero hay otros enemigos de la santidad que están más escondidos, y qué constantemente incluso engañan a las personas bien intencionadas asumiendo una inocente y loable apariencia. Entre éstos el respeto humano, el disgusto, una lengua desenfrenada, el temperamento enfermo, el desaliento, la presunción, pueden mencionarse. La gravedad de ellos es que son cometidos por personas buenas, cuando el pecado se comete, por ignorancia no es pecado .
El descontento
Ésta es la gran falta de los buenos.”No hay ningún daño en estar descontento", ellos lo llaman ambición, y hacen virtud del desorden que hay en sus mentes. Hay alguna ventaja en el descontento si nos incitan a las cosas buenas. Pero infelizmente, el descontento sólo tiende a hacernos despreciar lo que tenemos. Así que lo torcido está en nosotros por que envidiamos hoy en alguien lo que ayer desdeñamos en nosotros.
Este espíritu de descontento nos involucra probablemente ahora cuando el engaño en nuestra forma de vida es impropio de la santidad. Muy a menudo pensamos que somos santos. Nos sentimos seguros de que podemos ser Santos si Dios nos hiciera Sacerdotes, Monjas, o nada más, lo que pensamos podemos ser.
Que tal el engaño, ningún obstáculo mayor existe para progresar. Las condiciones de la vida de cada hombre, como él es, es la materia prima con la que él tiene que formar su futuro. El escepticismo en las posibilidades de hacer cualquier acto bueno con lo que tiene es improbable llevarlo a cabo. Como un hombre que posiblemente empieza a excavar en su jardín buscando diamantes, y otras joyas de santidad dónde él cree que no existen.
Puede ser que nuestra manera actual de vida realmente sea desventajosa a las cosas más altas. si Dios quiere abrirnos en el futuro otra puerta, es decir, con tal que nosotros estamos cumpliendo nuestro deber mejor de lo que lo que hacemos ahora. Lo más probable, lejos de ser desventajoso, nuestra vida presente es sin duda, la única que nos acercará a la santidad. Dios que ve todas las cosas no lo escogió para nosotros sin justa razón. Por el descontento actuamos como jueces sin justa razón sobre sus acciones. Es hora de pensar profundamente por encima de esto, y con una fuerte resolución cambiar tal pensamiento alterado. Su lugar se llenará por la gracia. La calma crecerá firmemente en nosotros. Nos preocuparemos cada vez menos por los cuidados de la vida cotidiana. Nosotros estamos avanzando.
Cuando el Descontento se Destierra
Aquéllos que siempre han estado en la amistad íntima con Dios no pueden valorar totalmente la grandeza de este tesoro, la paz de la mente, que ellos siempre han poseído. Para aquéllos que han experimentado lo contrario, este sentimiento de calma, lleva un mensaje pleno de la presencia del Espíritu Santo en el alma. Está en camino de esa tranquilidad que era un rasgo notable en las vidas de los Santos. Por ejemplo, en los escritos de San Vicente Ferrer:
"Si en las calles, en el coro, en su propia celda, predicando, en una jornada, o en cualquier cosa que hiciera, siempre estaba tranquilo porque él hacia un oratorio en su corazón, y allí conversaba continuamente con Dios sin que cosa alguna exterior lo perturbara”.
Otro Obstáculo Grande, el Respeto Humano
El peligro del Respeto Humano no se reconoce suficientemente. En casi cada Católico existe un poco. En el caso de algunos, está fuera del asunto un defecto tan grave para la santidad real. El Respeto humano puede definirse como tener en cuenta la opinión de otros en lugar de nuestra conciencia. La mayoría considera ridículo e impopular evitar el ir en contra de la verdad y de los principios de los demás. Se empieza por las cosas pequeñas, si constantemente uno se rinde al Respeto Humano se provoca una baja general de principios. Se alcanza un estado de mente diferente de la santidad, como la tiza lo es del queso.
Usted siempre tiene el hábito de bendecir sus comidas. Cuando no esta en casa por vergüenza usted no lo hace. Éste es el Respeto humano.
¿Usted siempre se quita el sombrero cuando pasa por una Iglesia, excepto cuándo va con protestantes? Usted no tiene un imagen religiosa en su cuarto. Es tímido para hacer el vía crucis. Se mortificaría si su Camándula se cayera de su bolsillo cuando va en compañía de un protestante o en el autobús. Todas éstas son las señales de la enfermedad que estamos discutiendo.
En otras palabras, se conforma con hacer su conducta aceptable a otros y no piensa que podría agradar a Dios con estas pequeñas profesiones de Fe. Usted lo ha tratado como el rico se supone trata las relaciones con los pobres, reconociéndolos en privado, ignorándolos en público.
En la vida de San Felipe Neri, leemos cómo el Santo tenía la costumbre de imponer penitencias muy humillantes a sus discípulos en su ansiedad de destruir en ellos cualquier rastro de ese espíritu tan común. Tales prácticas en nuestros días serían terribles extremos. Aquí está una sugerencia que no es extrema. Ayudará a cualquiera que quiera la destrucción de este defecto. Lleve algo abiertamente Católico; alguna insignia devota o un pequeño emblema que lo identifiquen como Católico que no se avergüenza de ser reconocido como tal. El sentimiento de aversión para hacer esto que tendrán muchos, es la prueba mejor de su valor; es que el espíritu que usted busca matar está protestando.
Las objeciones como: "Yo no creo en insignias-desgastadas", y "Ni creo en las manifestaciones públicas de mi religión", generalmente no son sinceras. Aquéllos que hablan de esta manera rara vez tienen objeciones para llevar insignias políticas o comerciales. Sea honrado. El problema es que no está muy orgulloso de ser Católico. Es natural que usted haga público lo que es.
El sacerdote y la monja anuncian al mundo lo que son. También permita a los laicos, en alguna forma, confesar a Cristo ante los hombres para que él pueda un día confesarlo ante Su Padre Celestial. Pero con una sana moderación. No haga nada que gane el nombre de excéntrico, esto puede destruir mucho su influencia. Cubrir su ego con emblemas religiosos o hacer muestras innecesarias de devoción en la Iglesia son errores.
El desaliento y el Orgullo
El valor espiritual de cualquier trabajo no lo juzgue por los pequeños o grandes resultados que ve, sino por la pureza de intención y el esfuerzo que ha puesto en él. El sermón elocuente o el libro que convierte a muchos, podría tener menos mérito para su autor que el más pequeño acto de sacrificio. Es tontería descorazonarse por falta de resultados visibles como vanagloriarse por el éxito aparente. Muchas personas calculan ver cosas maravillosas provenir de sus trabajos, mientras los Santos se enfrentan a menudo con el fracaso constante.
Cualquier cosa que emprenda, hágala bien. Permita que esto sea su única preocupación. No esté ansioso por resultados, le puede traer la presunción, y destruir la belleza de cualquier trabajo a la ojos de Dios.
Evite algunos remordimientos a causa del éxito por la presunción; el sentido común le dice cuan pequeño es usted cómo pequeña es su entrega; y cuánto más podría hacer fácilmente si le gustara. Y entonces contrasta con esa multitud de personas buenas que hay en el mundo que han dejado todo por causa del Maestro, y todavía se cuentan como los ociosos en su presencia.
Su oración frecuente debe ser: "Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al vuestro”. Si usted es absolutamente humilde, Dios lo destinará ciertamente para algún gran trabajo.
O Jesús, yo deseo ser un santo, no que pueda ser grande, pero que Tú me ames inmensamente.
LAS ARMAS Y AYUDAS
La devoción a María
"Muéstreme cómo dices a María sálvame”, dijo un gran Santo, “y yo te diré cómo amar Dios." La – yemas de los dedos de muchos Santos – se endurecieron por el paso de las cuentas de su Rosario – Tenga la misma práctica.
Ame inmensamente a María. Lea y ore, y ore de nuevo, hasta que consiga ese amor. Implórele a Nuestro Señor que le dé el amor por Ella que Él desearía tener. Un gran amor por Ella es una segura señal de santidad.
No la trate sólo como la Reina de todos los Santos. Ella es mucho más que eso. Ella es la Hija más querida del Padre, la Madre del Hijo, y la Esposa del Espíritu Santo. Cuando ore a cualquiera de estas Tres Divinas Personas, pídale que esté cerca y recomiende su oración.
Ella también es nuestra Madre. ¿Esta idea es real para nosotros? El amor de nuestras amadas madres es algo maravilloso. ¡Por qué mares de fuego y agua no pasarían por nosotros! Y eso que su amor es débil muy débil comparado con el Suyo.
Hay una costumbre tradicional bonita que infelizmente nos parece menos común y es - la consagración de los bebés por sus padres a esta Bendita Madre. El terrible poder del Maligno en los cuerpos de las personas poseídas por él, debe ser la mejor recomendación para esta Devoción. El demonio puede hacer mucho mal, pero Ella puede hacer muchísimo más bien.
Consagremos a Ella no sólo nuestros niños, sino también nosotros en la forma más solemne – recordemos, lo que pertenece a María es todo de Jesús.
San José
Nuestro Señor y Su Madre bendita necesitaban a San José para su diario sustento. Algunos se preguntan por qué la Iglesia nos dice: "Vayan a José."
Él es muy apreciado entre los Santos. En particular es el gran modelo de oración - Santa Teresa dice cosas especiales para enunciar los frutos de la devoción a él Parece que no hay ninguna ocupación o condición de vida que no tenga algún punto de semejanza con él. Todos lo tienen como el Patrón de aquéllos que trabajan difícilmente y pasan dificultades, nos dirigimos a él, porque sabemos que él tiene en sus brazos al Niño Dios y puede ayudarnos.
Podríamos tener una práctica frecuente de decir alguna pequeña oración, como "San. José, Padre de Jesús ruega por nosotros."
Ésta era su más grande dignidad.
La Necesidad de Lectura Espiritual
Lea literatura buena; haga que otros también lo hagan; y después, todos haremos buenas obras.
Debemos formar un gusto por la literatura religiosa. Y tener un lugar cada día para ella. Así adquiriremos un interés en nuestra religión; ampliaremos nuestro conocimiento de la doctrina de la Iglesia ; y aprenderemos de su historia, las glorias, las instituciones, los antagonistas, y podremos contestar las innumerables preguntas y objeciones que constantemente proceden del amigo y del enemigo.
Hay una carencia de literatura religiosa. Probablemente tendremos que comprar la mayoría de los libros que nosotros deseamos leer. Pero hay poco interés, se compra ocasionalmente un libro y se lee completamente no más de una vez. Si un autor ha puesto el pensamiento profundo en su trabajo, esto no se aprecia en una lectura.
Después de esto, entendamos que la misión de un libro no es recoger el polvo, pero sí almas. Envíelo en una ronda apostólica entre los amigos en que usted puede confiar que devuelvan el libro prestado.
Alguna revista religiosa debe llegar a nuestra casa regularmente - una que nos mantenga en contacto con el acontecer mundial de la Iglesia Universal.
Ame inmensamente a María. Lea y ore, y ore de nuevo, hasta que consiga ese amor. Implórele a Nuestro Señor que le dé el amor por Ella que Él desearía tener. Un gran amor por Ella es una segura señal de santidad.
No la trate sólo como la Reina de todos los Santos. Ella es mucho más que eso. Ella es la Hija más querida del Padre, la Madre del Hijo, y la Esposa del Espíritu Santo. Cuando ore a cualquiera de estas Tres Divinas Personas, pídale que esté cerca y recomiende su oración.
Ella también es nuestra Madre. ¿Esta idea es real para nosotros? El amor de nuestras amadas madres es algo maravilloso. ¡Por qué mares de fuego y agua no pasarían por nosotros! Y eso que su amor es débil muy débil comparado con el Suyo.
Hay una costumbre tradicional bonita que infelizmente nos parece menos común y es - la consagración de los bebés por sus padres a esta Bendita Madre. El terrible poder del Maligno en los cuerpos de las personas poseídas por él, debe ser la mejor recomendación para esta Devoción. El demonio puede hacer mucho mal, pero Ella puede hacer muchísimo más bien.
Consagremos a Ella no sólo nuestros niños, sino también nosotros en la forma más solemne – recordemos, lo que pertenece a María es todo de Jesús.
San José
Nuestro Señor y Su Madre bendita necesitaban a San José para su diario sustento. Algunos se preguntan por qué la Iglesia nos dice: "Vayan a José."
Él es muy apreciado entre los Santos. En particular es el gran modelo de oración - Santa Teresa dice cosas especiales para enunciar los frutos de la devoción a él Parece que no hay ninguna ocupación o condición de vida que no tenga algún punto de semejanza con él. Todos lo tienen como el Patrón de aquéllos que trabajan difícilmente y pasan dificultades, nos dirigimos a él, porque sabemos que él tiene en sus brazos al Niño Dios y puede ayudarnos.
Podríamos tener una práctica frecuente de decir alguna pequeña oración, como "San. José, Padre de Jesús ruega por nosotros."
Ésta era su más grande dignidad.
La Necesidad de Lectura Espiritual
Lea literatura buena; haga que otros también lo hagan; y después, todos haremos buenas obras.
Debemos formar un gusto por la literatura religiosa. Y tener un lugar cada día para ella. Así adquiriremos un interés en nuestra religión; ampliaremos nuestro conocimiento de la doctrina de la Iglesia ; y aprenderemos de su historia, las glorias, las instituciones, los antagonistas, y podremos contestar las innumerables preguntas y objeciones que constantemente proceden del amigo y del enemigo.
Hay una carencia de literatura religiosa. Probablemente tendremos que comprar la mayoría de los libros que nosotros deseamos leer. Pero hay poco interés, se compra ocasionalmente un libro y se lee completamente no más de una vez. Si un autor ha puesto el pensamiento profundo en su trabajo, esto no se aprecia en una lectura.
Después de esto, entendamos que la misión de un libro no es recoger el polvo, pero sí almas. Envíelo en una ronda apostólica entre los amigos en que usted puede confiar que devuelvan el libro prestado.
Alguna revista religiosa debe llegar a nuestra casa regularmente - una que nos mantenga en contacto con el acontecer mundial de la Iglesia Universal.
Debemos Leer las Vidas de los Santos
Estamos acostumbrados a leer los titulares. Inconscientemente, nosotros formamos nuestras vidas por algunos de ellos. El propósito de Dios al permitir la Canonización de los Santos es proporcionar un modelo que nos atraiga y aumente nuestra bondad y heroísmo.
Los santos son la doctrina y la práctica de la santidad hecha visible. Si frecuentamos su compañía, imitaremos sus cualidades.
La Pregunta del Periódico
Nosotros nos inclinamos más de lo necesario en leer los periódicos, para estar en contacto con lo que está pasando en el mundo. Debemos tener cuidado para que ello no nos apegue más al mundo.
El periódico moderno se escribe tan bien, tan atractivo a la vista que tiende a volverse absorbente. Es una tendencia de Hoy a vivir entre los periódicos.
La discusión interminable, una perspectiva prejuiciada, poco conocimiento, un hastío por la literatura seria o buena, pérdida del poder de concentración, memoria defectuosa – tales son los productos de esas horas gastadas inútilmente, mientras que el Reino de Dios podría avanzar poderosamente.
Meditación, Realización, Acción
La lectura es una preparación directa para la oración y la intimidad con Dios. Para meditar en las materias religiosas, debe haber leído algo para poder meditar después. La lámpara no tiene el aceite. Pero, lea despacio y piense sobre lo que leyó. Libros leídos rápidamente atravesados a la carrera en forma irreflexiva tienen tanto valor como una comida sin digerir.
Tenemos por lo tanto que echarnos la culpa a nosotros mismos de malgastar el tiempo, si leemos sin el deseo de aprovechar nuestra lectura. Todavía esto es nuestra costumbre. Si no meditamos, no comprendemos. Dejamos en las profundidades inexploradas de nuestras almas las verdades divinas que deben gobernar nuestra inteligencia y que servirán después para grandes cosas.
Hay una diferencia maravillosa entre creer simplemente y comprender. Aquí hay algunas verdades que todos nosotros creemos:
1. La muerte es inevitable – después el juicio.
2. La gracia es la más grande posesión en el mundo.
3. El pecado venial - es el más grande infortunio en el mundo.
¿Ahora hasta qué punto comprendemos estas verdades y actuamos de acuerdo con ellas?
Y de nuevo. Sabemos que el Dios Infinito se volvió Hombre por nuestra causa: no un Rey - Él quiso el amor, no el miedo - pero un bebé estremeciéndose de frío entre gente pobre, un trabajador - hombre rudo – vagabundo sin hogar; uno que podría decirse casi un paria y entonces Él fue tomado y torturado y puesto en una cruz para morir, y ser objeto de desprecio de todos, Él podría ganar nuestro amor o incluso nuestra piedad que es semejante al amor.
¡Oh! ¡qué horror! Los santos han clamado angustiados de pensar qué amor tan grande puede no ser deseado por el mundo. ¡Para qué! El Crucifijo es sólo un pedazo de madera o metal para nosotros. ¿Nosotros tenemos las lágrimas para cualquier amigo excepto para Él!. La Lealtad para cada causa pero no para la suya y por qué?
Porque nosotros descuidamos los medios que el sentido común nos indica usar. La oración y la meditación lo harían real y vivo en nosotros; pero en nuestra indiferencia, nosotros lo dejamos en la sombra - y quién puede amar una sombra? Así es, le fallamos a la más grande fuerza en el mundo – a ese amor personal de Jesús que no busca recompensa, risas o muerte, y hace el sacrificio deleitable, y la santidad fácil.
La meditación es algo Muy Difícil
Hay muchos que realmente son incapaces de meditar de una manera regular. Por esto no deben descorazonarse ni evitar la meditación completamente. La meditación es muy aconsejable, y un método como el siguiente puede usarlo.
Para traer al Maestro vivamente ante nuestras mentes, debemos esforzarnos en considerar atentamente a ese Modelo Divino. Su Forma delgada, y su cara serena y encantadora, sus palabras, y sus acciones - tomémoslas una por una, y reflexionemos en ellas con afecto. Que una belleza incomparable nos refleja a todos! su suavidad, sabiduría, pureza, paciencia, ternura y amor verdadero hacia nosotros a pesar de nuestra indocilidad y deslealtad. Mire, admire, y busque encontrar una inspiración en su encanto.
Nuestro consuelo es que...No buscamos infructuosamente. Los tesoros de su perfección no están como los tesoros del mundo, detrás de las barras o en los museos - para ser admirados pero no poseídos. Cada perfección que brilla en Jesús esta allí sólo para comunicarla a nosotros. Con todo Su Corazón, Él desea dárnosla. Así que busquémosla con perseverancia y ella vendrá a nosotros.
Nuestra meditación puede ser sencilla. Ningún método determinado es necesario, aunque ayuda. Allí no se necesita ningún esfuerzo, ni valentía - sólo un deseo de amarlo y ser como Él. Sin embargo nuestro avance será a grandes pasos.
¿Y por qué esto?
Porque, como los teólogos lo dicen, Nuestro Señor y sus cualidades no sólo son santas sino que santifican, es decir, el simple pensamiento en ellas deja huella en nuestros corazones y las hace parte de nosotros.
Nuestra mirada debe estar fija en Maria, así debe ser. Pidamos su ayuda en esta contemplación. Es su trabajo a partir de la noche que miró por vez primera la cara del Niño Dios.
Yo no Puedo Meditar en absoluto
Aquéllos a quien incluso una forma simple de meditación es difícil, le será más útil tomar algún libro espiritual ante el Santísimo Sacramento, y leerlo muy despacio - más a manera de oración que de lectura ordinaria. Frecuentemente haga una pausa - después de todo, cada palabra representa una idea - y hable en la Presencia Eucarística. Es mejor que gaste mucho tiempo en cada frase. La habilidad de prolongar la lectura es una forma muy satisfactoria de hacer meditación.
El Trabajo por Nuestros Prójimos
El hecho de que Dios en Su Providencia nos haya dejado en el mundo, en vez de darnos una vocación religiosa, indica que Él desea nuestra vocación en el mundo. Es decir, las personas y las cosas cotidianas a nuestro alrededor son nuestros medios de santificación. Puede ser que el servicio hecho a nuestro prójimo sea esencial para nuestra perfección.
Debemos considerar que servir a nuestro prójimo que está alejado del amor de Dios significa que esto lo hacemos a Dios.
La influencia que podemos ejercer
El poder que tenemos para influir sobre los demás para el bien o el mal, es tan grande que es casi sin límites. La explicación de esto es que cuando Dios encuentra una persona dispuesta, humilde, trabajadora y fiel, la utiliza como un canal para dar sus gracias a otros. Y es horrible decir, hay muchos que se prestan de manera similar para ser instrumentos del diablo, y aceptan el destino terrible de ayudarle en su trabajo.
Un pensamiento en hombres tales como San Pablo, Santo Domingo, San Francisco de Asís y por otra parte, Lutero o Voltaire, sirven para demostrar, lo que las ideas de un hombre puede - influir en el mundo entero, siglo tras siglo.
El hombre es pequeño, pero un hombre que toma en serio una idea no es pequeño. Él puede influenciar a otros, y nadie sabe hasta donde puede llegar. Que nuestra idea dominante sea la gloria de Dios y la salvación de las almas.
Pruebas que muestran el Progreso
Ciertos juicios pueden esperarse. Seremos burlados, nos dirán con desprecio los supuestos Santos, cobardes, y nos censurarán con estrechez de miras e intolerancia.
La última acusación debe ser bienvenida. Nos pone fuera de esa numerosa clase que es considerada de mente abierta cuando en realidad son sólo oportunistas. Todavía el juicio posee simplemente algo de verdad que lo hace hiriente para nosotros. Por, tener reglas definidas de principios y conducta, significa que nosotros parecemos estrechos ante aquéllos que les estorba semejante comportamiento. Es la contraprestación de ser correcto .
Algunas Responsabilidades de Santidad
Para penetrar en las mentes de personas piadosas, como quiere indudablemente si trabaja para ellos, involucra una responsabilidad. Puede ser sin razón para ellos, pero no obstante las personas juzgarán la religión en general por usted. Si tiene un aspecto varonil, está haciendo un beneficio a la religión haciéndola atractiva para otros. Si se hace un buen Samaritano para todos cuya lengua como la de San Alfonso de Ligorio no dice cosas ásperas o sarcásticas, cuyos hechos lo demuestran - usted atraerá a los hombres y más todavía, les hará amar Dios, porque con su bondad ellos lo vislumbrarán.
Por otro lado, si usted está descuidado en su trabajo, sucio en su vestido, incorrecto en su conducta, hace a su religión una lesión, postrándola con usted.
Es una gran cosa que Cristo haya puesto su honor en sus manos. Esto puede estimularlo si usted lo hace a medias.
Además, significa que el lado mundano de su vida: su trabajo en la fábrica o en el hogar, o en la escuela técnica o en la universidad o en el sindicato, en el atletismo, la música, la pintura, entusiasmado pueda decir que todo lo hace para Él de una manera muy práctica.
Los ataques contra la Iglesia
Dondequiera que esté, en su trabajo o en el club o en sociedad, usted oye que las dificultades aparecen cuando aparecen las preguntas que quizás, golpee los fundamentos de la Iglesia o de la Fe , y tratando de ayudar a otros, no se olvide del peligro en que está.
Muchas de estas objeciones puede responderlas efectivamente con sus propios conocimientos. Otras pueden parecer tan fuertes que lo asuste. Es entonces útil pensar: "Para toda objeción, hay una respuesta. Todas estas dificultades se han suscitado y se han podido contestar. Los grandes hombres en todos los tiempos han buscado los vacíos en la doctrina de la Iglesia , y ellos y sus filosofías han pasado, mientras la Iglesia se mantiene viva.
Siempre recuerde que la verdad de la doctrina católica no depende de su habilidad para demostrarla. Diez vidas no serían tiempo suficiente para contestarse a sí mismo cada punto. La prueba real de ellas, las mentiras en la declaración de la Iglesia que es el pilar y la tierra de verdad.
Así que no permita que alguien lo desvié con lo que dice. Permita su objeción - aun cuando levante una dificultad en su mente - sólo déle la oportunidad para un Acto de Fe:
"Yo no entiendo, Amado Señor, pero yo creo porque la Iglesia lo enseña y la Iglesia es infalible."
Lea la promesa de Nuestro Señor: "Sobre esta Roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del Infierno no prevalecerán contra Ella”.
Entonces oye las palabras de Señor Macaulay que no era amigo de la Iglesia y ve cómo esa promesa está en pie después de diecinueve siglos: "Cuando vemos los tremendos ataques a que la Iglesia Católica ha sobrevivido, encontramos difícil de concebir como Ella pueda perecer."
Estamos acostumbrados a leer los titulares. Inconscientemente, nosotros formamos nuestras vidas por algunos de ellos. El propósito de Dios al permitir la Canonización de los Santos es proporcionar un modelo que nos atraiga y aumente nuestra bondad y heroísmo.
Los santos son la doctrina y la práctica de la santidad hecha visible. Si frecuentamos su compañía, imitaremos sus cualidades.
La Pregunta del Periódico
Nosotros nos inclinamos más de lo necesario en leer los periódicos, para estar en contacto con lo que está pasando en el mundo. Debemos tener cuidado para que ello no nos apegue más al mundo.
El periódico moderno se escribe tan bien, tan atractivo a la vista que tiende a volverse absorbente. Es una tendencia de Hoy a vivir entre los periódicos.
La discusión interminable, una perspectiva prejuiciada, poco conocimiento, un hastío por la literatura seria o buena, pérdida del poder de concentración, memoria defectuosa – tales son los productos de esas horas gastadas inútilmente, mientras que el Reino de Dios podría avanzar poderosamente.
Meditación, Realización, Acción
La lectura es una preparación directa para la oración y la intimidad con Dios. Para meditar en las materias religiosas, debe haber leído algo para poder meditar después. La lámpara no tiene el aceite. Pero, lea despacio y piense sobre lo que leyó. Libros leídos rápidamente atravesados a la carrera en forma irreflexiva tienen tanto valor como una comida sin digerir.
Tenemos por lo tanto que echarnos la culpa a nosotros mismos de malgastar el tiempo, si leemos sin el deseo de aprovechar nuestra lectura. Todavía esto es nuestra costumbre. Si no meditamos, no comprendemos. Dejamos en las profundidades inexploradas de nuestras almas las verdades divinas que deben gobernar nuestra inteligencia y que servirán después para grandes cosas.
Hay una diferencia maravillosa entre creer simplemente y comprender. Aquí hay algunas verdades que todos nosotros creemos:
1. La muerte es inevitable – después el juicio.
2. La gracia es la más grande posesión en el mundo.
3. El pecado venial - es el más grande infortunio en el mundo.
¿Ahora hasta qué punto comprendemos estas verdades y actuamos de acuerdo con ellas?
Y de nuevo. Sabemos que el Dios Infinito se volvió Hombre por nuestra causa: no un Rey - Él quiso el amor, no el miedo - pero un bebé estremeciéndose de frío entre gente pobre, un trabajador - hombre rudo – vagabundo sin hogar; uno que podría decirse casi un paria y entonces Él fue tomado y torturado y puesto en una cruz para morir, y ser objeto de desprecio de todos, Él podría ganar nuestro amor o incluso nuestra piedad que es semejante al amor.
¡Oh! ¡qué horror! Los santos han clamado angustiados de pensar qué amor tan grande puede no ser deseado por el mundo. ¡Para qué! El Crucifijo es sólo un pedazo de madera o metal para nosotros. ¿Nosotros tenemos las lágrimas para cualquier amigo excepto para Él!. La Lealtad para cada causa pero no para la suya y por qué?
Porque nosotros descuidamos los medios que el sentido común nos indica usar. La oración y la meditación lo harían real y vivo en nosotros; pero en nuestra indiferencia, nosotros lo dejamos en la sombra - y quién puede amar una sombra? Así es, le fallamos a la más grande fuerza en el mundo – a ese amor personal de Jesús que no busca recompensa, risas o muerte, y hace el sacrificio deleitable, y la santidad fácil.
La meditación es algo Muy Difícil
Hay muchos que realmente son incapaces de meditar de una manera regular. Por esto no deben descorazonarse ni evitar la meditación completamente. La meditación es muy aconsejable, y un método como el siguiente puede usarlo.
Para traer al Maestro vivamente ante nuestras mentes, debemos esforzarnos en considerar atentamente a ese Modelo Divino. Su Forma delgada, y su cara serena y encantadora, sus palabras, y sus acciones - tomémoslas una por una, y reflexionemos en ellas con afecto. Que una belleza incomparable nos refleja a todos! su suavidad, sabiduría, pureza, paciencia, ternura y amor verdadero hacia nosotros a pesar de nuestra indocilidad y deslealtad. Mire, admire, y busque encontrar una inspiración en su encanto.
Nuestro consuelo es que...No buscamos infructuosamente. Los tesoros de su perfección no están como los tesoros del mundo, detrás de las barras o en los museos - para ser admirados pero no poseídos. Cada perfección que brilla en Jesús esta allí sólo para comunicarla a nosotros. Con todo Su Corazón, Él desea dárnosla. Así que busquémosla con perseverancia y ella vendrá a nosotros.
Nuestra meditación puede ser sencilla. Ningún método determinado es necesario, aunque ayuda. Allí no se necesita ningún esfuerzo, ni valentía - sólo un deseo de amarlo y ser como Él. Sin embargo nuestro avance será a grandes pasos.
¿Y por qué esto?
Porque, como los teólogos lo dicen, Nuestro Señor y sus cualidades no sólo son santas sino que santifican, es decir, el simple pensamiento en ellas deja huella en nuestros corazones y las hace parte de nosotros.
Nuestra mirada debe estar fija en Maria, así debe ser. Pidamos su ayuda en esta contemplación. Es su trabajo a partir de la noche que miró por vez primera la cara del Niño Dios.
Yo no Puedo Meditar en absoluto
Aquéllos a quien incluso una forma simple de meditación es difícil, le será más útil tomar algún libro espiritual ante el Santísimo Sacramento, y leerlo muy despacio - más a manera de oración que de lectura ordinaria. Frecuentemente haga una pausa - después de todo, cada palabra representa una idea - y hable en la Presencia Eucarística. Es mejor que gaste mucho tiempo en cada frase. La habilidad de prolongar la lectura es una forma muy satisfactoria de hacer meditación.
El Trabajo por Nuestros Prójimos
El hecho de que Dios en Su Providencia nos haya dejado en el mundo, en vez de darnos una vocación religiosa, indica que Él desea nuestra vocación en el mundo. Es decir, las personas y las cosas cotidianas a nuestro alrededor son nuestros medios de santificación. Puede ser que el servicio hecho a nuestro prójimo sea esencial para nuestra perfección.
Debemos considerar que servir a nuestro prójimo que está alejado del amor de Dios significa que esto lo hacemos a Dios.
La influencia que podemos ejercer
El poder que tenemos para influir sobre los demás para el bien o el mal, es tan grande que es casi sin límites. La explicación de esto es que cuando Dios encuentra una persona dispuesta, humilde, trabajadora y fiel, la utiliza como un canal para dar sus gracias a otros. Y es horrible decir, hay muchos que se prestan de manera similar para ser instrumentos del diablo, y aceptan el destino terrible de ayudarle en su trabajo.
Un pensamiento en hombres tales como San Pablo, Santo Domingo, San Francisco de Asís y por otra parte, Lutero o Voltaire, sirven para demostrar, lo que las ideas de un hombre puede - influir en el mundo entero, siglo tras siglo.
El hombre es pequeño, pero un hombre que toma en serio una idea no es pequeño. Él puede influenciar a otros, y nadie sabe hasta donde puede llegar. Que nuestra idea dominante sea la gloria de Dios y la salvación de las almas.
Pruebas que muestran el Progreso
Ciertos juicios pueden esperarse. Seremos burlados, nos dirán con desprecio los supuestos Santos, cobardes, y nos censurarán con estrechez de miras e intolerancia.
La última acusación debe ser bienvenida. Nos pone fuera de esa numerosa clase que es considerada de mente abierta cuando en realidad son sólo oportunistas. Todavía el juicio posee simplemente algo de verdad que lo hace hiriente para nosotros. Por, tener reglas definidas de principios y conducta, significa que nosotros parecemos estrechos ante aquéllos que les estorba semejante comportamiento. Es la contraprestación de ser correcto .
Algunas Responsabilidades de Santidad
Para penetrar en las mentes de personas piadosas, como quiere indudablemente si trabaja para ellos, involucra una responsabilidad. Puede ser sin razón para ellos, pero no obstante las personas juzgarán la religión en general por usted. Si tiene un aspecto varonil, está haciendo un beneficio a la religión haciéndola atractiva para otros. Si se hace un buen Samaritano para todos cuya lengua como la de San Alfonso de Ligorio no dice cosas ásperas o sarcásticas, cuyos hechos lo demuestran - usted atraerá a los hombres y más todavía, les hará amar Dios, porque con su bondad ellos lo vislumbrarán.
Por otro lado, si usted está descuidado en su trabajo, sucio en su vestido, incorrecto en su conducta, hace a su religión una lesión, postrándola con usted.
Es una gran cosa que Cristo haya puesto su honor en sus manos. Esto puede estimularlo si usted lo hace a medias.
Además, significa que el lado mundano de su vida: su trabajo en la fábrica o en el hogar, o en la escuela técnica o en la universidad o en el sindicato, en el atletismo, la música, la pintura, entusiasmado pueda decir que todo lo hace para Él de una manera muy práctica.
Los ataques contra la Iglesia
Dondequiera que esté, en su trabajo o en el club o en sociedad, usted oye que las dificultades aparecen cuando aparecen las preguntas que quizás, golpee los fundamentos de la Iglesia o de la Fe , y tratando de ayudar a otros, no se olvide del peligro en que está.
Muchas de estas objeciones puede responderlas efectivamente con sus propios conocimientos. Otras pueden parecer tan fuertes que lo asuste. Es entonces útil pensar: "Para toda objeción, hay una respuesta. Todas estas dificultades se han suscitado y se han podido contestar. Los grandes hombres en todos los tiempos han buscado los vacíos en la doctrina de la Iglesia , y ellos y sus filosofías han pasado, mientras la Iglesia se mantiene viva.
Siempre recuerde que la verdad de la doctrina católica no depende de su habilidad para demostrarla. Diez vidas no serían tiempo suficiente para contestarse a sí mismo cada punto. La prueba real de ellas, las mentiras en la declaración de la Iglesia que es el pilar y la tierra de verdad.
Así que no permita que alguien lo desvié con lo que dice. Permita su objeción - aun cuando levante una dificultad en su mente - sólo déle la oportunidad para un Acto de Fe:
"Yo no entiendo, Amado Señor, pero yo creo porque la Iglesia lo enseña y la Iglesia es infalible."
Lea la promesa de Nuestro Señor: "Sobre esta Roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del Infierno no prevalecerán contra Ella”.
Entonces oye las palabras de Señor Macaulay que no era amigo de la Iglesia y ve cómo esa promesa está en pie después de diecinueve siglos: "Cuando vemos los tremendos ataques a que la Iglesia Católica ha sobrevivido, encontramos difícil de concebir como Ella pueda perecer."
La Llamada a los Buenos Trabajos
En tiempo de descanso, de oración, o la invitación de un amigo aparece una llamada a un buen trabajo. Puede ser muy difícil, pero no lo rehúse fácilmente, porque puede perder la vocación de su vida. San Agustín dice esta palabras solemnes: "Tema a Jesús que pasa y no vuelve a pasar”.
¿Cómo podemos hacer Grandes Cosas?
Con inteligencia, el propio sacrificio, y un poco de conocimiento de la naturaleza humana, todos produciremos grandes resultados: (a) organizar - cosas por las personas que nunca las hacen, prepárelas para ello; (b) Llamar a personas que nunca hacen nada que las beneficie; (c) Atraer individualmente a las personas que nunca responden a una llamada general.
En otros términos, somos el puente que cubre el abismo entre Dios y aquellas personas que Él quiere llamar. Por ejemplo:
(a) Organice una Peregrinación, todo está listo-y-preparado. Todo lo que uno tiene que hacer es comprar el boleto y tener lugar. Unas mil personas van. Muchos no habrían tenido nunca oportunidad de una Peregrinación y sus detalles.
b. Una llamada desde el púlpito para apoyar cierta publicación religiosa. Sólo unas pocas personas responden. Un sondeo de casa en casa, llevando el aviso directamente produce centenares de nuevos lectores.
c. Todos en un pueblo saben la necesidad de hacer caridad en alguna localidad. En una llamada organizada puerta-a-puerta todos dan.
"El deber de amar al prójimo como a si mismo"
Lo anterior es solo indicaciones de lo que se puede hacer. Sus propios gustos, el ambiente, la conciencia, le sugerirán medios poderosos para bien de su propia alma y de las almas de otras personas. "Ama a tu prójimo como a ti mismo" es una sentencia difícil. Pero tenga en cuenta, Quien lo dijo y deje todas las formas de ayudar a otros que no sean para el bien. Pídale a San Vicente de Paúl que es el Patrono de tales trabajos que lo inspire con el conocimiento de lo que sea mejor. Tal vez debe empezar uniéndose a la Sociedad que lleva su nombre.
Aquí hay algunas sugerencias adicionales:
(a). Usted conoce una excelente Hermandad. Trabaje duro para ella. Sea el prefecto de un conferencia. Entrene al subalterno-prefecto para hacer su trabajo y entonces cuando esté seguro que puede hacerlo sin usted, forme otra conferencia. Así incrementará los miembros de la Hermandad y estará tranquilo.
(b). Conoce una escuela que envía muchos de sus alumnos al Seminario o al Convento. Comuníquelo a alguien que esté interesado. Muchos se unirán, y su trabajo será el paso que se convierte en resoluciones sólidas lo que de otra forma no sería sino vagos deseos.
(c). Hay alguna organización conocida que ha producido gran adelanto espiritual en sus miembros. Lleve a sus amigos.
(d). Hay alguna revista religiosa o periódico religioso que piensa es bueno. Extienda su circulación.
(e). Conoce a alguien que tiene el don de hacer que sus amigos se alisten en trabajos sociales. Preséntele personas.
(f). Usted ha leído un libro que le hizo bien. Compre uno o dos ejemplares y hágalos circular.
Promoviendo el Descanso de Fin de semana
Usted podría trabajar por los Retiros espirituales, son semilleros de perfección cristiana - como el último Pontífice los definió - produciendo dondequiera que existan, ejércitos de trabajadores incansables en la causa de la religión, santificando lo bueno, animando lo decaído.
Si desea hacer obras de largo alcance para el bien, aquí tiene los medios para realizarlo en forma rápida y cierta.
Organice estos retiros, extienda fuera la idea, y donde no estén todavía, propóngase hacerlo.
Abriendo un nuevo camino
Usted puede asociar a otros para hacer algo bueno, y da el primer paso que San Vicente llama el sagrado contagio de la caridad.
Inicie una pequeña organización. Recoja algunos de sus allegados para un buen trabajo. Celebre reuniones regulares - semanalmente, si es posible - y discuta sus pequeños esfuerzos bajo los auspicios de la oración. Usted tiene sus propias palabras Él hace sus esfuerzos fructíferos, está allí en medio de ustedes.
No se eleve demasiado. No se deje llevar por la ansiedad. Mire sobre todo las tareas de rutina y los pequeños detalles de la reunión. Inicie puntualmente, actas cuidadosamente escritas, tome lista regularmente, discuta sólo asuntos de la asociación, afecto entre los miembros, esto - mucho más que la habilidad en la organización o trabajos excepcionales - asegurará un éxito duradero.
No puede asegurarse que el progreso y la durabilidad de la organización dependan de las reuniones, y que las reuniones dependan a su vez del sistema, la abundante oración, y la fraternidad que haya en ellas. El adecuado espíritu que serenamente enfrente los altibajos inevitables; y su trabajo puede multiplicarse muchísimo. Todo los grandes movimientos han tenido simplemente esos orígenes.
Algunas Formas Fáciles de Hacer un Gran Trabajo
Las siguientes son algunas de las formas en que una multitud de hombres y mujeres han empleado su tiempo libre para servir a Dios. El Día del Juicio se mostrará el gozo que ellos le han dado, y el bien que han hecho.
Algunos ejemplos aclaran que tal trabajo está dentro de la capacidad de cualquier persona que persevere.
(a) El Catequista
Su Santidad Pío X fue interrogado una vez por una señora deseosa de hacer algo realmente bueno por Dios, Él la sorprendió contestando: "Enseñe a los niños el catecismo."
Tome una clase y ponga su corazón en ella. Busque muchas anécdotas con las cuales pueda entrenar e interesar a estos pequeños, como se ha dicho bellamente: la cera recibe, el mármol retiene. Muchos de ellos querrán algún día hacer grandes cosas por Dios, y será a través suyo.
( b) La Santa Infancia
Organice y ponga a funcionar, con el permiso de su Párroco una rama de la Santa Infancia. Tenga un doble objetivo a la vista: primero, extender la devoción a las misiones extranjeras junto con la ayuda financiera de ellos; y segundo, entre en sintonía con los niños que según el reglamento tienen que pagar su pequeña suscripción mensual y personalmente. Conózcalos bien. Enséñeles pequeñas devociones y cómo hacer sacrificios. Dígales que coleccionen estampillas usadas; la propia práctica es una oración, éstas son apreciadas en las Misiones Extranjeras.
Tal trabajo puede ser un modelo de Santos. Verá repentinamente el progreso de los niños. Ésta es solo una manera. Pero siga adelante con constancia, en los años venideros tendrá una cosecha rica de santidad entre ellos.
(c) Visita a los Enfermos
La primera preocupación de San Ignacio de Loyola y sus compañeros al llegar a cada nueva población era visitar los enfermos en los hospitales, sabiendo que haciendo esto, lo hacían al propio Cristo.
Escoja algún hospital, de preferencia un hospital de pobres, y encuentre uno o más pacientes que no tienen amigos ni visitantes. Sea su amigo y visitante. Visítelos regularmente. Su sonrisas y sus palabras alegres hará que sus visitas sean anheladas. Y qué oraciones llegarán al Cielo por usted de estos sufridos pobres de Cristo a quienes usted ha socorrido.
(d) Propagar la Buena Literatura
Hay muchos que actúan como los promotores de pequeñas revistas religiosas periódicas, llenas de instrucciones simples e interesantes. Ellos buscan suscriptores, y mes por mes los visitan - y se las entrega. El Padre, la madre y los niños las leerán y sentirán su influencia. Es en la casa un faro regular de la gracia.
Una viuda pobre tenía una familia grande y difícilmente trabajaba durante el día para sostenerla. Siempre empezaba el día con la Santa Misa y la Sagrada Comunión. Ella tenía cien subscriptores a la revista. Las entregaba en sus casas que eran distantes, por las tardes cuando ella terminaba su trabajo. Conocía bien a todas las familias y usó esta amistad para interesarlos en esas cosas que eran tan apreciadas por su corazón como: la Misa diaria y la Comunión , el Apostolado de la Oración , la Misión de Maynooth en China.
Hace algunos años en Nueva York una lavandera negra que había gastado su vida en esta misma forma, tuvo un funeral en medio del dolor de miles de personas a quienes constantemente recordaba sus deberes para con Dios.
Amar a Jesús y hacerlo amar. ¡Esta es la práctica! ¿Quién puede apreciar el verdadero valor de tales vidas?
( e) El Coleccionista Al aire libre Debidamente Autorizado
Exhibiendo en sus manos sus libritos, debidamente autorizado y aprobado por el párroco; llevando en la mano la aprobación del Sacerdote de la Parroquia , podemos ver el coleccionista al aire libre, normalmente un domingo, caminando a paso largo, esforzándose rápidamente, subiendo los escalones de las habitaciones, anunciando en las callejuelas y dejando atrás los caminos donde viven - los pobres - que son muy caritativos. Aquí él consigue semana tras semana uno ó dos peniques para alguna Iglesia que se Construye con este fondo, u otro trabajo caritativo aprobado por el Sacerdote de la Parroquia.
Siempre es un trabajo santo, con sus vueltas puede hacerse un apostolado genuino. Él no necesita usar tono de predicador. Una palabra tranquila aquí y allá puede hacer todo el trabajo. Y él puede agregar a sus armas las palabras más poderosas - los Escapularios, las Medallas, las Insignias aprobadas por la Iglesia. Extendiendo la devoción a éstos está preparando cauces por los cuales la gracia fluirá ciertamente.
Él tiene tiempo para una charla corta en cada casa, y él está vivamente interesado en cada miembro de la familia. ¿Cómo están las Comuniones de los Niños? ¿Se matricularon Paddy y Molly en el Escapulario de la Virgen del Carmen? Aquí es una medalla milagrosa para uno y un pequeño cuadro para otro. Él tiene ojos para ver si los mayores están en alguna Hermandad. Si el padre pertenece probablemente a su gremio.
Él no habla sobre esas revistas. Ellos saben bastante. Además, puede diferir en la opinión de algunos, a menudo los resultados dejan palabras fuertes y amargas, que hacen perder su influencia. Hablar de la Iglesia y la Parroquia tiene importancia más que suficiente, las preocupaciones privadas de la familia, y de vez en cuando una sugerencia sobre la Devoción de los primeros viernes, La Entronización del Sagrado Corazón, etc. Muchas son las historias relacionadas con el Rosario en Familia, y la manera en que se guardó la Fe en los tiempos difíciles.
Su referencia a las próximas Misiones será más poderosa que los carteles – que cubren las paredes.
Es más, las personas hablan sobre sus vecinos. Así que él obtiene un buen conocimiento de su barrio, y su informe aunque un poco errado es útil al Sacerdote.
Y refiriéndose a esto, su mismo paso, su rostro, serán como una aspiración de todos a la religión y un recuerdo especial para aquéllos que son negligentes. Las personas irán a Misa o a recibir los Sacramentos simplemente porque ellos lo vieron y les recordó su abandono.
En otros términos, somos el puente que cubre el abismo entre Dios y aquellas personas que Él quiere llamar. Por ejemplo:
(a) Organice una Peregrinación, todo está listo-y-preparado. Todo lo que uno tiene que hacer es comprar el boleto y tener lugar. Unas mil personas van. Muchos no habrían tenido nunca oportunidad de una Peregrinación y sus detalles.
b. Una llamada desde el púlpito para apoyar cierta publicación religiosa. Sólo unas pocas personas responden. Un sondeo de casa en casa, llevando el aviso directamente produce centenares de nuevos lectores.
c. Todos en un pueblo saben la necesidad de hacer caridad en alguna localidad. En una llamada organizada puerta-a-puerta todos dan.
"El deber de amar al prójimo como a si mismo"
Lo anterior es solo indicaciones de lo que se puede hacer. Sus propios gustos, el ambiente, la conciencia, le sugerirán medios poderosos para bien de su propia alma y de las almas de otras personas. "Ama a tu prójimo como a ti mismo" es una sentencia difícil. Pero tenga en cuenta, Quien lo dijo y deje todas las formas de ayudar a otros que no sean para el bien. Pídale a San Vicente de Paúl que es el Patrono de tales trabajos que lo inspire con el conocimiento de lo que sea mejor. Tal vez debe empezar uniéndose a la Sociedad que lleva su nombre.
Aquí hay algunas sugerencias adicionales:
(a). Usted conoce una excelente Hermandad. Trabaje duro para ella. Sea el prefecto de un conferencia. Entrene al subalterno-prefecto para hacer su trabajo y entonces cuando esté seguro que puede hacerlo sin usted, forme otra conferencia. Así incrementará los miembros de la Hermandad y estará tranquilo.
(b). Conoce una escuela que envía muchos de sus alumnos al Seminario o al Convento. Comuníquelo a alguien que esté interesado. Muchos se unirán, y su trabajo será el paso que se convierte en resoluciones sólidas lo que de otra forma no sería sino vagos deseos.
(c). Hay alguna organización conocida que ha producido gran adelanto espiritual en sus miembros. Lleve a sus amigos.
(d). Hay alguna revista religiosa o periódico religioso que piensa es bueno. Extienda su circulación.
(e). Conoce a alguien que tiene el don de hacer que sus amigos se alisten en trabajos sociales. Preséntele personas.
(f). Usted ha leído un libro que le hizo bien. Compre uno o dos ejemplares y hágalos circular.
Promoviendo el Descanso de Fin de semana
Usted podría trabajar por los Retiros espirituales, son semilleros de perfección cristiana - como el último Pontífice los definió - produciendo dondequiera que existan, ejércitos de trabajadores incansables en la causa de la religión, santificando lo bueno, animando lo decaído.
Si desea hacer obras de largo alcance para el bien, aquí tiene los medios para realizarlo en forma rápida y cierta.
Organice estos retiros, extienda fuera la idea, y donde no estén todavía, propóngase hacerlo.
Abriendo un nuevo camino
Usted puede asociar a otros para hacer algo bueno, y da el primer paso que San Vicente llama el sagrado contagio de la caridad.
Inicie una pequeña organización. Recoja algunos de sus allegados para un buen trabajo. Celebre reuniones regulares - semanalmente, si es posible - y discuta sus pequeños esfuerzos bajo los auspicios de la oración. Usted tiene sus propias palabras Él hace sus esfuerzos fructíferos, está allí en medio de ustedes.
No se eleve demasiado. No se deje llevar por la ansiedad. Mire sobre todo las tareas de rutina y los pequeños detalles de la reunión. Inicie puntualmente, actas cuidadosamente escritas, tome lista regularmente, discuta sólo asuntos de la asociación, afecto entre los miembros, esto - mucho más que la habilidad en la organización o trabajos excepcionales - asegurará un éxito duradero.
No puede asegurarse que el progreso y la durabilidad de la organización dependan de las reuniones, y que las reuniones dependan a su vez del sistema, la abundante oración, y la fraternidad que haya en ellas. El adecuado espíritu que serenamente enfrente los altibajos inevitables; y su trabajo puede multiplicarse muchísimo. Todo los grandes movimientos han tenido simplemente esos orígenes.
Algunas Formas Fáciles de Hacer un Gran Trabajo
Las siguientes son algunas de las formas en que una multitud de hombres y mujeres han empleado su tiempo libre para servir a Dios. El Día del Juicio se mostrará el gozo que ellos le han dado, y el bien que han hecho.
Algunos ejemplos aclaran que tal trabajo está dentro de la capacidad de cualquier persona que persevere.
(a) El Catequista
Su Santidad Pío X fue interrogado una vez por una señora deseosa de hacer algo realmente bueno por Dios, Él la sorprendió contestando: "Enseñe a los niños el catecismo."
Tome una clase y ponga su corazón en ella. Busque muchas anécdotas con las cuales pueda entrenar e interesar a estos pequeños, como se ha dicho bellamente: la cera recibe, el mármol retiene. Muchos de ellos querrán algún día hacer grandes cosas por Dios, y será a través suyo.
( b) La Santa Infancia
Organice y ponga a funcionar, con el permiso de su Párroco una rama de la Santa Infancia. Tenga un doble objetivo a la vista: primero, extender la devoción a las misiones extranjeras junto con la ayuda financiera de ellos; y segundo, entre en sintonía con los niños que según el reglamento tienen que pagar su pequeña suscripción mensual y personalmente. Conózcalos bien. Enséñeles pequeñas devociones y cómo hacer sacrificios. Dígales que coleccionen estampillas usadas; la propia práctica es una oración, éstas son apreciadas en las Misiones Extranjeras.
Tal trabajo puede ser un modelo de Santos. Verá repentinamente el progreso de los niños. Ésta es solo una manera. Pero siga adelante con constancia, en los años venideros tendrá una cosecha rica de santidad entre ellos.
(c) Visita a los Enfermos
La primera preocupación de San Ignacio de Loyola y sus compañeros al llegar a cada nueva población era visitar los enfermos en los hospitales, sabiendo que haciendo esto, lo hacían al propio Cristo.
Escoja algún hospital, de preferencia un hospital de pobres, y encuentre uno o más pacientes que no tienen amigos ni visitantes. Sea su amigo y visitante. Visítelos regularmente. Su sonrisas y sus palabras alegres hará que sus visitas sean anheladas. Y qué oraciones llegarán al Cielo por usted de estos sufridos pobres de Cristo a quienes usted ha socorrido.
(d) Propagar la Buena Literatura
Hay muchos que actúan como los promotores de pequeñas revistas religiosas periódicas, llenas de instrucciones simples e interesantes. Ellos buscan suscriptores, y mes por mes los visitan - y se las entrega. El Padre, la madre y los niños las leerán y sentirán su influencia. Es en la casa un faro regular de la gracia.
Una viuda pobre tenía una familia grande y difícilmente trabajaba durante el día para sostenerla. Siempre empezaba el día con la Santa Misa y la Sagrada Comunión. Ella tenía cien subscriptores a la revista. Las entregaba en sus casas que eran distantes, por las tardes cuando ella terminaba su trabajo. Conocía bien a todas las familias y usó esta amistad para interesarlos en esas cosas que eran tan apreciadas por su corazón como: la Misa diaria y la Comunión , el Apostolado de la Oración , la Misión de Maynooth en China.
Hace algunos años en Nueva York una lavandera negra que había gastado su vida en esta misma forma, tuvo un funeral en medio del dolor de miles de personas a quienes constantemente recordaba sus deberes para con Dios.
Amar a Jesús y hacerlo amar. ¡Esta es la práctica! ¿Quién puede apreciar el verdadero valor de tales vidas?
( e) El Coleccionista Al aire libre Debidamente Autorizado
Exhibiendo en sus manos sus libritos, debidamente autorizado y aprobado por el párroco; llevando en la mano la aprobación del Sacerdote de la Parroquia , podemos ver el coleccionista al aire libre, normalmente un domingo, caminando a paso largo, esforzándose rápidamente, subiendo los escalones de las habitaciones, anunciando en las callejuelas y dejando atrás los caminos donde viven - los pobres - que son muy caritativos. Aquí él consigue semana tras semana uno ó dos peniques para alguna Iglesia que se Construye con este fondo, u otro trabajo caritativo aprobado por el Sacerdote de la Parroquia.
Siempre es un trabajo santo, con sus vueltas puede hacerse un apostolado genuino. Él no necesita usar tono de predicador. Una palabra tranquila aquí y allá puede hacer todo el trabajo. Y él puede agregar a sus armas las palabras más poderosas - los Escapularios, las Medallas, las Insignias aprobadas por la Iglesia. Extendiendo la devoción a éstos está preparando cauces por los cuales la gracia fluirá ciertamente.
Él tiene tiempo para una charla corta en cada casa, y él está vivamente interesado en cada miembro de la familia. ¿Cómo están las Comuniones de los Niños? ¿Se matricularon Paddy y Molly en el Escapulario de la Virgen del Carmen? Aquí es una medalla milagrosa para uno y un pequeño cuadro para otro. Él tiene ojos para ver si los mayores están en alguna Hermandad. Si el padre pertenece probablemente a su gremio.
Él no habla sobre esas revistas. Ellos saben bastante. Además, puede diferir en la opinión de algunos, a menudo los resultados dejan palabras fuertes y amargas, que hacen perder su influencia. Hablar de la Iglesia y la Parroquia tiene importancia más que suficiente, las preocupaciones privadas de la familia, y de vez en cuando una sugerencia sobre la Devoción de los primeros viernes, La Entronización del Sagrado Corazón, etc. Muchas son las historias relacionadas con el Rosario en Familia, y la manera en que se guardó la Fe en los tiempos difíciles.
Su referencia a las próximas Misiones será más poderosa que los carteles – que cubren las paredes.
Es más, las personas hablan sobre sus vecinos. Así que él obtiene un buen conocimiento de su barrio, y su informe aunque un poco errado es útil al Sacerdote.
Y refiriéndose a esto, su mismo paso, su rostro, serán como una aspiración de todos a la religión y un recuerdo especial para aquéllos que son negligentes. Las personas irán a Misa o a recibir los Sacramentos simplemente porque ellos lo vieron y les recordó su abandono.
EL SECRETO DE INFLUIR EN LOS DEMÁS
Hay un cambio en otros, y eso es un trabajo del prójimo para estudiarlo.
No diga "yo no puedo”, o "yo no tengo buena salud", o "Nadie me considera". Pera hay una cosa que puede revestirlo de poderes en sus relaciones con los otros – es el afecto para ellos. Éste es el gran secreto de la influencia real. Para poseerlo, siga esta simple regla - sólo busque las cualidades en cualquier situación que se encuentre; nunca busque las faltas, porque las encontrará.
Actúe así y desarrollará el hábito de amar fácilmente.
Convenza a aquéllos que están a su lado, por los hechos, no por las palabras, si tiene este sentimiento de verdad para ellos, puede llevarlos donde quiera.
No diga "yo no puedo”, o "yo no tengo buena salud", o "Nadie me considera". Pera hay una cosa que puede revestirlo de poderes en sus relaciones con los otros – es el afecto para ellos. Éste es el gran secreto de la influencia real. Para poseerlo, siga esta simple regla - sólo busque las cualidades en cualquier situación que se encuentre; nunca busque las faltas, porque las encontrará.
Actúe así y desarrollará el hábito de amar fácilmente.
Convenza a aquéllos que están a su lado, por los hechos, no por las palabras, si tiene este sentimiento de verdad para ellos, puede llevarlos donde quiera.
DIOS EN SUS TRABAJOS
Todas las Cosas son Señales que Conducen a Dios
Hemos considerado ampliamente algunos métodos de como servir a Dios. Permítanos intentar recordarle que son sólo métodos. Siempre hay una tendencia a interesarse por cualquier trabajo que nos absorbe y olvidamos por qué y para Quién lo hacemos.
Es natural que esto pase. El trabajo es visible; lo sobrenatural no lo es; y las cosas visibles ayudan a lo sobrenatural de nuestras vidas. Esto disminuye el valor de nuestros actos como ofrendas a Dios.
En cambio, un poco de atención a las mismas cosas que nos inclinan o llevan fuera de Dios, nos recuerdan Su presencia en el mundo.
Cuando nosotros vemos una Iglesia, aunque sea sólo una figura en la distancia, provoca un sentimiento de reverencia al pensar en su Presencia en la Eucaristía. Pero las Iglesias son pocas. Necesitamos ese sentimiento de reverencia en toda nuestra vida. Podemos hacerlo habitual si cultivamos la práctica de verlo en todas las cosas.
Al principio Él creó todas las cosas de la nada. Pero Él no dejó de trabajar. Su poder omnipotente guarda siempre todas las cosas. Si quita su Mano un segundo de cualquier objeto que vemos, desaparecería en seguida de nuestra vista y volvería a la nada original.
Cada cosa que nosotros vemos decimos que la Mano de Dios está en ella. Un sentido de temor debe llevarnos a pensar que podemos tocar lo que Él está tocando. Las hojas ondeantes en los árboles nos cuentan la presencia de la brisa que nosotros no vemos. ¿Aunque no haya árboles, ni hojas, ni viento, todo a nuestro alrededor, simplemente nos habla del Poder maravilloso que los sostiene en la existencia?
Nosotros recogemos un insecto, o una flor, o un pan, o un libro. Cada uno lo proclama a Él en la mente pensativa.
San Buenaventura dijo de San Francisco de Asís que hizo de todo en la naturaleza, un paso para subir al Cielo. Él amó las mismas piedras bajo sus pies porque eran trabajo de su Creador.
Todos los Santos vieron sin esfuerzo a Dios en Sus trabajos. Todo era causa de oración para ellos. Pero hubo un tiempo cuando fueron sólo principiantes como nosotros. Ellos perseveraron; ¿podremos nosotros?
Tú eres Templo del Espíritu Santo Que está en Ti
Si consideramos que Dios está con nosotros en los trabajos, no debemos olvidamos de Su presencia.
Es doctrina católica que el Espíritu Santo mora en cualquiera que esté libre del pecado mortal. La vida se aclararía inmensamente si pudiéramos tener presente esta verdad maravillosa.
¡Cómo podemos sentirnos tristes, o solos en la vida, o pensar que somos pobres!
Si consideramos a Dios en Su Reino Celestial, nos inclinamos a pensar en Él como a gran distancia. Lo conocemos como a un Padre amoroso, pero este sentido de lejanía disminuye el sentido de su protección. Más bien pensemos en Él viviendo en cada uno de nosotros - impulsando nuestros corazones y escuchando nuestros más íntimos pensamientos.
Mire el Sol que arde en el cielo con suficiente luz y calor para el mundo entero. Quién Lo hizo está dentro de nosotros con una Gloria infinitamente mayor.
Hay santidad en este pensamiento; y la idea de pecado es como algo que está fuera de este Huésped Divino. Tengamos claridad sobre el más repulsivo enemigo.
El Cielo y la Tierra están llenos de tu Gloria
La grandeza y el amor de Dios, siendo infinitos, no pueden ser medidos por nosotros. Sólo podemos imaginar vagamente una idea de ellos representándolos como la cima y lo mejor de lo que sabemos y luego tratar de elevar nuestras mentes por encima de dichos pensamientos.
Observe al alrededor, todo es hermoso, poderoso, puro, exquisito y glorioso. Mírelos fijamente y su belleza absorbe la respiración. Pero su belleza es sólo la sombra de la belleza de Dios.
¿A la luz de esta verdad, la flor delicada, o el cielo coloreado con esplendor, nos hablan con un nuevo significado? Antes, nosotros los admirábamos por lo que eran; ahora más bien, reverenciémoslos por lo que nos sugieren.
Dios ocupándose de los Hombres
Su bondad está más allá de nuestra comprensión. La vida de nuestro Señor en la tierra, la Hostia y el Cáliz elevados en la Misa , deben darnos una idea de la profundidad del amor que Él tiene para cada uno de nosotros.
Somos tratados de una manera magnífica. Uno de los primeros resultados para aumentar la santidad es la apreciación gradual de la bondad maravillosa que se nos prodiga desde la mañana hasta la noche. Reprochamos las aparentes aflicciones y castigos que nos vienen, aunque cada uno de ellos nos pule. Nosotros estamos errados frente al hecho de que todo lo que sea portador de una bendición pueda ser realmente un castigo.
Dios es bueno. Permítamos que este sea el gran pensamiento siempre que las sombras se espesen. No hay nada que venga de Él que no sea bueno - aunque puede parecer duro. Aunque la mayoría de la gente le teme a ese tipo de cosas, como la muerte, el cáncer, o quedar en bancarrota; o tan sólo un dolor de cabeza, nosotros podemos estar seguros que es por nuestro propio bien. Hay un poco de misericordia oculta en estas cosas. Dios es bueno. Dios es tan bueno.
Confianza como una Característica de los Santos
Con este espíritu de fe los Santos recibieron cualquier cosa que les llegara. Ellos estaban envueltos en los brazos de una amorosa Providencia, Este espíritu hoy en día no es imitado por todos; hoy podemos verlo en los pobres, la calamidad más grande se afronta con fortaleza. “No hay cruz que se rompa con el peso”, observemos entonces - aunque las lágrimas caigan rápidamente – la voluntad de Dios se cumple; sea bienvenido lo que Él disponga.
Debemos seguir a los santos de todos los tiempos con esta confianza infantil y este perfecto conocimiento de que Él es un Padre Bueno .
Nuestro Amor por Él
Nuestros corazones fueron hechos para albergar el más grande y el más puro de los amores. Para nada menos que para esto Dios los hizo. Es deshonroso tener estos vasos para contener un amor basado en premios o castigos, aunque esto sea así. Intentemos amar al Buen Pastor, hasta que Él nos llene y amémoslo a Él... “Que en el Cielo podamos reinar ... no para escapar del dolor eterno... ni para obtener ganancias”... Pero si por Él mismo que purifica nuestro amor y podamos satisfacer con un gran amor, el Suyo que anhela el nuestro.
Así como este amor puro fortalece nuestros corazones, pronto, como el águila, crecerá impaciente por las alturas de las montañas y tendrá hambre de ir de altura en altura hasta que como - la Flor Pequeña - clamemos anhelando:
"¡Jesús!... ¡Jesús!... deseo amarte tanto... como nunca nadie podrá amarte."
Hemos considerado ampliamente algunos métodos de como servir a Dios. Permítanos intentar recordarle que son sólo métodos. Siempre hay una tendencia a interesarse por cualquier trabajo que nos absorbe y olvidamos por qué y para Quién lo hacemos.
Es natural que esto pase. El trabajo es visible; lo sobrenatural no lo es; y las cosas visibles ayudan a lo sobrenatural de nuestras vidas. Esto disminuye el valor de nuestros actos como ofrendas a Dios.
En cambio, un poco de atención a las mismas cosas que nos inclinan o llevan fuera de Dios, nos recuerdan Su presencia en el mundo.
Cuando nosotros vemos una Iglesia, aunque sea sólo una figura en la distancia, provoca un sentimiento de reverencia al pensar en su Presencia en la Eucaristía. Pero las Iglesias son pocas. Necesitamos ese sentimiento de reverencia en toda nuestra vida. Podemos hacerlo habitual si cultivamos la práctica de verlo en todas las cosas.
Al principio Él creó todas las cosas de la nada. Pero Él no dejó de trabajar. Su poder omnipotente guarda siempre todas las cosas. Si quita su Mano un segundo de cualquier objeto que vemos, desaparecería en seguida de nuestra vista y volvería a la nada original.
Cada cosa que nosotros vemos decimos que la Mano de Dios está en ella. Un sentido de temor debe llevarnos a pensar que podemos tocar lo que Él está tocando. Las hojas ondeantes en los árboles nos cuentan la presencia de la brisa que nosotros no vemos. ¿Aunque no haya árboles, ni hojas, ni viento, todo a nuestro alrededor, simplemente nos habla del Poder maravilloso que los sostiene en la existencia?
Nosotros recogemos un insecto, o una flor, o un pan, o un libro. Cada uno lo proclama a Él en la mente pensativa.
San Buenaventura dijo de San Francisco de Asís que hizo de todo en la naturaleza, un paso para subir al Cielo. Él amó las mismas piedras bajo sus pies porque eran trabajo de su Creador.
Todos los Santos vieron sin esfuerzo a Dios en Sus trabajos. Todo era causa de oración para ellos. Pero hubo un tiempo cuando fueron sólo principiantes como nosotros. Ellos perseveraron; ¿podremos nosotros?
Tú eres Templo del Espíritu Santo Que está en Ti
Si consideramos que Dios está con nosotros en los trabajos, no debemos olvidamos de Su presencia.
Es doctrina católica que el Espíritu Santo mora en cualquiera que esté libre del pecado mortal. La vida se aclararía inmensamente si pudiéramos tener presente esta verdad maravillosa.
¡Cómo podemos sentirnos tristes, o solos en la vida, o pensar que somos pobres!
Si consideramos a Dios en Su Reino Celestial, nos inclinamos a pensar en Él como a gran distancia. Lo conocemos como a un Padre amoroso, pero este sentido de lejanía disminuye el sentido de su protección. Más bien pensemos en Él viviendo en cada uno de nosotros - impulsando nuestros corazones y escuchando nuestros más íntimos pensamientos.
Mire el Sol que arde en el cielo con suficiente luz y calor para el mundo entero. Quién Lo hizo está dentro de nosotros con una Gloria infinitamente mayor.
Hay santidad en este pensamiento; y la idea de pecado es como algo que está fuera de este Huésped Divino. Tengamos claridad sobre el más repulsivo enemigo.
El Cielo y la Tierra están llenos de tu Gloria
La grandeza y el amor de Dios, siendo infinitos, no pueden ser medidos por nosotros. Sólo podemos imaginar vagamente una idea de ellos representándolos como la cima y lo mejor de lo que sabemos y luego tratar de elevar nuestras mentes por encima de dichos pensamientos.
Observe al alrededor, todo es hermoso, poderoso, puro, exquisito y glorioso. Mírelos fijamente y su belleza absorbe la respiración. Pero su belleza es sólo la sombra de la belleza de Dios.
¿A la luz de esta verdad, la flor delicada, o el cielo coloreado con esplendor, nos hablan con un nuevo significado? Antes, nosotros los admirábamos por lo que eran; ahora más bien, reverenciémoslos por lo que nos sugieren.
Dios ocupándose de los Hombres
Su bondad está más allá de nuestra comprensión. La vida de nuestro Señor en la tierra, la Hostia y el Cáliz elevados en la Misa , deben darnos una idea de la profundidad del amor que Él tiene para cada uno de nosotros.
Somos tratados de una manera magnífica. Uno de los primeros resultados para aumentar la santidad es la apreciación gradual de la bondad maravillosa que se nos prodiga desde la mañana hasta la noche. Reprochamos las aparentes aflicciones y castigos que nos vienen, aunque cada uno de ellos nos pule. Nosotros estamos errados frente al hecho de que todo lo que sea portador de una bendición pueda ser realmente un castigo.
Dios es bueno. Permítamos que este sea el gran pensamiento siempre que las sombras se espesen. No hay nada que venga de Él que no sea bueno - aunque puede parecer duro. Aunque la mayoría de la gente le teme a ese tipo de cosas, como la muerte, el cáncer, o quedar en bancarrota; o tan sólo un dolor de cabeza, nosotros podemos estar seguros que es por nuestro propio bien. Hay un poco de misericordia oculta en estas cosas. Dios es bueno. Dios es tan bueno.
Confianza como una Característica de los Santos
Con este espíritu de fe los Santos recibieron cualquier cosa que les llegara. Ellos estaban envueltos en los brazos de una amorosa Providencia, Este espíritu hoy en día no es imitado por todos; hoy podemos verlo en los pobres, la calamidad más grande se afronta con fortaleza. “No hay cruz que se rompa con el peso”, observemos entonces - aunque las lágrimas caigan rápidamente – la voluntad de Dios se cumple; sea bienvenido lo que Él disponga.
Debemos seguir a los santos de todos los tiempos con esta confianza infantil y este perfecto conocimiento de que Él es un Padre Bueno .
Nuestro Amor por Él
Nuestros corazones fueron hechos para albergar el más grande y el más puro de los amores. Para nada menos que para esto Dios los hizo. Es deshonroso tener estos vasos para contener un amor basado en premios o castigos, aunque esto sea así. Intentemos amar al Buen Pastor, hasta que Él nos llene y amémoslo a Él... “Que en el Cielo podamos reinar ... no para escapar del dolor eterno... ni para obtener ganancias”... Pero si por Él mismo que purifica nuestro amor y podamos satisfacer con un gran amor, el Suyo que anhela el nuestro.
Así como este amor puro fortalece nuestros corazones, pronto, como el águila, crecerá impaciente por las alturas de las montañas y tendrá hambre de ir de altura en altura hasta que como - la Flor Pequeña - clamemos anhelando:
"¡Jesús!... ¡Jesús!... deseo amarte tanto... como nunca nadie podrá amarte."
SOY OSVALDO LEGIONARIO DE MARIA DEL SUR DE LA ARGENTINA
ResponderEliminarWWW.DESEADO.GOV.AR
HAY SALEN LAS FOTOS DE LA PEREGRINACION DE LA GRUTA DE LOURDES 2009.-
OSVALDOPDESEADO@HOTMAIL.COM